Syngenta impulsa la producción boliviana

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Hernán Segovia, del área de Desarrollo Técnico de Mercados de Syngenta en Bolivia, destacó que este año fue la primera vez en que la empresa se presentó en la Feria Vidas, para mostrar al público en general todo su portafolio para la agricultura.
“En Syngenta Bolivia tenemos productos tanto la protección de cultivos como el área de semillas”, dijo e incluyó entre los primeros a las líneas que abarcan el tratamiento de semillas, herbicidas, insecticidas y fungicidas para cultivos extensivos los seis cultivos más importantes para Santa Cruz y también para todo Bolivia: soja, trigo, arroz, sorgo, girasol y maíz.
Indicó que en Bolivia “hay muchas similitudes con Argentina en cuanto a enfermedades” y ejemplificó que “en el cultivo de soja las principales son enfermedades de fin de ciclo, mancha anillada y Antracnosis. Roya está pasando a segundo plano”.
En el cultivo de sorgo dijo que Antracnosis es la principal enfermedad, mientras que en girasol alternaria y oídium ocupan ese lugar.
“El maíz no tenemos mucha problemática de enfermedades, ya que nuestro principal desafío son las plagas, las Spodoptera especialmente. Hay que recordar que nosotros no tenemos eventos dentro de este cultivo, solo tenemos convencionales. En el caso de gramíneas, el principal problema es el gusano cogollero”.
Syngenta a nivel global está desde el 2000 con la fusión de Novartis y Séneca, período que también ha recorrido en Bolivia.
“En los últimos 15 años hemos ido masificando el portafolio de productos para los distintos cultivos”, señaló Segovia.
“Al ser líder en la parte de innovación, Syngenta es clave en el lanzamiento de nuevas moléculas e ingredientes activos al mercado”, destacó y advirtió que “en Bolivia tenemos algunas limitaciones desde el punto de vista regulatorio, pero tenemos en vista el lanzamiento de cuatro productos para el 2023, que ya han sido lanzados en la Argentina y Paraguay. Sería la tecnología Plinazolin, que aquí se va a llamar Verdades; y también se lanzará Elatus Forte”.
Segovia resaltó que “el potencial de la agricultura en Bolivia es inmenso y va a seguir creciendo. Hoy el país tiene alrededor de dos millones de hectáreas en siembra y estimamos que en los próximos 10 años se puede duplicar esa área. Lo será conforme tengamos algunas liberaciones por parte del Gobierno en cuanto a tecnología de innovación genética”.
Finalmente señaló que un 60 por ciento de los productores de Bolivia son tradicionales, pero hay un 40 por ciento más tecnificado, al que “le gusta tener la tecnología nueva para poder elevar el potencial de rendimiento de sus campos”.
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