El papel de la juventud en la iglesia

Los jóvenes tienen un papel fundamental en la Iglesia Católica, son el presente vibrante y el futuro esperanzador. Son ellos quienes llevan adelante la llama del evangelio, infundiendo nueva vida, energía y relevancia en la fe católica. A través de su entusiasmo, creatividad y honestidad, pueden desafiar a la Iglesia a estar en constante renovación, a mantenerse fiel a sus principios y, al mismo tiempo, ser relevante en un mundo en constante cambio. Los jóvenes no son simplemente receptores pasivos de la fe, sino agentes activos en su transmisión. Su participación en la vida de la Iglesia va desde la asistencia a la misa, la oración y la participación en sacramentos, hasta su involucración en el servicio social y comunitario, la evangelización y la defensa de la justicia. La Iglesia necesita la valentía, el idealismo y la frescura de los jóvenes para seguir siendo el rostro visible de Cristo en el mundo de hoy.