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¿Qué tan malo es masticar hielo? | Discovery en Español
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¡Hola, amigos de DNews! El hábito de masticar hielo se conoce ¡desde el año 1600! La gente lo hace en distintas ocasiones, mientras esperan su próximo trago en un bar, por ejemplo, o algunos simplemente disfrutan de masticarlo.
Aunque de algo sí estamos seguros: no tiene nada que ver con la frustración sexual. No!!!! El antojo excesivo de masticar hielo es parte de lo que los especialistas llaman Pica, el deseo de masticar algo sin valor nutricional. Si específicamente se trata de hielo, se habla de pagofagia y puede ser un indicio de anemia o deficiencia de hierro. ¡Créanme!, es uno de los síntomas. Claro que hablamos de personas que mastican hielo en cantidades; masticar uno o dos cubos de hielo no es para alarmarse.
No se sabe con exactitud por qué es que las personas con falta de hierro desarrollan el hábito ya que no encontrarán hierro en agua congelada, ¿será por la textura crujiente?
Masticar hielo puede ser también síntoma de algunos trastornos emocionales como estrés, trastorno obsesivo compulsivo o trastornos del desarrollo. Aunque como ya dijimos, masticar los cubos de hielo que quedan en tu vaso no es algo por qué preocuparse.
Aunque no sabemos por qué la gente mastica hielo, sí sabemos que lo hacen, y que lo han hecho durante cientos de años. Los dentistas no lo recomiendan porque SÍ puede dañar tus dientes. Puede que no notes el daño pero créanme que existe, y se hace peor con el tiempo. Eso me decía dentista cuando voy!! Aunque nuestros dientes parezcan fuertes, su esmalte es frágil. Y se quiebra tan fácil como un vaso de vidrio. Nuestros dientes no se rompen fácilmente porque están compuestos de microestructuras de esmalte y dentina. Las microestructuras previenen que las roturas se expandan, pero estas pequeñas roturas prevalecen.
Un estudio de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos acerca de distintos procedimientos reveló que los dientes humanos son capaces de soportar 1000 Néwtones de fuerza. Algunos primates que ingieren alimentos más crujientes cuentan con un esmalte dental aún más grueso por lo que su dentadura es más resistente. Estos primates pueden masticar frutos secos, el hueso de las frutas y triturar plantas gruesas. Nosotros acabaríamos con algún diente roto.
Además, masticar hielo produce cambios de temperatura. La boca humana tiene una temperatura normal de 36,5 grados. La presencia del hielo desciende la temperatura, y los dientes fríos se rompen con más facilidad.
En conclusión, masticar hielo no es perjudicial para la salud, pero si lo haces muy a menudo puede dañar tus dientes. Puedes terminar con los dientes quebrados, astillados y agrietados; sin mencionar la sensibilidad dental. Los arreglos dentales como coronas, empaste o carillas no son tan resistentes como los dientes naturales por lo que sufrirían un deterioro más rápido.
El esmalte dental no se regenera así que la próxima vez que sientas ganas de masticar hielo, piénsalo dos veces. Cuando seas anciano necesitarás ese esmalte más de lo que crees.
¿Qué tan a menudo masticas hielo y por qué? ¿Lo seguirás haciendo? Cuéntenos en los comentarios y no se olviden de suscribirse a nuestro canal.
¡Gracias por ver DNews!
Este episodio fue escrito por Trace Domínguez
#discoveryenespañol
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Aunque de algo sí estamos seguros: no tiene nada que ver con la frustración sexual. No!!!! El antojo excesivo de masticar hielo es parte de lo que los especialistas llaman Pica, el deseo de masticar algo sin valor nutricional. Si específicamente se trata de hielo, se habla de pagofagia y puede ser un indicio de anemia o deficiencia de hierro. ¡Créanme!, es uno de los síntomas. Claro que hablamos de personas que mastican hielo en cantidades; masticar uno o dos cubos de hielo no es para alarmarse.
No se sabe con exactitud por qué es que las personas con falta de hierro desarrollan el hábito ya que no encontrarán hierro en agua congelada, ¿será por la textura crujiente?
Masticar hielo puede ser también síntoma de algunos trastornos emocionales como estrés, trastorno obsesivo compulsivo o trastornos del desarrollo. Aunque como ya dijimos, masticar los cubos de hielo que quedan en tu vaso no es algo por qué preocuparse.
Aunque no sabemos por qué la gente mastica hielo, sí sabemos que lo hacen, y que lo han hecho durante cientos de años. Los dentistas no lo recomiendan porque SÍ puede dañar tus dientes. Puede que no notes el daño pero créanme que existe, y se hace peor con el tiempo. Eso me decía dentista cuando voy!! Aunque nuestros dientes parezcan fuertes, su esmalte es frágil. Y se quiebra tan fácil como un vaso de vidrio. Nuestros dientes no se rompen fácilmente porque están compuestos de microestructuras de esmalte y dentina. Las microestructuras previenen que las roturas se expandan, pero estas pequeñas roturas prevalecen.
Un estudio de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos acerca de distintos procedimientos reveló que los dientes humanos son capaces de soportar 1000 Néwtones de fuerza. Algunos primates que ingieren alimentos más crujientes cuentan con un esmalte dental aún más grueso por lo que su dentadura es más resistente. Estos primates pueden masticar frutos secos, el hueso de las frutas y triturar plantas gruesas. Nosotros acabaríamos con algún diente roto.
Además, masticar hielo produce cambios de temperatura. La boca humana tiene una temperatura normal de 36,5 grados. La presencia del hielo desciende la temperatura, y los dientes fríos se rompen con más facilidad.
En conclusión, masticar hielo no es perjudicial para la salud, pero si lo haces muy a menudo puede dañar tus dientes. Puedes terminar con los dientes quebrados, astillados y agrietados; sin mencionar la sensibilidad dental. Los arreglos dentales como coronas, empaste o carillas no son tan resistentes como los dientes naturales por lo que sufrirían un deterioro más rápido.
El esmalte dental no se regenera así que la próxima vez que sientas ganas de masticar hielo, piénsalo dos veces. Cuando seas anciano necesitarás ese esmalte más de lo que crees.
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