Alma enseña a Coriantón acerca de la justicia y la misericordia de Dios | Alma 42

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Alma, hijo, le dice a su hijo Coriantón que Jesucristo vendrá al mundo para redimirnos de nuestros pecados. Le habla de la Resurrección, el juicio de Dios y la justicia y la misericordia de Dios. Alma exhorta a Coriantón a clamar al Salvador pidiendo perdón.

Basado en Alma 42:1–2, 22–25, 29–31.

Alma 42
1 Y ahora bien, hijo mío, percibo que hay algo más que inquieta tu mente, algo que no puedes comprender, y es concerniente a la justicia de Dios en el castigo del pecador; porque tratas de suponer que es una injusticia que el pecador sea consignado a un estado de miseria.

2 He aquí, hijo mío, te explicaré esto. Pues, he aquí, luego que el Señor Dios expulsó a nuestros primeros padres del Jardín de Edén, para cultivar la tierra de la que fueron tomados, sí, sacó al hombre, y colocó al extremo oriental del Jardín de Edén querubines, y una espada encendida que daba vueltas por todos lados, para guardar el árbol de la vida,

22 Mas se ha dado una ley, y se ha fijado un castigo, y se ha concedido un arrepentimiento, el cual la misericordia reclama; de otro modo, la justicia reclama al ser humano y ejecuta la ley, y la ley impone el castigo; pues de no ser así, las obras de la justicia serían destruidas, y Dios dejaría de ser Dios.

23 Mas Dios no cesa de ser Dios, y la misericordia reclama al que se arrepiente; y la misericordia viene a causa de la expiación; y la expiación lleva a efecto la resurrección de los muertos; y la resurrección de los muertos lleva a los hombres de regreso a la presencia de Dios; y así son restaurados a su presencia, para ser juzgados según sus obras, de acuerdo con la ley y la justicia.

24 Pues he aquí, la justicia ejerce todos sus derechos, y también la misericordia reclama cuanto le pertenece; y así, nadie se salva sino los que verdaderamente se arrepienten.

25 ¿Qué, supones tú que la misericordia puede robar a la justicia? Te digo que no, ni un ápice. Si fuera así, Dios dejaría de ser Dios.

29 Y ahora bien, hijo mío, quisiera que no dejaras que te perturbaran más estas cosas, y solo deja que te preocupen tus pecados, con esa zozobra que te conducirá al arrepentimiento.

30 ¡Oh hijo mío, quisiera que no negaras más la justicia de Dios! No trates de excusarte en lo más mínimo a causa de tus pecados, negando la justicia de Dios. Deja, más bien, que la justicia de Dios, y su misericordia y su longanimidad dominen por completo tu corazón; y permite que esto te humille hasta el polvo.

31 Y ahora bien, oh hijo mío, eres llamado por Dios para predicar la palabra a este pueblo. Ve, hijo mío; declara la palabra con verdad y con circunspección, para que lleves almas al arrepentimiento, a fin de que el gran plan de misericordia pueda reclamarlas. Y Dios te conceda según mis palabras. Amén.
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Комментарии
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La misericordia no le puede robar a la justicia. Me consterna el amor de Alma hacia sus hijos y la forma de amonestarlos, cuanto amor hay en el corazón de un buen padre❤️

ednahenrriquez
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Hermoso mensaje me encanta el Libro de Mormon

isabelgarcia
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Que hermoso es Nuestro Libro de Mormón y los Profetas!

anamariaricotoro
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Segundo... hoy nos incorporamos de nuevo a la capilla, qué maravilla....

auracastillo
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El otro testamento de Jesus.
Es real y muy importNte para mi
Gracias

shortsJeongJiaecanal