¿Cómo llegar a realizar la caridad con los más pobres?

Os presentamos un programa más del Padre Michel Marie. En el espacio de hoy el Padre nos plantea la pregunta de cómo realizar la caridad de manera equitativa en relación a nuestros medios. Para responder a esta cuestión, el Padre nos explica que cada uno de nosotros debemos compartir justamente en la misma medida lo que poseemos. "Sin imitar a San Martín, quien donó la mitad de su abrigo al primer pobre que encontró", explica el Padre.

Se trata al final, de ser generosos. Por otro lado, es verdad que en muchas ocasiones las personas nos desentendemos aludiendo a que ofrecemos nuestro tiempo, nuestra sonrisa, que es también necesaria para los más necesitados. "Esto está muy bien pero no por ello no nos haga excluir el poder compartir nuestro dinero. El ser tacaño no sólo es un defecto de villanos, sino una tara heredada del pecado original que corrompe las relaciones entre los hombres", explica el Padre.

El amor al dinero, el deseo de acumular bienes humanos, destruye los vínculos. "No sólo los que podríamos anudar con los miserables sino también con nuestros amigos". Y es que la generosidad es una de las más bellas virtudes humanas. "Quien no la honra sale del ámbito humano para perder su belleza. Cada uno de nosotros debería dar cada mes al menos dinero a cualquier obra caritativa". Al final son obras que nos hacen bien y mejoran como personas. Este tipo de gestos como dice el Padre, son gestos que le gustan a Cristo.

¡No te pierdas el programa completo!



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©Mater Mundi TV

[melgon]

Para eso no hace falta ser reliogioso. Muchos ateos lo hacemos y no teenmos por qué vestirnos de sotanas negras ni disfrazarnos. Vestimos como los pobres. Incluso muchos somos pobres.

“ Irremplazables en el amor ”

Tantas obras de nuestra iglesia y tantas instituciones católicas de ayuda en todo el mundo
Tantos niños y jóvenes con hambre de amar y ayudar a los más necesitados
En una nueva cruzada mundial de caridad evangelizadora y auto evangelizante para acudir a los pobres y mendigos de la calle, a los niños sin padre en los orfanatos, a los ancianos de los asilos, a los enfermos en los hospitales

Paz y Bien