El Cuervo / Edgar Allan Poe / Narrado por Victor Civeira

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Poema "El Cuervo" de Edgar Allan Poe
Diseño de Audio Antonio Martínez
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MUY bien relatado..
Español correcto y agradable de oír.
Entonación emotividad, .
GRACIAS. UNA española.

reyesmercado
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wow...que tremenda voz tan acorde al ambiente lugubre y siniestro...tan oscuro...excelente combinación, voz y letras, gracias...

malinconiaduasternis
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Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es -dije musitando- un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor -dije- o señora, en verdad vuestro perdón imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente -me dije-, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha -le dije-.
no serás un cobarde.
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda -pensé-, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de “Nunca, nunca más.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir graznando: “Nunca más, ”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable -dije-, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! exclamé-, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! exclamé-, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! -le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

diegolacua
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Nunca mas... Seas profeta ángel o demonio.

Grande Poe, el poeta maldito, en su tiempo hubo quien dijo que Poe seria una moda y que en dos años lo olvidarían, estamos a qui a mas de ciento cincuenta años de su muerte visitando los sueños que ningún mortal se atreva jamas a soñar.

El tiempo puso a cada uno en su lugar a los mediocres los olvido y a los genios los encumbro.

juansantizo
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es muy bueno escucharlo con los ojos cerrados e imaginarte todo mientras escuchas el video

gerogriferv
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El narrador es un artista !!! Qué sensibilidad !!! Me encantó.
Yo vi en teatro a Alfredo Alcon interpretar a Edgar Allan Poe hace fácilmente 57 años o más ...placeres que me dio la vida...

isabelcasals
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Soberbio! 👏 Eso es dar vida a la fantasía más plutónicas. Amo todos los poemas y obras de Edgar Allan Poe.
Magnífica voz!

ninadarkpsycho
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honestamente, es muy imprecionante la forma de narrar, le da mas vida a la historia, me hizo apreciar de otra forma este poema, el narrador me dejo satisfecho. Facinante de verdad

ydmy
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Bravo, bravo. Simplemente magnífico. Estupendo, magistral. Grandioso. Arte, el venerable arte de las palabras. Benditas cuerdas vocales, bendita lengua que modula con tal majestuosidad las ingeniosas palabras, lúgubres y sombrías palabras; que deleitan con morbosidad el alma de los mortales cuya curiosidad y anhelos hace gustar de lo gótico y sombrío. Exelente trabajo.

lobo
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El mejor narrador. Lo escucho desde hace años una y otra vez. Ninguno de spotify se compara a este.

llghvyceb
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Entra al cuarto obscuro pon el volumen a tono cierra la puerta y disfruta, de la poesía de esta alma errante que fue Edgar Allan Poe... grande sublime mágico inmejorable y... "nada mas!! gracias esta narración es una delicia.

heribertotoralpox
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Excelente voz del narrador. Realmente interpreta el texto, no es solo lectura.

CarolinaRodriguez-bqem
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Este es mi poema favorito de Poe, y ¡qué voz! Estoy escuchándolo por segunda vez y sigue poniéndome piel de gallina. ¡Gracias por compartir!

aniaguila
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Sin duda el narrador tiene una voz tan intensa, que le pone un poco mas de misterio

niaduque
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Que manera más exquisita de captar la atención del oyente, Maravillosa voz!! Nos transporta al momento en que Poe alzó su mano e inicio su escrito. Señor Civeria, muy linda su forma de narra ❤😊

IvonMelaradePortillo
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Extraordinario poema, increíblemente narrado! Se enchina la piel con cada: "NUNCA MÁS*!

lucionieto
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Hermoso, la narración exacta, no cabe duda que soy privilegiado. Habiendo tanto arte y nos desvíamos por otraa cosas sin valor.

marlonchavez
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No puedo evitar acordarme del capitulo de los Simpsons cuando escucho este cuento.. Malditos Simpsons pervirtieron mi mente desde que tengo uso de razón jaja

SGFS
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No hay nada mejor que leerlo y narrarlo uno mismo. 

nc
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Es un hermoso poema, y muy bien narrado, de las mejores narraciones que escuche :)

paolamedicis
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