ESCRITUBRE 2024: Reto 2, 🌬️ #escritubre2024

¡Aquí tienen ya el segundo reto para este Escritubre 2024 inspirado por los 4 elementos!
Esta semana nos centramos en el elemento AIRE, y pueden compartir sus textos aquí o, mejor, ¡atreverse a leerlos y usar el AIRE para grabarlos y que pueda conocer sus hermosas vocecitas!

Etiqueta: #escritubre2024
IG: lorenamkie

[pdtgameplay]

Un personaje airoso

Yo todo un intelectual: Aang

[brunoalonsocardenaslopez]

Semana 1 - Reto 2: El Atleta


No niego que la idea de vivir solo me provocaba ansiedad, pero, también era un sueño, pues sería libre y viviría acorde a mi voluntad.

Ahora, puedo correr y hacer acrobacias por doquier, gracias al parkour. Puedo dar saltos entre las paredes, moverme como un gato entre los tejados, escalar estructuras con la misma agilidad de un mono y sentir que mi único límite es el hecho de que soy un ser terrestre, pero no me importa, pues sé que el viento está allí para recordarme que soy como él: libre.

[Erizo_Suizo]

Tarde, pero necesitaba hacerlo. Gracias por estos retos


El fétido aroma de cadáveres ya no era una novedad en mi trabajo, cada mañana debo colocarme este uniforme que parece sacado del mismo infierno, por esta macabra similitud que tiene con la muerte misma.
Por más que la máscara nos proteja de sentir el aroma a muerte, basta con ver a las moscas revolotear sobre un cuerpo inerte, para sentir esa presencia de podredumbre
Era un asco, tanto la vida como la muerte. la peste carcomía a todos, tanto enfermos como médicos; de esto soy testigo y pronto, pasaré a estar con los que fueron mis pacientes.
Sólo me quedaban días, tiempo suficiente para visitar a un viejo amigo que por años fue mi inspiración para seguir ayudando, cuando la esperanza ya menguaba
El conde que muchos tildaban de extravagante, extraño y hasta monstruoso; ahora no era más que una hoja otoñal que aguardaba su caída. No podía darle falsas esperanzas, cuando él mismo admitió estar al borde del final.
Lo único que me pidió fue compañía, beber una última copa de su vino especial y despedirnos para siempre.
Ese fue el peor error de mi vida.
Tan pronto como las gotas del vino amargo pasaron por mi garganta, esta parecía quemarse, como si la enfermedad que me consumía, ahora estuviera atacando sin piedad, mareando mis sentidos, estrujando mi pecho hasta partir las arterias; los ojos parecían derretirse desde dentro, y entonces.
Hubo paz, el dolor se esfumó como si nunca hubiera estado ahí. En su lugar, había un dulce aroma que me hizo salivar, como si fuera un explorador perdido en el desierto, percibiendo el aroma húmedo de la mejor bebida existente.
La tomé sin pensarlo, hasta la última gota. Sin saber, que acababa de firmar mi condena.

[AnaGuillenBachs]

Hola Lorena,
Me encanta el escritubre ❣️ Quería aprovechar que estamos en la semana del aire para recomendarles un libro precioso 😍 titulado: Mujer ave de Nohemí Ximena Álvarez 100% recomendado.

Aquí va el ejercicio de hoy:

En general, soy fresca y libre como una brisa marina. Una agradable compañía.

Pero cuando se avecina una tormenta, en mi mente se genera un tornado imparable. En esos momentos, retírate o saldrás volando.

Una vez disipada la tormenta, emprendo de nuevo un vuelo tranquilo y apacible.

Algunas personas me dicen que soy impredecible como el tiempo. A lo que yo siempre les respondo que, en realidad, todo depende de la dirección en que sopla el viento.

[jesusangelsotograbados]

Bueno, pues entrego tarde, muy tarde, ayer las tareas de la universidad me tenían sin aliento y hoy fue mi cumpleaños, y tampoco tuve descanso en el festejo, no puedo creer que ya tengo 18 años, ahora soy mayor de edad, pero bueno, aquí está el reto que fue lo mejor que se me ocurrió, se títula «la dama de los sueños», está vez no tuve tiempo de narrarlo aunque tal vez luego lo narre con el siguiente, pero bueno, sin más dilación, aquí está:
Vuelo hacia el horizonte, constante, sin parar jamás, cuando dejan de necesitarme en un lado inmediatamente comienza mi tarea en la otra punta del mundo. He dado esta vuelta mil veces desde..., no sé bien desde cuándo, pero soy muy anterior a la humanidad.
Mientras vuelo el viento me acaricia, fluye a mi alrededor como el agua para un pez. A veces me siento como una niña, una niña juguetona a la que le encanta ser amable con la gente. Mi hermano mayor, el sueño pasa por dónde yo unos minutos antes y yo les hago la noche grata para que al día siguiente despierten con energía. Pueblo sus mentes de criaturas de ensueño y paisajes irreales que iluminan sus pensamientos.
Otros días soy como una anciana, una vieja que ha vivido mucho y que gusta de dar consejo. Cuando pasó leo lo que aturde las mentes de los de abajo, y les ayudo a procesarlo dejándolos ensayar las situaciones preocupantes. Quizá no despierten tan alegres pero les alivio los pensamientos.
Y otros dís soy como una mujer adulta, decepcionada de la humanidad. En esos días señaló a los más despreciables, leo sus subconscientes y me encarnó como su culpa. Pueblo entonces sus mentes de pesadillas que les recuerdan sus faltas, esas personas nunca duermen bien.
Cuándo acabo la vuelta al rededor del mundo llego a mi hogar en el gigantesco reloj inmaterial en la punta de los Himalaya. Entonces detengo el tiempo para descansar un rato y duermo, aunque no sueño porque no hay nadie más que me haga soñar a mí como yo hago soñar a todos. Y cuando me siento lista reanudó la marcha y sigo el interminable camino.

[manuelcortes]

Nadie repara en mí cuando estoy presente y muchos me anhelan cuando me ausento.
Soy ubicuo, inmortal, desmesurado e insignificante.
En ocasiones atronador y en otras destronado.
Todo lo lleno sin tener esencia.
Habito las montañas y los mares, los ríos y los glaciares.
Las nubes y las profundas simas también son mi hogar.
Aunque la muerte no pueda tocarme, efímera es mi vida si me nombras.
Conoces mi nombre, si no lo recuerdas te lo diré y en el acto me habré marchado: me llamo Silencio.

[Nikko_Hasuki]

Libertad, eso es lo que añoro, pero no lo obtengo, por más que lo intento. Suspiro cada vez, que te veo entrar por esa puerta, y me siento fatal. Pero adivina qué, a alguien me encontré y con ese alguien me escapé. Subí a su barco, y con el viento hacia el norte, navegue. Ahora navego por el mar, con el viento de olor a sal. Como una pirata, feliz por el extenso mar, y siempre grito "¡Sí, mi capitán!". Aún suspiro, pero es por felicidad, porqué ahora puedo cantar y gritar. Ahora puedo navegar y explorar, en un barco pirata, donde mi labor es cocinar. A veces, cuando el viento sopla mi cabello, y lo hace enredar, el hombre que me libero, lo acomoda sin necesidad de decírselo, solo lo hace y ya. Nunca me gusto el olor a sal, pero en estos momentos, me encanta sentir el viento cada vez que tengo la oportunidad. Si la vida es corta, y morir es esa enfermedad que no se puede evitar, pues entonces la viviré, acompañada por el viento de olor a sal. Todas esas veces, que suspiro al recordarte, se van con el viento, y eso es agradable. Poco a poco te olvido, y me hace feliz, porque finalmente, puedo sonreír. Ahora, cuando cocino, todos se emocionan y cada vez que me despisto de un platillo, algún compañero se lo roba. Pero no me enoja, ¿Y sabes el por qué? Por que a diferencia de ti, ellos me aprecian bien. Ellos siempre están ahí, y siempre me hacen reír. Cuando pescamos la comida, el capitán cuenta sus historias, inventadas y absurdas, para entretenernos por ahora. Y el segundo al mando, tendemos a discutir, pero cuando es la hora de defender al capitán, nos llevamos bien al fin. Si algo disfruto ahora, es la ayuda del viento, que soplo con fuerza al norte, me ayudo a escaparme y te dejo sin aliento. A mi por otro lado, me sigue acompañando, en las buenas y en las malas, el nunca me ha dejado...

Espero les haya gustado jeje.

[DanielPedroza-fw]

—¿Qué te pasa hermano?
—No obtuve el trabajo
—¿Por qué?, ¿qué te dijeron?
—Qué buscaban otro tipo de persona
—¿Y tu que piensas?
—Que no me entendieron. No vieron lo preparado que estoy. No se dieron cuenta de que me muevo rápido, que soy muy ágil para entender los requerimientos y analizarlos, porque creo que al no tener sesgos me puedo poner en los zapatos de cualquiera. Quizás les hablé mucho de mi y de otras cosas más, y no tuve tiempo de ir al grano. Además me daba poco tiempo de responder. A decir verdad, creo que también dije algunas cosas que no le gustaron, pero fue porque no las pensé bien.
—Que mal, hermano
—Tranquilo. Mañana tengo otra entrevista. Están buscando candidatos para pilotos comerciales.

[TommyDemathell]

- ¡Aquí estoy yo!, Daniel, harto de la soledad. Le di la vuelta a la ruleta y caí en la misma casilla. Porque yo quería correr, ir más allá de las fronteras, de los limites que los demas me ponían. Las bardas de apariencia, de los buenos modales y la buena familia, todo reflejado en mis ojos negros. Y escapo solo en sueños, en letras, en mente, porque en esta casa los barrotes no sólo son de acero. Harto desde niño de ver como se van los chiquillos a los juegos. Harto desde la juventud de ver como el amor se les desborda en las manos a los hombres y mujeres. Harto de ser un ave, enmedio de una habitación, con ganas de levantar las alas pero inseguro de sus plumas grises y bizarras. Harto de ver volar a los demas y verlos caer, y verlos levantarse y ver que los demas no dicen nada. Cansado de esa libertad que no me vuelvo, de esa jaula de papel, de esa noche de cristal, de una libertad que vive en los mundos ajenos, en lo más bajo, anhelado y ruin de un alma.

[olenacolombani]

Escritubre No. 2

Un personaje airoso. El gran día.

Yo sabía que él no iba a poder dormir en toda la noche. Al día siguiente se iba a celebrar la audición y, aunque éramos amigos, él sabía que yo no iba a hacer excepciones: si fracasaba en la prueba, el papel de protagonista no sería suyo.
Mi amigo y aspirante a protagonista de la próxima serie policial de Paramount era un hombre apuesto, elegante y con aspecto de triunfador. Además, se caracterizaba por su carisma y creatividad. Había realizado otras películas, en las que había hecho un papel importante, pero nunca como protagonista; sin embargo, todos sabíamos que era una persona disciplinada, y excepcional; que nunca se rendía ante los malos momentos y que había superado aquellos a los que la vida lo había enfrentado. A pesar de todo lo que había sufrido, él había demostrado ser un reflejo de fuerza interior. Era un hombre noble, querido y admirado por todos. Había demostrado ser un ejemplo de resiliencia en los momentos más oscuros. Era estudioso y preocupado realizar actuaciones inmejorables. Además, era mi amigo. Se merecía tener el papel.
En mis manos estaba su futuro y yo más que nadie deseaba que saliera airoso de la audición y le otorgaran el tan codiciado protagonismo de la serie. Se lo merecía más que nadie. Yo fui testigo del gran esfuerzo que siempre hizo para entrar al mundo del espectáculo y cumplir su sueño de ser primer actor.
El no podía dormir y yo tampoco. Pero yo estaba segura de que él iba a triunfar. Él iba a salir airoso de esta prueba de fuego porque tenía todos los méritos para ello. Era un triunfador.

Olena I. Colombani M.

[lanakama]

Reto 2 Personaje airoso.

Si las aguilas vuelan tan grandes y los petalos vuelan tan fragiles.
Porque yo no puedo ser grande apesar de ser fragil.
Si los árboles son frondosos y firmes apesar de la tempestad.
Porque yo no puedo ser abundante en ideas y tenaz en sueños.
Solo tengo que escuchar ese susurro que gotea. ¿Verdad?

[marcelabarrientos]

Título: Soplo de furia 


Soy el Huracán, una danza de fuerzas desatadas en el corazón del océano. Mi esencia es un torbellino de energía, un ciclo implacable que se alimenta del calor del agua y el aliento de la atmósfera. Cuando me formo, me convierto en un gigante de viento y lluvia, un ser voraz que se desplaza a través del cielo siendo un soplo de furia.


Mis vientos son mi voz, un canto poderoso que puede alcanzar velocidades aterradoras. El "whoosh" de mis ráfagas se siente como un grito de guerra, mientras que el "crash" de las olas que rompen en la costa es mi eco, un recordatorio de mi inminente llegada. Mi presencia se anuncia con un silbido agudo, un susurro que se convierte en un rugido ensordecedor, arrastrando todo a su paso.


Soy la tormenta que se arremolina, un torbellino de emociones que se manifiestan en la naturaleza. En mis ojos, la oscuridad se cierne, como un manto que oculta la luz del sol. Pero en mi corazón, llevo la promesa de renovación: cada gota de lluvia que dejo caer es un susurro de vida, un acto de fertilidad que despierta la tierra adormecida.


Cuando me acerco, el aire se vuelve denso, cargado de electricidad. El cielo se pinta de gris oscuro, y el viento aúlla como un lobo solitario buscando compañía. Mis ráfagas golpean con fuerza, haciendo que los árboles se inclinen en reverencia o se rompan como si fueran muñecos de papel.


Soy el caos y la creación, el final y el comienzo. Y aunque pueda causar destrucción, también soy el agente de cambio, la fuerza que desafía la quietud y empuja a la vida a florecer en nuevas formas.


Así que, Tierra, cuando escuches mi llegada, recuerda que soy parte de ti. Soy Huracán, un fenómeno hermoso y aterrador, un recordatorio de la naturaleza indomable que reside en cada rincón de este mundo.

Marcela Barrientos 09/10/2024

[jairomorabadilla]

Reto #2
Empecé a caminar podía sentir el miedo en los demás, me parecía extraño pues no algo que realmente yo sintiera me sentía ajeno al miedo, la duda o cualquier sentimiento en general, las miradas se posaban sobre exigían respuestas las sentía inferiores, estar al mando nunca es fácil se espera mucho de ti, pero si alguien podía estar a la altura de reto era yo .al fin y al cabo era por lo que había luchado para subir la cadena de mando y tomar las decisiones.

[DulceMakaria]

Reto 2: Cory

—A ver Cory, dime quién eres.
—¿Por qué preguntas eso? Me conoces desde siempre.
Responde con la boca llena.
—Ya, pero imagina que no te conociera.
—Aaaah, eso sería raro, ¿no?
—¡Contesta!
—¡Ya, ok! Mmm… Déjame pensar… ¡Soy Cory!
—… ¿Y quién es Cory?
—Soy yo.
—Ay, madre mía. Pero danos un resumen de tus gustos, de tus pasiones, ¡tus motivaciones en la vida!
—… ¿Comer?
—… Algo más profundo.
—F0 11 4r.
—¡Cory!
—¿Qué? Tú preguntaste.
—A ver, cómo hacemos esto… ¿Puedes, por favor, darnos un resumen de tus características?
Dije, perdiendo un poco la paciencia.
—A bueno, pues… Tengo solos dos neuronas.
—… ¿Dos?
—Sep, una para pelear, y otra para c4 g4r 14.
—Muy bien… ¿Algo más? ¿Algo… positivo tal vez?
—Ah, pues… Soy una persona grandiosa.
—¿Grandiosa? ¿Grandiosa en qué sentido?
—No lo sé, es que… soy una mujer feliz. Eso a tus 27 años es un logro hoy en día.
—¿Y por qué eres feliz?
—¿Por qué no iba a serlo?
—Bueno, tienes muchos problemas.
—No yo, —se pausa para tragar— tuve muchos problemas, pero eso fue hace años. Hoy en día no tengo ningún problema, ni familia, ni pareja…
Eso último pareció tenerla un poquito deprimida.
—¿Quieres tener pareja?
—No. —respondió Cory, con toda seguridad.
—Pero, si acabas de decir… ¿Entonces por qué usaste ese tono?
—¿Cuál tono?
—Ese tono de voz tan deprimido cuando dijiste lo de no tener pareja.
—Ah, eso es porque no quiero una pareja, —se mete otro puñado de papas en la boca— quedo un harem.
—…
Las dos nos miramos un instante antes de seguir conversando.
—Bien, hablemos de otra cosa. Tus características físicas, ¿cómo eres físicamente?
—¿Es que no tienes ojos?
—CORY, coopera.
—Ok, ok. A ver… Soy rubia, mido uno setenta, tengo ojos bonitos, ¡y la piel blanca como el marfil!
Esto último lo dijo poniendo su rostro entre sus manos mientras imitaba la voz femenina más cliché que se le ocurrió. Yo solo le sostuve la mirada, en silencio.
—Ok, tengo el tatuaje de una araña en el pecho, —continuó, bajándose un poco el cuello de su camiseta, dejando ver la cabeza y las patas superiores de una araña— no me gusta nada, pero ahí está. También tengo la costumbre de llevarlo tapado, así que, además de nosotras y la pandilla, nadie sabe que está allí.
—Pero, si lo odias, ¿por qué te hiciste ese tatuaje?
Cory enseña una sonrisa traviesa antes de contestar.
—Dejémoslo en que fue por amor.
—… Por una calentura, querrás decir.
—Déjame mujer, por un papi así una hace cualquier cosa.
—… Puede que eso no haya sonado tan bien como te imaginas.
Una voz se oyó al fondo, una voz que la llamaba.
—Parece que vienen a buscarte.
—Jo, no alcancé a contarles nada de mi pasado.
—Bueno, la vida de una delincuente es ocupada.
—… Siguiendo la tradición familiar no más… —Eso último lo dijo con una sonrisa, pero sin demasiado orgullo.
La voz se volvió a oír más fuerte, y ya claramente se pudo distinguir a quien pertenecía.
—Ay, y hablando de delincuentes, ya mandaron a ese enano a buscarme. —Continuó.
—Saben que es al único al que le tienes miedo.
—Lógico, es el único al que no puedo derrotar.
—¿El único? —Pregunté con evidente suspicacia— ¿y qué me dices del jefe?
—Ay, a ese papi lo puedo enfrentar cuando me lo pidas mi amor.
—¡Hablo de en batalla!
—Y yo hablo en general.
—¡CORY! —Interrumpió el "enano", asomando la cabeza por la puerta— ¿cuántas veces quieres que te llame?
—Preferiría que no me llamaras. —Pensó Cory, pero no lo dijo. No es tonta, a pesar de lo que parezca.
—El jefe nos está llamando. ¡Apresúrate por favor! —Y cerró la puerta tras él.
—Ay el jefe… Si viniera a pedírmelo personalmente no me tardaría tanto, eso es seguro.
—Yo que tú le obedecería.
—Ya oí. Maldito enano…
Cory acabó de colocarse la sudadera, se ató los cordones de las deportivas y partió, no sin antes despedirse, con un guiño, del espejo frente a ella.
—Me pregunto cuántos charlarán consigo mismos como lo hago yo.
Me dije antes de salir, con las manos en los bolsillos de la sudadera, y mi pelo rubio haciendo vaivenes sobre mi espalda; pero no encontré la respuesta. La imagen del psicópata con ojos de chucho, que tenía por jefe, nublaba mis pensamientos.
—Esto está empezando a volverse molesto. Espero, sinceramente, no estar enamorada.
—Más te vale. —Me respondí, antes de abrir la pesada puerta del salón donde el jefe nos esperaba.

[Fresita-Kpop-SweetMoa]

Reto 2.

Allí estaba yo, como todos los días,
cada mañana, dándote ánimo, cargando tu pila al cien, cada vez que te acarcabas necesitando de mi, aumentabas mi deseo de no dejarte nunca. Aunque aveces me sentía simple y sin escencia, usado y olvidado, vez tras vez volvia a dar la vida por ti, sé que en tu interior habia algo que deseaba tenerme cerca. Cada vez que acercabas tus labios y sonreias al percibir mi aliento el corazón me latía al mil.
Yo sólo queria estar así, contigo, aunque aveces me dejaras medio vacio, amaba poder llegar hasta tí y escucharte suspirar de alegría. Mi vida adquirió sentido cuando de la nada dijiste, "amo el olor del café".
¡Por fin supe que me amabas!...

[Sunnako]

Ave enjaulada


¿Quién soy, preguntas? Soy una pluma a la deriva, eso soy, descendiendo en vaivén desde lo alto del cielo hacia la dura superficie de la tierra, pero nunca llego a tocarla. El cielo me ha desterrado, y el mundo tampoco me recibe; sigo cayendo.


No te dice mucho, ¿verdad? Es que nunca podré decirte, exactamente, quién soy, pero podré decirte, decir algo. Porque soy el que narra, pero no lo narrado, como todos (creo). Lo sé porque, cuando intento narrarme a mí mismo, como ahora, al final acabo con una ficción más. De todas formas, me gustan las ficciones; de niño amaba la tele y los cómics, aunque luego me decían raro porque se me pegaba la forma de hablar de mis personajes favoritos. También tenía la cabeza llena de ideas locas gracias a las cosas que veía. Las ideas locas abren la puerta a aventuras en la ficción, pero, en la realidad, salvando excepciones, solo abren la puerta a fracasos.


¿Me preguntas qué narro cuando intento narrarme a mí mismo? En el trabajo, narro al oficinista simpático, disciplinado, a veces algo torpe porque se distrae con facilidad (generalmente, mirando por la ventana junto a su escritorio), el que no sabe decir que no, incluso cuando le piden que haga el trabajo de otros. A veces narro al hijo, al hermano, al amigo, al anónimo que se pasea por la ciudad con la mirada perdida... He narrado también al niño a quien su padre le rompió sus poemas porque se rehusaba a que su hijo fuera un simple escritor. He narrado también al que soñaba con una vida apasionante, llena de aventuras y de compañías emocionantes, pero al final tuvo que contentarse con una vida de trabajo duro para poder cuidar de su madre con discapacidad y de sus hermanas menores.


He narrado a muchos personajes, y muchas veces me he dicho que soy ellos, pero sé que no es así. Yo estoy en otra parte, más arriba, aún deslizándome por el cielo, como una pluma extraviada, viendo un mundo que, desde arriba, luce más bello. Es un mundo que nadie más logra ver, y disfruto poder verlo, a pesar del terror que me produce la caída.

[gibrangomez]

Personaje airoso


Mi nombre es Miguel. Me encuentro rodeado de mucha gente, algunos amigos y otros desconocidos, siempre sonriendo, aunque no entendió los temas de conversación. Me gusta estar con amigos, pero después de un rato, llega el momento en el que mi mente se desconecta del mundo real y me transporta a un sinfín de mundos donde encontraba mi paz.
Disfruto mucho viajando por estos mundos, me hacen sentir vivo y libre, como siempre he querido. Es aburrido quedarse sentado escuchando temas que no son de mi interés, prefiero estar haciendo otra cosa que mantenga mi mente ocupada, en vez de quedarme dormido con temas triviales. De vez en cuando, salgo a dar paseos o me siento en las bancas del parque para respirar el aire fresco, aunque algo contaminado por la ciudad, esto me hace entrar en mis pensamientos y hace que me calme y relaje un poco, pues vivo en esta ciudad donde todo pasa muy rápido y nadie se detiene a disfrutar los pequeños momentos que la vida te da.
Habiendo dicho eso, mi más grande sueño es viajar, conocer nuevos lugares, y aunque no soy una persona sociable, conocer gente nueva, porque quisiera transmitir mis conocimientos, al igual que quisiera aprender de los demás. No es por presumir, pero siempre he sido bueno escuchando, cuando mis amigos tienen un problema, soy el primero al que buscan, aunque no yo no diga una sola palabra, solo el sentir que alguien los escucha, les trae paz. Y eso quiero dejarle al mundo.

[KrizarAshiel]

El viento siempre ha sido mi amigo, mi confidente silencioso. Lo siento ahora, acariciando mi piel, enredándose en mi cabello, moviéndome como si yo misma fuera parte de él. No soy dueña del aire, él no puede ser poseído, pero lo comprendo, lo respiro, lo domino con una danza que me viene tan natural como el latido de mi corazón. Es en el viento donde se encuentra la verdadera libertad.
Mi magia, este don que fluye en mí, no es algo que invoco a la fuerza. No, sería como tratar de atrapar una brisa en las manos. Mi poder es como mi espíritu: indómito, etéreo. Lo siento deslizarse por mis dedos cuando lo llamo, se eleva conmigo, me envuelve y me sostiene. No me ata a la tierra, me libera. Me hace ligera, más ligera que cualquier pensamiento oscuro, más ligera que el peso del pasado. Es en esos momentos, cuando floto apenas tocando el suelo, cuando sé que soy una con el viento.
La libertad es más que moverme a donde deseo, es ser quien soy sin límites, sin las barreras que otros imponen. El aire nunca está quieto, nunca se conforma, siempre está buscando nuevos horizontes. Yo soy igual. No soy de nadie y nadie puede atraparme. Como el viento, estoy aquí y allá, siempre moviéndome, siempre cambiando. Es en ese movimiento eterno encuentro mi esencia.
No necesito cadenas ni caminos marcados. Mi destino lo dibujo en el viento, lo sigo a mi manera. Y cuando el viento me susurra, me dice que siga adelante, que el mundo es amplio y lleno de posibilidades. Ser libre no es escapar, es fluir, dejar que el viento me lleve, confiar en que me llevará justo donde debo estar.
En la magia del aire, encuentro el eco de mi alma. Silphi me llama mi madre, el viento, libre en cada soplo, en cada suspiro.

[Picafresa]

Carrera en las alturas

—¡Corredores a la línea de partida!
Soy el número 8 entonces mi lugar debe estar por aquí, ay no, ¿porque me toca ir al lado de un tipo tan grande y aterrador?, ¡ah! me está mirando, ¿Que hago? ¿Lo saludo o...
—¡Corredores monten sus aves!
— Ya es hora Gibby, veo que estás emocionada, también yo.
—¿Preparados?, ¿Listos?, ¡Fueraa!
—¡Arriba!
La vista es impresionante, aquí arriba me siento tan libre y...
—¡Fuera de mi camino niño!
—¡Ah!
Ese tipo casi choca con nosotros, que bueno que pudimos esquivarlo.
—Perdón Gibby, me distraje un poco, tranquila no dejaré que te lastimen.
Eso estuvo cerca, ellos nos atacarán con todo, tengo que estar alerta.
—A la derecha, ahora a la izquierda, muy bien.
Ay que esquivar sus ataques por ahora, debemos ahorrar energía para las siguientes rondas.
—Iremos más abajo ten cuidado con los árboles Gibby.
Estamos en séptimo lugar, eso es bueno pero tenemos que hacerlo mejor si queremos ganar.
El viento cambió de dirrección, hay que volar más alto.
—Aprovechemos la corriente de aire, ¡Arriba, ya!
—¡Si!, logramos pasar a uno, sigamos así.
Ya puedo ver las banderas rojas en el mástil, la primera ronda casi termina, tenemos que agarrar una o quedaremos eliminados.
—¡Vamos por esa bandera!

[VerumSpina]

II
Llego demasiado pronto al cuarto. Parecería que estoy huyendo de algo, y si así fuera, como insinuó Gabriel hace años, lo he estado haciendo toda mi vida.
Así camino yo, rápido, sin detenerme. Incluso en aquellos momentos, cuando deseaba ir al ritmo lento y titubeante de Luisa, me sobrepasaba este impulso de avanzar, de irme, de no estar.
Hoy quise ser diferente y tomé el camino largo, quise pararme frente a la naturaleza muerta de la ciudad, que no me inspira belleza alguna, y entender esa obstinación de los demás por verme así, de pie, sin hacer nada.
Pensé en volver atrás, regresar al internado, a Luisa, a su pastel. Esperar a Gabriel y tomarnos mi tan anhelada foto familiar.
Pero sus rostros serían claros, como siempre, como si con mi entrada una ráfaga apagara las dieciséis velas, las sonrisas y ambos tuvieran que correr a ponerse suéter a regañadientes.
No. No volví. Seguí y ahora estoy aquí, mirando al reloj aún embarazado con nueve horas antes de que la noche llegue y me desespero. Me asfixio.
Me molestan las paredes más que los tacones y así como entré salgo del cuarto.
Quizá sí esté huyendo de algo, y sea de mí misma.
"El cuarto..."
Luisa dijo algo. Lo dijo bajo, imaginando que no la escuchaba por ya estar cerrando la puerta, o que no me importaba:
"El cuarto, claro. Tú a nada le llamas casa".