filmov
tv
¿Cómo materializar tu abundancia? - Enric Más Cerca [19]
Показать описание
Mas allá de los límites de nuestro cuerpo, existe una conexión entre nosotros y lo que nos rodea.
Estamos vinculados en una unidad, en la que cada aprendizaje individual supone una ventaja evolutiva para la especie.
Nunca estuvimos separados, todo está relacionado con todos. Desde la antigüedad se ha contemplado la idea de que estamos todos de alguna forma conectados por una especie de matriz, como sugirió Max Planck a la hora de recibir el premio Nobel de Física en 1944. Un campo de inteligencia universal que sustenta toda la materia y el mundo que percibimos como real.
Según Nassim Haramein, físico recientemente galardonado con el premio Einstein: “Un espacio holofractográfico es lo que da forma a todo constantemente, nos rodea, nos penetra y mantiene unida la galaxia.”. En esta línea, el Premio Nobel danés Gerard T´Hooft, y el físico de la Universidad de California Raphael Bousso, afirman que el origen de la naturaleza podría haber sido únicamente unos paquetes ultra-pequeños de información pura. Una información que ha ido expandiéndose desde el Big Bang y diversificándose hasta convertirse en los datos que generan nuestra realidad espacio/temporal actual.
Según el principio holográfico, no puede haber separación entre ninguna de las manifestaciones del universo, ya que son expresiones de la misma información. Estudiar cada una de las ciencias, cada parte de la manifestación del universo, como si no tuvieran relación entre sí, nos impide comprender la realidad en su totalidad. La física nos enseña cómo está estructurado el mundo, nos da explicaciones y predicciones de cómo funciona todo lo que nos rodea, empleando leyes que explican el mundo físico, nuestro universo particular y el universo en general; aunque tanto la física clásica como la física cuántica suelen ser aplicables únicamente en su propia escala de la realidad: el macrocosmos o el microcosmos.
Sin embargo, la física cuántica podría ser el soporte de todas las demás ciencias (biología, psicología, química…), lo que entrelazaría y daría cohesión a este «Todo» aparentemente separado en partes inconexas.
Todo lo que hay en el universo es información. Esta información se expresa a través de las partículas subatómicas que conforman nuestro cuerpo y los demás objetos sólidos.La Bioneuroemoción aboga y comprende que todo está interrelacionado, y trata a las personas como un todo, que forma parte de un sistema que va más allá de su propia persona física. Por lo que, para entender sus comportamientos e incluso las modificaciones orgánicas que pueda experimentar, hemos de estudiar las relaciones que establece con su entorno.
Rupert Sheldrake, investigador bioquímico británico, explica en su libro “Una nueva ciencia de la vida” (1981) una de las hipótesis más revolucionarias de la biología contemporánea: la Resonancia Mórfica. En ella habla de la idea de que las mentes de todos los individuos de una misma especie –incluido el ser humano- se encuentran unidas, formando parte de un mismo campo mental planetario. De este modo si un individuo de una especie animal aprende una nueva habilidad, les será más fácil aprenderla a todos los individuos de dicha especie. Y cuantos más individuos la aprendan, tanto más fácil y rápido les resultará al resto. Cuando se alcanza la masa crítica de aprendizajes en el campo, entonces se convierten en habilidades innatas de la especie.
Continua leyendo en nuestro blog:
¿Conoces nuestras otras redes sociales?
Estamos vinculados en una unidad, en la que cada aprendizaje individual supone una ventaja evolutiva para la especie.
Nunca estuvimos separados, todo está relacionado con todos. Desde la antigüedad se ha contemplado la idea de que estamos todos de alguna forma conectados por una especie de matriz, como sugirió Max Planck a la hora de recibir el premio Nobel de Física en 1944. Un campo de inteligencia universal que sustenta toda la materia y el mundo que percibimos como real.
Según Nassim Haramein, físico recientemente galardonado con el premio Einstein: “Un espacio holofractográfico es lo que da forma a todo constantemente, nos rodea, nos penetra y mantiene unida la galaxia.”. En esta línea, el Premio Nobel danés Gerard T´Hooft, y el físico de la Universidad de California Raphael Bousso, afirman que el origen de la naturaleza podría haber sido únicamente unos paquetes ultra-pequeños de información pura. Una información que ha ido expandiéndose desde el Big Bang y diversificándose hasta convertirse en los datos que generan nuestra realidad espacio/temporal actual.
Según el principio holográfico, no puede haber separación entre ninguna de las manifestaciones del universo, ya que son expresiones de la misma información. Estudiar cada una de las ciencias, cada parte de la manifestación del universo, como si no tuvieran relación entre sí, nos impide comprender la realidad en su totalidad. La física nos enseña cómo está estructurado el mundo, nos da explicaciones y predicciones de cómo funciona todo lo que nos rodea, empleando leyes que explican el mundo físico, nuestro universo particular y el universo en general; aunque tanto la física clásica como la física cuántica suelen ser aplicables únicamente en su propia escala de la realidad: el macrocosmos o el microcosmos.
Sin embargo, la física cuántica podría ser el soporte de todas las demás ciencias (biología, psicología, química…), lo que entrelazaría y daría cohesión a este «Todo» aparentemente separado en partes inconexas.
Todo lo que hay en el universo es información. Esta información se expresa a través de las partículas subatómicas que conforman nuestro cuerpo y los demás objetos sólidos.La Bioneuroemoción aboga y comprende que todo está interrelacionado, y trata a las personas como un todo, que forma parte de un sistema que va más allá de su propia persona física. Por lo que, para entender sus comportamientos e incluso las modificaciones orgánicas que pueda experimentar, hemos de estudiar las relaciones que establece con su entorno.
Rupert Sheldrake, investigador bioquímico británico, explica en su libro “Una nueva ciencia de la vida” (1981) una de las hipótesis más revolucionarias de la biología contemporánea: la Resonancia Mórfica. En ella habla de la idea de que las mentes de todos los individuos de una misma especie –incluido el ser humano- se encuentran unidas, formando parte de un mismo campo mental planetario. De este modo si un individuo de una especie animal aprende una nueva habilidad, les será más fácil aprenderla a todos los individuos de dicha especie. Y cuantos más individuos la aprendan, tanto más fácil y rápido les resultará al resto. Cuando se alcanza la masa crítica de aprendizajes en el campo, entonces se convierten en habilidades innatas de la especie.
Continua leyendo en nuestro blog:
¿Conoces nuestras otras redes sociales?
Комментарии