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Momentos Incómodos De Barron Trump Que Fueron Captados Por Millones De Personas
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Todos los adolescentes tienen momentos vergonzosos, ¡incluso si son hijos de un ex presidente! Desde un golpe de mano en un desfile hasta un fallo al chocar los cinco, estos momentos incómodos de Barron Trump fueron vistos por millones de personas.
En los cuatro años de mandato de Donald Trump, el mundo aprendió mucho sobre su obsesión por el golf, su preferencia por la Coca-Cola light y su afición por usar mayúsculas en sus tweets. Pero el único tema que siguió siendo un misterio fue el hijo menor de Trump, Barron. Los hijos mayores de Trump, Donald Jr., Ivanka, Eric y Tiffany, ayudaron en la campaña de su padre, mantuvieron en marcha sus negocios privados e incluso sirvieron en su administración. Pero Barron se mantuvo alejado del ojo público para que pueda disfrutar de una vida normal.
Se dice que su madre, Melania Trump, es especialmente protectora con él. El último reconocimiento público por parte de ella a su hijo fue un tweet en marzo del 2021. Publicando una foto de globos con el número 15, ella escribió simplemente: "Feliz cumpleaños BWT".
Ahora adolescente, Barron cursa el tercer año en la Oxbridge Academy, una escuela privada cercana a su casa de Mar-a-Lago. De momento, no hay indicios de que pretenda mantener un perfil más público si su padre recupera la presidencia en el 2024. De hecho, podría pasar aún más desapercibido, ya que quizá estará en la universidad la mayor parte de la próxima legislatura. Pero a pesar de que sus padres trataron de preservar su privacidad, hubo algunas ocasiones en las que se vio a Barron actuando conforme a su edad.
A todos nos gusta pensar que nuestros hijos se aferran a cada palabra que decimos, pero, claro, eso no es del todo cierto. Incluso los hijos de los ricos y poderosos tienen momentos en los que no escuchan a mamá ni a papá. Ese fue el caso de Barron Trump en julio del 2016, cuando asistió a un acto de campaña de su padre. Con solo 10 años, Barron estaba sentado en una fila con su madre y varios miembros de su familia. Así que no tuvo oportunidad de escapar de la sala... ni de las cámaras de TV.
En el discurso, ABC News captó a Barron con cara de poco entusiasmo al oír a su padre hablar de temas políticos. Se frotó el brazo del asiento con la manga. Bostezó. Incluso sacudió su botella de agua. Melania miró brevemente a su hijo, pero prefirió no corregirlo públicamente. Los comentaristas del vídeo de YouTube simpatizaron con el preadolescente. Un espectador escribió:
"Pobre chico, solo quiere ir a casa y jugar Minecraft".
Para ser justos, nadie le preguntó a Barron Trump si quería ser quitado de su penthouse de Manhattan y ser obligado a empezar de nuevo en Washington. Nadie le dijo nada sobre las reglas que los hijos de presidentes deben obedecer, como tener que ser seguidos a todas partes por un destacamento del Servicio Secreto y no poder salir de la Casa Blanca sin vigilancia. Así que el hecho de que no estuviera muy entusiasmado el día de la toma de posesión de su padre es algo totalmente entendible.
Tras los rituales, la música y los discursos de la toma de posesión, la familia Trump realizó el tradicional recorrido por la Avenida Pensilvania hasta la Casa Blanca. Caminando por delante de sus padres, Barron sonreía y saludaba a la multitud. En un momento dado, el desfile giró en una esquina, llevando al preadolescente junto a su madre. En un momento incómodo captado por las cámaras de TV, Melania tendió la mano izquierda a Barron, quien rápidamente la apartó. Tal vez pensó que agarrar la mano de su madre en público era muy infantil para un niño de 10 años. Sea cual sea la razón, fue un momento incómodo en un día por lo demás triunfal.
La muestra pública de afecto rechazada no fue el único hecho vergonzoso de Barron el Día de la Inauguración. Luego en la ceremonia, las cámaras captaron a la recién nombrada primera dama tratando de conectar con su hijo una vez más. Pero lo que debía ser un momento para chocar los cinco se volvió una secuencia de fallos. Melania levantó la mano, Barron no. Ella bajó la mano, él subió la suya. Ella volvió a levantar la suya, él se dio la vuelta. Luego, Barron se volvió a dar la vuelta y se balanceó, casi golpeando a su madre en el brazo. Quizá si Donald Trump vuelve a ser elegido, su esposa e hijo trabajen en su sincronización para enero del 2025.
En los cuatro años de mandato de Donald Trump, el mundo aprendió mucho sobre su obsesión por el golf, su preferencia por la Coca-Cola light y su afición por usar mayúsculas en sus tweets. Pero el único tema que siguió siendo un misterio fue el hijo menor de Trump, Barron. Los hijos mayores de Trump, Donald Jr., Ivanka, Eric y Tiffany, ayudaron en la campaña de su padre, mantuvieron en marcha sus negocios privados e incluso sirvieron en su administración. Pero Barron se mantuvo alejado del ojo público para que pueda disfrutar de una vida normal.
Se dice que su madre, Melania Trump, es especialmente protectora con él. El último reconocimiento público por parte de ella a su hijo fue un tweet en marzo del 2021. Publicando una foto de globos con el número 15, ella escribió simplemente: "Feliz cumpleaños BWT".
Ahora adolescente, Barron cursa el tercer año en la Oxbridge Academy, una escuela privada cercana a su casa de Mar-a-Lago. De momento, no hay indicios de que pretenda mantener un perfil más público si su padre recupera la presidencia en el 2024. De hecho, podría pasar aún más desapercibido, ya que quizá estará en la universidad la mayor parte de la próxima legislatura. Pero a pesar de que sus padres trataron de preservar su privacidad, hubo algunas ocasiones en las que se vio a Barron actuando conforme a su edad.
A todos nos gusta pensar que nuestros hijos se aferran a cada palabra que decimos, pero, claro, eso no es del todo cierto. Incluso los hijos de los ricos y poderosos tienen momentos en los que no escuchan a mamá ni a papá. Ese fue el caso de Barron Trump en julio del 2016, cuando asistió a un acto de campaña de su padre. Con solo 10 años, Barron estaba sentado en una fila con su madre y varios miembros de su familia. Así que no tuvo oportunidad de escapar de la sala... ni de las cámaras de TV.
En el discurso, ABC News captó a Barron con cara de poco entusiasmo al oír a su padre hablar de temas políticos. Se frotó el brazo del asiento con la manga. Bostezó. Incluso sacudió su botella de agua. Melania miró brevemente a su hijo, pero prefirió no corregirlo públicamente. Los comentaristas del vídeo de YouTube simpatizaron con el preadolescente. Un espectador escribió:
"Pobre chico, solo quiere ir a casa y jugar Minecraft".
Para ser justos, nadie le preguntó a Barron Trump si quería ser quitado de su penthouse de Manhattan y ser obligado a empezar de nuevo en Washington. Nadie le dijo nada sobre las reglas que los hijos de presidentes deben obedecer, como tener que ser seguidos a todas partes por un destacamento del Servicio Secreto y no poder salir de la Casa Blanca sin vigilancia. Así que el hecho de que no estuviera muy entusiasmado el día de la toma de posesión de su padre es algo totalmente entendible.
Tras los rituales, la música y los discursos de la toma de posesión, la familia Trump realizó el tradicional recorrido por la Avenida Pensilvania hasta la Casa Blanca. Caminando por delante de sus padres, Barron sonreía y saludaba a la multitud. En un momento dado, el desfile giró en una esquina, llevando al preadolescente junto a su madre. En un momento incómodo captado por las cámaras de TV, Melania tendió la mano izquierda a Barron, quien rápidamente la apartó. Tal vez pensó que agarrar la mano de su madre en público era muy infantil para un niño de 10 años. Sea cual sea la razón, fue un momento incómodo en un día por lo demás triunfal.
La muestra pública de afecto rechazada no fue el único hecho vergonzoso de Barron el Día de la Inauguración. Luego en la ceremonia, las cámaras captaron a la recién nombrada primera dama tratando de conectar con su hijo una vez más. Pero lo que debía ser un momento para chocar los cinco se volvió una secuencia de fallos. Melania levantó la mano, Barron no. Ella bajó la mano, él subió la suya. Ella volvió a levantar la suya, él se dio la vuelta. Luego, Barron se volvió a dar la vuelta y se balanceó, casi golpeando a su madre en el brazo. Quizá si Donald Trump vuelve a ser elegido, su esposa e hijo trabajen en su sincronización para enero del 2025.
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