Piel saludable en los bebés

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Cómo mantener saludable la piel de tu bebé

La piel de los bebés es muy delicada y requiere de ciertos cuidados para mantenerse suave y saludable. A pesar de ser más suave, el organismo de los bebés producen menos aceites e hidratantes naturales, por lo que pierden humedad más rápido y los agentes externos (fragancias, químicos, entre otros) la afectan.

En pocas palabras, la piel de los bebés es mucho más vulnerable que la de los adultos. La irritación, la sequedad y la incomodidad los puede perjudicar.

Si eres padre y estás interesado en consejos para cuidar la dermis de tu bebé, aquí te diremos cómo mantener saludable la piel de tu bebé.

¡Toma nota de estas recomendaciones para tu bebé!

Hay que darles baños delicados y con buenos productos

Los pediatras señalan que los baños de los bebés deben ser breves. Se debe utilizar una pequeña cantidad de jabón neutro o que tenga poco ácido; también es recomendable que sea sin perfume y no alcalino.

Para los bebés recién nacidos los baños diarios no son necesarios, ya que la piel sana de un recién nacido tiene mecanismos de auto limpieza y el baño frecuente puede provocar irritaciones.

Si los padres, por otro lado, deciden bañarlo cada cierto tiempo, lo ideal es no usar shampoo o geles que sean agresivos con su piel.

No olvides el área del pañal

Usar diariamente pañal provoca que la zona inferior del bebé sea más vulnerable y propensa a la aparición de bacterias y salpullido. Para evitar que esto sucede, es importante limpiar bien esta área y procurar que esté seca.

Para que el área inferior del bebé quede totalmente seca hay que usar toallas absorbentes. Posteriormente, hay que colocar cremas antirozaduras y después poner el pañal.

También se recomienda dejar al bebé sin pañal por un tiempo no tan largo, con la intención de que la piel respire.

Los masajes ayudarán mucho

El tacto, aunque no lo parezca, tiene mucha importancia en el desarrollo temprano del cerebro y tiene un impacto positivo en los resultados del desarrollo neurológico. Brinda mejores ciclos de sueños y genera un vinculo afectuoso entre la madre (o el padre) y el hijo.

Lave la ropa con productos que no sean agresivos

Los productos químicos para lavar ropa, normalmente, tienen químicos y fragancias que pueden irritar la piel de los bebés. Antes de lavar la ropa es de suma importancia comprobar que los productos sean amigables para piel sensible, que no contengan fragancias y que sean hipoalergénicos.

Y esto no es solo para la ropa y las cobijas del bebé, también es para las prendas de toda la familia, porque el niño recibe mimos y abrazos de todos.

Los bebés no pueden ser expuestos directamente al sol

Hay que evitar exponer directamente al sol a los bebés recién nacidos. La piel de los bebés más pequeños es más sensible a los efectos negativos de los rayos ultravioleta. Una forma de que el niño “tome el sol” es colocarlo, mientras come, en un lugar donde el resplandor del sol le pegue indirectamente.

Hay que evitar, eso sí, que les dé la luz del sol que está de las 9:00 de la mañana a las 3:00 de la tarde.

Usar emolientes es bueno

Los emolientes son recomendados por los pediatras para los niños recién nacidos. Indican que se deben usar después del baño. Estos productos, que se pueden conseguir en cualquier farmacia, evitan la deshidratación de la piel.

No someta al bebé a altas temperaturas

El calor excesivo puede provocar erupciones de color rojo en la piel del bebe. Esto ocurre porque las glándulas sudoríparas ecrinas no son efectivas y no expulsan el sudar como deben hacerlo. Lo correcto es mantener al bebé fresco, con ropa hecha de algodón y en una temperatura ambiente adecuada.

Procure usar productos naturales

Seguramente te encontrarás con productos que se presentan como “ideales para bebés”, pero tienes que tener cuidado: no todos cumplen con eso. Antes de adquirir algún producto, chequea los ingredientes que lo componen. Lo mejor es que compres cosas de origen natural.

Siguiendo estos consejos, podrás mantener saludable la piel de tu bebé. Y, por supuesto, no dejes de llevarlo a chequeos pediátricos de manera periódica.

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