De máquinas a vapora los trenes eléctricos - Arq Graciela Moretti - Parte 1

En 1885 circuló por primera vez el ferrocarril en Mendoza. El tendido de la infraestructura demandó una serie de trabajos complejos que incluía además de la construcción de las vías y de todas las obras de arte necesarias: puentes, señales, túneles y cobertizos, la realización de las postas para el aprovisionamiento de agua y carbón para las máquinas, y el ascenso y descenso de pasajeros y cargas. Así surgieron las estaciones ferroviarias organizadas según su categoría o rango con aquellos edificios y
espacios utilitarios y también con las viviendas de los trabajadores. Los cambios en el sistema ferroviario a lo largo de casi un siglo y medio de servicio han transformado los núcleos y enclaves de forma radical. Los edificios han sido sub-ocupados y el uso se limita en algunos casos al ascenso y descenso desde los actuales trenes eléctricos. De un estudio que se está desarrollando desde la FAUD/UM, se desprende que más del 85% de bienes están degradados e incluso desmantelados, encontrando escasos ejemplos positivos de rehabilitación de conjuntos. La propuesta de recuperación de ramales podría ser una de las vías posibles para una recuperación integral de algunos circuitos, promoviendo a la vez, un tipo de transporte con bajas emisiones de carbono.