Primer Viaje fuera de Chile. Destino: Venecia

Para mi primera salida fuera del país, la elección del destino estaba inconscientemente tomada desde siempre: Italia. Afortunadamente, se dieron todas las condiciones y, a mis 52 años, finalmente tuve la oportunidad de viajar junto con Leila.

El viaje se planificó con cerca de cinco meses de anticipación. Compramos solo los pasajes de ida, con destino final en Venecia. Luego organizamos los tiempos y lugares que visitaríamos.

Al salir de Chile, solo teníamos check-in confirmado para los tramos Santiago–São Paulo y São Paulo–Frankfurt, pero no para el último trayecto: Frankfurt–Venecia. Intentamos contactar a Lufthansa en São Paulo, ya que esa aerolínea operaba el último tramo, pero no fue posible.

Ya en Frankfurt, la policía fue bastante rigurosa. Nos pidieron detalles de los alojamientos, comprobante de fondos y nos hicieron algunas preguntas. Por suerte, había visto videos recomendando llevar el itinerario impreso, lo cual fue clave. Mostrar todo en el celular habría sido engorroso en ese momento.

Por el tiempo que tomó este trámite, tuvimos que correr —literalmente— por el aeropuerto para encontrar una oficina de Lufthansa y conseguir el ticket del último vuelo.
Nota: el aeropuerto de Frankfurt es gigantesco.

Finalmente llegamos a nuestro destino. Elegimos el alojamiento pensando en que estuviera cerca del centro de Venecia, usando Google Maps para calcular las distancias. Para llegar a la ciudad lo más tradicional es hacerlo en bote. Los transfers salen desde el aeropuerto y recorren distintos puntos, así que es importante saber cuál parada queda más cerca del hotel y tomar el bote correcto.

A diferencia de otros aeropuertos donde uno sale a la calle a tomar un transfer, aquí se sale al canal. Así, la primera experiencia veneciana comienza desde el minuto uno.

Una vez llegamos a la parada, nos guiamos nuevamente por Google Maps para encontrar el hotel. Venecia tiene muchísimas calles, todas peatonales, lo que puede convertirse en un verdadero laberinto. Realmente no entiendo cómo lo hacían antes, sin tecnología.

Pasaron cerca de 23 horas desde la salida en Santiago hasta llegar al hotel en Venecia. Era de noche, pero no queríamos perdernos la oportunidad de conocer la ciudad. Caminamos hacia nuestro primer destino: la Plaza San Marcos, cruzando el famoso Puente de Rialto. Un imperdible.

Mi primer viaje fuera de Chile no fue fácil. El destino no era cualquiera, pero todo salió increíblemente bien. Así que decidimos celebrarlo como se debe: con una auténtica pizza y una cerveza italiana.

Genial.