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✅ ESPOLÓN O FASCITIS PLANTAR ¿Qué hacer? #fisioterapia#

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El espolón calcáneo y la fascitis plantar son dos afecciones relacionadas con el pie, particularmente en el área del talón, que a menudo se confunden o se presentan juntas, pero tienen algunas diferencias clave. A continuación te explico ambas:
Fascitis plantar
La fascitis plantar es una inflamación de la fascia plantar, una banda gruesa de tejido que recorre la planta del pie, desde el talón hasta los dedos. Esta fascia ayuda a mantener el arco del pie y a absorber los impactos al caminar.
Causas:
Sobrecarga repetitiva, como correr o caminar en exceso.
Uso de calzado inadecuado, especialmente sin soporte para el arco.
Sobrepeso u obesidad, que aumentan la presión sobre el pie.
Alteraciones en la biomecánica del pie, como el pie plano o el pie cavo.
Edad avanzada o pérdida de elasticidad en la fascia.
Síntomas:
Dolor agudo en el talón o la planta del pie, especialmente al dar los primeros pasos después de levantarse por la mañana o tras un periodo de descanso.
Sensación de "quemazón" o tensión en la planta del pie.
Dolor que empeora tras actividades prolongadas, como caminar o estar de pie durante mucho tiempo.
Tratamiento:
Estiramientos de la fascia plantar y los músculos de la pantorrilla.
Uso de plantillas o calzado ortopédico para dar soporte al arco.
Fisioterapia y ejercicios de fortalecimiento.
Aplicación de hielo y descanso.
En casos crónicos, se pueden considerar terapias como ondas de choque, infiltraciones de corticoides o, en situaciones extremas, cirugía.
Espolón calcáneo
Un espolón calcáneo es una protuberancia ósea que se forma en el hueso del talón (calcáneo). Suele estar asociado a la fascitis plantar, ya que la inflamación crónica de la fascia puede causar la formación de esta calcificación.
Causas:
Sobrecarga repetitiva en la fascia plantar, lo que provoca una reacción del hueso para protegerse.
Mala alineación o biomecánica del pie, como el pie plano.
Uso de calzado inadecuado o falta de soporte en el arco.
Sobrepeso que aumenta la presión sobre el talón.
Síntomas:
Dolor punzante en el talón, sobre todo al caminar o estar de pie.
El dolor puede ser constante o intermitente, y es más fuerte por las mañanas o después de un descanso prolongado.
En muchos casos, los espolones no causan dolor por sí mismos; el dolor suele ser resultado de la inflamación de los tejidos circundantes, como la fascia plantar.
Tratamiento:
Uso de plantillas ortopédicas o taloneras de silicona para amortiguar el talón.
Ejercicios de estiramiento y fisioterapia.
Aplicación de hielo para reducir la inflamación.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs).
En casos graves, infiltraciones o cirugía para eliminar el espolón.
Diferencias clave:
La fascitis plantar es una inflamación de la fascia, mientras que el espolón calcáneo es una formación ósea en el talón.
La fascitis plantar puede aparecer sin espolón, y viceversa. Sin embargo, ambas condiciones suelen coexistir debido a la tensión repetitiva en la fascia plantar.
El tratamiento inicial para ambas es conservador, con estiramientos, cambios en el calzado y fisioterapia.
Conclusión:
Si tienes dolor en el talón, es recomendable visitar a un especialista, como un podólogo o un fisioterapeuta, para determinar si se trata de fascitis plantar, espolón calcáneo o ambas, y recibir el tratamiento adecuado.
Como nos muestra Bruna Homs en este short.
Más información estamos en Burriana, Castellón España
Fascitis plantar
La fascitis plantar es una inflamación de la fascia plantar, una banda gruesa de tejido que recorre la planta del pie, desde el talón hasta los dedos. Esta fascia ayuda a mantener el arco del pie y a absorber los impactos al caminar.
Causas:
Sobrecarga repetitiva, como correr o caminar en exceso.
Uso de calzado inadecuado, especialmente sin soporte para el arco.
Sobrepeso u obesidad, que aumentan la presión sobre el pie.
Alteraciones en la biomecánica del pie, como el pie plano o el pie cavo.
Edad avanzada o pérdida de elasticidad en la fascia.
Síntomas:
Dolor agudo en el talón o la planta del pie, especialmente al dar los primeros pasos después de levantarse por la mañana o tras un periodo de descanso.
Sensación de "quemazón" o tensión en la planta del pie.
Dolor que empeora tras actividades prolongadas, como caminar o estar de pie durante mucho tiempo.
Tratamiento:
Estiramientos de la fascia plantar y los músculos de la pantorrilla.
Uso de plantillas o calzado ortopédico para dar soporte al arco.
Fisioterapia y ejercicios de fortalecimiento.
Aplicación de hielo y descanso.
En casos crónicos, se pueden considerar terapias como ondas de choque, infiltraciones de corticoides o, en situaciones extremas, cirugía.
Espolón calcáneo
Un espolón calcáneo es una protuberancia ósea que se forma en el hueso del talón (calcáneo). Suele estar asociado a la fascitis plantar, ya que la inflamación crónica de la fascia puede causar la formación de esta calcificación.
Causas:
Sobrecarga repetitiva en la fascia plantar, lo que provoca una reacción del hueso para protegerse.
Mala alineación o biomecánica del pie, como el pie plano.
Uso de calzado inadecuado o falta de soporte en el arco.
Sobrepeso que aumenta la presión sobre el talón.
Síntomas:
Dolor punzante en el talón, sobre todo al caminar o estar de pie.
El dolor puede ser constante o intermitente, y es más fuerte por las mañanas o después de un descanso prolongado.
En muchos casos, los espolones no causan dolor por sí mismos; el dolor suele ser resultado de la inflamación de los tejidos circundantes, como la fascia plantar.
Tratamiento:
Uso de plantillas ortopédicas o taloneras de silicona para amortiguar el talón.
Ejercicios de estiramiento y fisioterapia.
Aplicación de hielo para reducir la inflamación.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs).
En casos graves, infiltraciones o cirugía para eliminar el espolón.
Diferencias clave:
La fascitis plantar es una inflamación de la fascia, mientras que el espolón calcáneo es una formación ósea en el talón.
La fascitis plantar puede aparecer sin espolón, y viceversa. Sin embargo, ambas condiciones suelen coexistir debido a la tensión repetitiva en la fascia plantar.
El tratamiento inicial para ambas es conservador, con estiramientos, cambios en el calzado y fisioterapia.
Conclusión:
Si tienes dolor en el talón, es recomendable visitar a un especialista, como un podólogo o un fisioterapeuta, para determinar si se trata de fascitis plantar, espolón calcáneo o ambas, y recibir el tratamiento adecuado.
Como nos muestra Bruna Homs en este short.
Más información estamos en Burriana, Castellón España
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