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Chica Sobresalto - Virgen de la Luz

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La Virgen de la Luz, es la del pueblo de mi abuela, Alconchel, en Badajoz. Una tierra preciosa, extrema y dura, como canta el gran Robe. Si de algo me alegro es de haber escuchado todas y cada una de las historias de mi abuela Leo, antes de que le diera el ictus que la dejó sin voz. El símbolo de este disco lo marca ella y lo marca esta canción en especial. Es una X. Ni a Leopolda ni a muchas mujeres de su generación y clase, les enseñaron a leer y escribir. Siempre he pensado muchísimo en esto, y con los años, estoy segura de que las apartaron de la cultura porque sabían que eran poderosas. Así que esta canción va por todas las mujeres que siempre tuvieron que firmar con un X. Por el castillo de Miraflores, los higos chumbos y la tierra de los olivos. A Extremadura entera.
Letra:
No te enseñaron a leer, para servir no hacía falta.
Te quisieron analfabeta porque conocían tu poder.
El verde de los olivos en la piel,
Las espinas de los higos chumbos en la herida,
Háblame de aquel cortijo otra vez,
Del amor que pudo pero nunca fue.
Descalcita por la calle al castillo de Miraflores,
Obediente, santa y pura, siempre esperando a que dios se lo pague.
Los bailes en el terrero los domingos,
El dulce sabor de las flores y pestiños.
Te casaron a escondidas aquel diciembre
Porque algo se movía, el pecado en tu vientre.
Descalcita por la calle, al castillo de Miraflores,
Obediente, santa y pura, siempre esperando a que dios se lo pague.
Tus pechos desiguales por aquel cancer (dura),
Siempre al servicio de algún hombre (extrema y dura)
Dedos unidos por la sindactilia (dura).
Con lo que yo he corrido (extrema y dura)
Ai coño, extrema y dura.
Letra:
No te enseñaron a leer, para servir no hacía falta.
Te quisieron analfabeta porque conocían tu poder.
El verde de los olivos en la piel,
Las espinas de los higos chumbos en la herida,
Háblame de aquel cortijo otra vez,
Del amor que pudo pero nunca fue.
Descalcita por la calle al castillo de Miraflores,
Obediente, santa y pura, siempre esperando a que dios se lo pague.
Los bailes en el terrero los domingos,
El dulce sabor de las flores y pestiños.
Te casaron a escondidas aquel diciembre
Porque algo se movía, el pecado en tu vientre.
Descalcita por la calle, al castillo de Miraflores,
Obediente, santa y pura, siempre esperando a que dios se lo pague.
Tus pechos desiguales por aquel cancer (dura),
Siempre al servicio de algún hombre (extrema y dura)
Dedos unidos por la sindactilia (dura).
Con lo que yo he corrido (extrema y dura)
Ai coño, extrema y dura.
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