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Cómo enfriar la bebida
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Durante las celebraciones navideñas, especialmente en algunos de los banquetes, como la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la cena de Nochevieja o la comida de año nuevo, tener todas las botellas a punto y en su temperatura puede ser una tarea más difícil de lo que parece.
En las casas hace calor por las calefacciones y porque hay más gente de lo habitual, en la nevera no cabe ya ni el pelo de una gamba cuando se presente tu cuñado con una botella de cava en la mano que, por supuesto, no está frío. Sacarlas a la terraza es una opción… aunque probablemente no se enfríen lo suficiente. Os contamos como enfriar las botellas en Navidad.
Pon las botellas en la nevera o en la cava de vinos
Lo ideal es las bebidas que se sirven frías estén en la nevera hasta el momento de su servicio. Pero si tenemos muchos invitados en casa, es muy probable que no tengamos sitio en el frigorífico para guardar todas las botellas que se pueden consumir… entre vinos blancos y cavas. Durante las navidades, los frigoríficos se convierten en ollas a presión llenas de pavos, mariscos, pescados, dulces de todo tipo. No cabe ni un alfiler.
Lo más probable es que, con suerte, puedas poner en la puerta de la nevera la primera botella a consumir…. ¿y cómo enfriamos el resto?
Muy poca gente dispone en su casa de una cava de vinos que mantenga cada bebida, cada vino a la temperatura idónea de servicio. Aunque, si aún no habéis escrito vuestra carta a los Reyes Magos, ahí os lo dejamos como idea: una cava de vinos.
Agua, hielo y sal
Si a lo largo de la velada, necesitas echar mano de una de esas botellas que no están lo suficientemente frías, la opción más rápida para enfriarla es añadir en un recipiente amplio agua y hielo y añadir una cucharada sopera de sal. Mueve un poco la mezcla para que la sal se disuelva. Introduce la botella dentro y verás cómo en unos minutos (entre 5 y 10 minutos) la botella estará a punto para consumir.
La explicación es pura ciencia. Al mezclar agua y sal se produce una reacción endotérmica por la que, una vez disuelta la sal, absorbe el calor del recipiente donde está almacenada la bebida, y el frío de los hielos enfría más rápidamente el líquido.
Pon unas uvas congeladas en la copa
Y si, después de todos los esfuerzos, alguna de las bebidas, especialmente si se trata de un vino blanco, un cava o un champagne no llegan lo suficientemente frías a la mesa… hay un truco infalible para enfriarlas ya en la copa. Y tranquilos, que ni se nos ocurre recomendaros añadir un hielo, que estropearía un buen vino o una buena copa de champagne. El truco es congelar unas uvas enteras. Unas veinte uvas sueltas en una bolsa de congelación apenas ocuparán espacio en el congelador. Con tan solo añadir una o dos uvas a cada copa… la enfriará al instante sin peligro de añadir agua o sabores indeseados a tu copa.
En las casas hace calor por las calefacciones y porque hay más gente de lo habitual, en la nevera no cabe ya ni el pelo de una gamba cuando se presente tu cuñado con una botella de cava en la mano que, por supuesto, no está frío. Sacarlas a la terraza es una opción… aunque probablemente no se enfríen lo suficiente. Os contamos como enfriar las botellas en Navidad.
Pon las botellas en la nevera o en la cava de vinos
Lo ideal es las bebidas que se sirven frías estén en la nevera hasta el momento de su servicio. Pero si tenemos muchos invitados en casa, es muy probable que no tengamos sitio en el frigorífico para guardar todas las botellas que se pueden consumir… entre vinos blancos y cavas. Durante las navidades, los frigoríficos se convierten en ollas a presión llenas de pavos, mariscos, pescados, dulces de todo tipo. No cabe ni un alfiler.
Lo más probable es que, con suerte, puedas poner en la puerta de la nevera la primera botella a consumir…. ¿y cómo enfriamos el resto?
Muy poca gente dispone en su casa de una cava de vinos que mantenga cada bebida, cada vino a la temperatura idónea de servicio. Aunque, si aún no habéis escrito vuestra carta a los Reyes Magos, ahí os lo dejamos como idea: una cava de vinos.
Agua, hielo y sal
Si a lo largo de la velada, necesitas echar mano de una de esas botellas que no están lo suficientemente frías, la opción más rápida para enfriarla es añadir en un recipiente amplio agua y hielo y añadir una cucharada sopera de sal. Mueve un poco la mezcla para que la sal se disuelva. Introduce la botella dentro y verás cómo en unos minutos (entre 5 y 10 minutos) la botella estará a punto para consumir.
La explicación es pura ciencia. Al mezclar agua y sal se produce una reacción endotérmica por la que, una vez disuelta la sal, absorbe el calor del recipiente donde está almacenada la bebida, y el frío de los hielos enfría más rápidamente el líquido.
Pon unas uvas congeladas en la copa
Y si, después de todos los esfuerzos, alguna de las bebidas, especialmente si se trata de un vino blanco, un cava o un champagne no llegan lo suficientemente frías a la mesa… hay un truco infalible para enfriarlas ya en la copa. Y tranquilos, que ni se nos ocurre recomendaros añadir un hielo, que estropearía un buen vino o una buena copa de champagne. El truco es congelar unas uvas enteras. Unas veinte uvas sueltas en una bolsa de congelación apenas ocuparán espacio en el congelador. Con tan solo añadir una o dos uvas a cada copa… la enfriará al instante sin peligro de añadir agua o sabores indeseados a tu copa.