filmov
tv
LA IMPACTANTE HISTORIA DE RUTH, DAVID HAMELEJ Y EL TEHILIM.JAJAM ELI SULI
Показать описание
UNA CLASE DEL MEJOR HISTORIADOR JUDÍO MEXICANO JAJAM, ELI SULI
El Rey David
De Tehilim Et Ratzon
El Libro de los Salmos
El Libro de los Salmos es uno de los veinticuatro libros que componen el Tanaj, la Biblia, y de entre todos ellos, ha sido el libro eterno de alabanzas y plegarias del pueblo de Israel.
A diferencia de los otros libros del Tanaj, en el libro de los Tehilim no es Dios quien le habla al ser humano, sino que el hombre mismo es quien habla para expresar sus pensamientos y sus sentimientos, para pedirle a Dios misericordia y para alabarlo. Nuestros Sabios también han considerado al Séfer Tehilim como el libro de rezos y plegarias “por excelencia”. Por ello, encontramos que en el Sidur –nuestro libro de oraciones– han sido incluidos más de cincuenta salmos completos como parte integral de los rezos, y además, más de 250 versículos seleccionados de los Tehilim han sido utilizados en distintas plegarias.
El rey David escribió los salmos en distintos momentos de su vida: algunos, en tiempos difíciles –en lo material y en lo espiritual–, otros, en tiempos mejores; algunos, cuando era perseguido por quienes querían matarlo y debía deambular de lugar en lugar o vivir en los desiertos, otros, cuando Dios lo liberaba de sus enemigos. Gracias a los Tehilim, el rey David, con toda su santidad, integridad y grandeza, tuvo el mérito de llegar a un acercamiento a Dios inigualable.
Es por ello que este libro tiene el poder de despertar en toda persona el anhelo y el ansia por sentir un gran apego a Dios, y también ayuda a la persona a obtener inspiración y motivación al encontrar apoyo y seguridad en él. En cualquier situación en que la persona se encuentre, ella puede abrir el Libro de los Tehilim y encontrar un salmo con el que puede sentirse identificada según la época que está viviendo, ya sea en momentos de alegría y felicidad, en momentos de tristeza y dolor, o en momentos de necesidad y pedido.
Es por eso que muchas personas acostumbran recitar los Salmos para que Dios las bendiga con buena salud, para que les envíe un sustento digno o para pedir por cualquier otra necesidad personal y, también, para ayudar a la elevación del alma de un ser querido fallecido.
En cuanto a la temática, los salmos pueden ser divididos en varias categorías generales: hay salmos de rezo y súplica; de alabanza y agradecimiento a Dios por Sus milagros y Sus actos de benevolencia; salmos de consuelo; de victoria; y también salmos de tristeza y lamento. Hay salmos de alabanza por la Torá y las mitzvot; salmos que hablan de Tzión, Jerusalem y el Templo, y de lo bueno que es estar allí, protegido de los enemigos, sintiéndose elevado por la confianza en Dios y Su cercanía; y también hay salmos que contienen buenos consejos y enseñanzas de ética y moral.
Por otro lado, dentro de los salmos, hay algunos que se refieren al pueblo de Israel en su totalidad, mientras que en otros, el salmista se refiere sólo a su persona, ya sea para suplicar, pedir o alabar a Dios. Sin embargo, en muchos salmos el rey David le pide a Dios que lo salve del enemigo, y los comentaristas explican que este enemigo puede ser una nación que lucha contra Israel, una persona del pueblo de Israel que se levanta en contra de David, o también el enemigo que se encuentra dentro del corazón de la persona: el yétzer hará, el instinto del mal, que intenta constantemente desviarlo del camino de Dios.
Aconsejamos prestar atención constantemente a este punto durante la lectura de los Salmos, aun si no hemos hecho referencia a esto, pues tenerlo presente ayudará a una comprensión más profunda de lo que se estará diciendo. Además, para entender bien el profundo significado de cada salmo, hay que tener en claro también que los Tehilim no están sujetos a las leyes del tiempo, sino que están por encima del tiempo.
El rey David fue profeta y escribió este libro imbuido de rúaj hakódesh, inspiración Divina. Nuestros Sabios del Talmud dicen que el Libro de Tehilim fue escrito por el rey David, y que incluyó en su libro las palabras de otros “diez Sabios”, entre los que se encuentran Adam, Abraham y Moshé. También encontramos que uno de los Sabios del Midrash sostiene que nuestro patriarca Yaacov solía recitar todo el Séfer Tehilim durante su permanencia en la casa de su suegro Labán.
Es por ello que nuestros Sabios y los comentaristas muchas veces asociaron el contenido de los Tehilim con lugares, personajes, situaciones o acontecimientos de épocas posteriores al rey David, como el Templo de Jerusalem, el exilio babilónico, etc. Esto se debe, como explicamos, a que los salmos fueron escritos con inspiración Divina, y muchos de ellos fueron escritos por hombres que fueron profetas, entonces sus autores pudieron sentir y percibir a través de sus almas puras situaciones y acontecimientos que históricamente se encontraban en otra dimensión, más allá de su tiempo y su lugar.
El Rey David
De Tehilim Et Ratzon
El Libro de los Salmos
El Libro de los Salmos es uno de los veinticuatro libros que componen el Tanaj, la Biblia, y de entre todos ellos, ha sido el libro eterno de alabanzas y plegarias del pueblo de Israel.
A diferencia de los otros libros del Tanaj, en el libro de los Tehilim no es Dios quien le habla al ser humano, sino que el hombre mismo es quien habla para expresar sus pensamientos y sus sentimientos, para pedirle a Dios misericordia y para alabarlo. Nuestros Sabios también han considerado al Séfer Tehilim como el libro de rezos y plegarias “por excelencia”. Por ello, encontramos que en el Sidur –nuestro libro de oraciones– han sido incluidos más de cincuenta salmos completos como parte integral de los rezos, y además, más de 250 versículos seleccionados de los Tehilim han sido utilizados en distintas plegarias.
El rey David escribió los salmos en distintos momentos de su vida: algunos, en tiempos difíciles –en lo material y en lo espiritual–, otros, en tiempos mejores; algunos, cuando era perseguido por quienes querían matarlo y debía deambular de lugar en lugar o vivir en los desiertos, otros, cuando Dios lo liberaba de sus enemigos. Gracias a los Tehilim, el rey David, con toda su santidad, integridad y grandeza, tuvo el mérito de llegar a un acercamiento a Dios inigualable.
Es por ello que este libro tiene el poder de despertar en toda persona el anhelo y el ansia por sentir un gran apego a Dios, y también ayuda a la persona a obtener inspiración y motivación al encontrar apoyo y seguridad en él. En cualquier situación en que la persona se encuentre, ella puede abrir el Libro de los Tehilim y encontrar un salmo con el que puede sentirse identificada según la época que está viviendo, ya sea en momentos de alegría y felicidad, en momentos de tristeza y dolor, o en momentos de necesidad y pedido.
Es por eso que muchas personas acostumbran recitar los Salmos para que Dios las bendiga con buena salud, para que les envíe un sustento digno o para pedir por cualquier otra necesidad personal y, también, para ayudar a la elevación del alma de un ser querido fallecido.
En cuanto a la temática, los salmos pueden ser divididos en varias categorías generales: hay salmos de rezo y súplica; de alabanza y agradecimiento a Dios por Sus milagros y Sus actos de benevolencia; salmos de consuelo; de victoria; y también salmos de tristeza y lamento. Hay salmos de alabanza por la Torá y las mitzvot; salmos que hablan de Tzión, Jerusalem y el Templo, y de lo bueno que es estar allí, protegido de los enemigos, sintiéndose elevado por la confianza en Dios y Su cercanía; y también hay salmos que contienen buenos consejos y enseñanzas de ética y moral.
Por otro lado, dentro de los salmos, hay algunos que se refieren al pueblo de Israel en su totalidad, mientras que en otros, el salmista se refiere sólo a su persona, ya sea para suplicar, pedir o alabar a Dios. Sin embargo, en muchos salmos el rey David le pide a Dios que lo salve del enemigo, y los comentaristas explican que este enemigo puede ser una nación que lucha contra Israel, una persona del pueblo de Israel que se levanta en contra de David, o también el enemigo que se encuentra dentro del corazón de la persona: el yétzer hará, el instinto del mal, que intenta constantemente desviarlo del camino de Dios.
Aconsejamos prestar atención constantemente a este punto durante la lectura de los Salmos, aun si no hemos hecho referencia a esto, pues tenerlo presente ayudará a una comprensión más profunda de lo que se estará diciendo. Además, para entender bien el profundo significado de cada salmo, hay que tener en claro también que los Tehilim no están sujetos a las leyes del tiempo, sino que están por encima del tiempo.
El rey David fue profeta y escribió este libro imbuido de rúaj hakódesh, inspiración Divina. Nuestros Sabios del Talmud dicen que el Libro de Tehilim fue escrito por el rey David, y que incluyó en su libro las palabras de otros “diez Sabios”, entre los que se encuentran Adam, Abraham y Moshé. También encontramos que uno de los Sabios del Midrash sostiene que nuestro patriarca Yaacov solía recitar todo el Séfer Tehilim durante su permanencia en la casa de su suegro Labán.
Es por ello que nuestros Sabios y los comentaristas muchas veces asociaron el contenido de los Tehilim con lugares, personajes, situaciones o acontecimientos de épocas posteriores al rey David, como el Templo de Jerusalem, el exilio babilónico, etc. Esto se debe, como explicamos, a que los salmos fueron escritos con inspiración Divina, y muchos de ellos fueron escritos por hombres que fueron profetas, entonces sus autores pudieron sentir y percibir a través de sus almas puras situaciones y acontecimientos que históricamente se encontraban en otra dimensión, más allá de su tiempo y su lugar.
Комментарии