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Sandro y Susana Giménez: celos, g0lpes y escándalos, que mancharon este romance
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#sandro #susanagimenez #lineadetiempo
Sandro y Susana Gímenez protagonizaron una de las películas argentinas más románticas y seductoras de la década de los 70. Ambos estaban en la cúspide de su popularidad y mucho se hablaba de un amor que había nacido en pleno rodaje; sin embargo, la polémica siempre los encerró.
La química entre ellos echaba fuego dentro y fuera de las grabaciones, pero sus parejas de ese entonces, no tardaron mucho en armarles tamañas escenas a vista y paciencia de la gente.
Sandro siempre se mantuvo discreto con su vida privada, pero con Susana Giménez era la excepción a la regla, ¿por qué?, ¿qué frustró ese amor?, ¿qué le hicieron a Susana para que no volviera a los brazos de Sandro, a pesar que cuando volvían a verse se notaba cómo el amor les brotaba por los poros?
Cuando a Roberto Sánchez se le preguntaba por su vida privada, el 'gitano' tenía una única respuesta: "Yo vendo la piel de Sandro, pero si además vendo la piel de Roberto Sánchez... ¿qué me queda?". Ese mantra fue sostenido siempre por el artista y explicaba por qué sus relaciones se desarrollaron con total privacidad y por qué se generaron muchísimos mitos a su alrededor.
Sandra Borda fue una de las figuras que generó polémica tras la partida del argentino, pues decía ser su hija legítima. Al final, luego de mucho papeleo judicial, el resultado fue tajante: Incompatibilidad genética. Sandro no dejó descendencia, solo su viuda Olga Garaventa, sobrina y secretaria de su representante que conoció en 2004, se casaron 3 años después y vivieron juntos hasta el final de los días del cantante.
¡Ahhh! pero, antes de ello a Sandro se le vinculó con figuras famosas como Vicky Amaya, Soledad Silveyra, Cristina Alberó, la condesa María Carmille Bourgogne Di Parma, la Miss Argentina Yoli Scuffi a quien le escribió "una muchacha y una guitarra" y la primera actriz, Irán Eory.
A pesar que fue vinculado con figuras famosas, sus lazos más perdurables los entabló con mujeres que no formaban parte de la industria del espectáculo. En 1982, el cantante fue visto en compañía de Tita Russ, la exesposa del actor Alberto Olmedo, parecía que todo marchaba bien hasta que la cantante, Martha Serra Lima, sostuvo que mantenían un vínculo amoroso
Contó que la canción "Cosas de la vida" , interpretada por ambos, estuvo basada en su "amor secreto" de 8 años. Luego, su romance se quedó en el hogar con María Elena Fresta, que ocupaba el cuidado de Nina, la madre de Sandro.
No obstante, fue entre 1969 y el 82 que Sandro vivió una de las relación más duraderas y conflictivas con Julia Adela Visciani.
En marzo de 1973 surgieron rumores de boda cuando el cantante le envió unos papeles de casamiento desde México, que no tenían validez legal, pero que buscaban funcionar como símbolo de su deseo, pero esa unión nunca llegó. El problema era que ella estaba separada y tenía 2 hijos, situación que para la época no estaba muy bien vista; sobre todo, porque el cantante estaba en todo el apogeo de su carrera.
Sandro era el 'sex symbol' de la época y no podía darse el lujo de romperle el corazón a sus seguidoras. Para ellas, él siempre estaba soltero y dispuesto a darlo todo en cuanto proyecto apareciera y, fue justo en uno de esos proyectos, que una despampanante rubia le haría perder la cabeza.
Esa rubia era Susana Giménez, la 'diva de la televisión argentina' estaba labrándose su propio camino en el cine y ya era famosa en la prensa rosa por su romance con el boxeador, Carlos Monzón, con quien protagonizado "La Mary" en 1973.
Es decir, tanto Sandro como Susana Giménez, tenían pareja cuando empezaron el rodaje de "Tú me enloqueces". Su química era tal que Julia y Carlos se aparecían en las grabaciones, pues no les cocinaba eso de que eran solo compañeros de trabajo.
En 2018 se lanzó la serie "Sandro en América" que comprendía 13 capítulos, en el quinto dedicado exclusivamente a la relación con Julia y Susana en la película. Allí se puede apreciar los problemas que tenían como pareja tras las múltiples portadas y fotografías que circulaban de
Eran fuego por donde los miraran. Era innegable la atracción que sentían, pues fuera de las grabaciones también se veían y los coqueteos eran parte esencial de sus conversaciones.
A Sandro le impactaba la personalidad arrolladora de Susana y a ella, ese lado seductor, galante y caballero, del cantante. Una personalidad demasiado opuesta a la pareja que tenía en ese entonces, Carlos Monzón, boxeador y quien se caracterizaba por su impulsividad para solucionar las cosas.
La conductora, Mirtha Legrand fue testigo varias veces del caracter agresivo de Monzón, es más, alguna vez hasta se enteró que Carlos la agredía a Susana Giménez con lo que encontrara a su paso.
No sabemos si con Sandro se agarró a g0lpes, lo cierto es que Susana sí sufrió vi0lencia con el ex campeón mundial que, años más tarde, terminaría en la cárc3l por acab4r con la vid4 de su esposa, la modelo uruguaya Alicia Muñiz.
Sandro y Susana Gímenez protagonizaron una de las películas argentinas más románticas y seductoras de la década de los 70. Ambos estaban en la cúspide de su popularidad y mucho se hablaba de un amor que había nacido en pleno rodaje; sin embargo, la polémica siempre los encerró.
La química entre ellos echaba fuego dentro y fuera de las grabaciones, pero sus parejas de ese entonces, no tardaron mucho en armarles tamañas escenas a vista y paciencia de la gente.
Sandro siempre se mantuvo discreto con su vida privada, pero con Susana Giménez era la excepción a la regla, ¿por qué?, ¿qué frustró ese amor?, ¿qué le hicieron a Susana para que no volviera a los brazos de Sandro, a pesar que cuando volvían a verse se notaba cómo el amor les brotaba por los poros?
Cuando a Roberto Sánchez se le preguntaba por su vida privada, el 'gitano' tenía una única respuesta: "Yo vendo la piel de Sandro, pero si además vendo la piel de Roberto Sánchez... ¿qué me queda?". Ese mantra fue sostenido siempre por el artista y explicaba por qué sus relaciones se desarrollaron con total privacidad y por qué se generaron muchísimos mitos a su alrededor.
Sandra Borda fue una de las figuras que generó polémica tras la partida del argentino, pues decía ser su hija legítima. Al final, luego de mucho papeleo judicial, el resultado fue tajante: Incompatibilidad genética. Sandro no dejó descendencia, solo su viuda Olga Garaventa, sobrina y secretaria de su representante que conoció en 2004, se casaron 3 años después y vivieron juntos hasta el final de los días del cantante.
¡Ahhh! pero, antes de ello a Sandro se le vinculó con figuras famosas como Vicky Amaya, Soledad Silveyra, Cristina Alberó, la condesa María Carmille Bourgogne Di Parma, la Miss Argentina Yoli Scuffi a quien le escribió "una muchacha y una guitarra" y la primera actriz, Irán Eory.
A pesar que fue vinculado con figuras famosas, sus lazos más perdurables los entabló con mujeres que no formaban parte de la industria del espectáculo. En 1982, el cantante fue visto en compañía de Tita Russ, la exesposa del actor Alberto Olmedo, parecía que todo marchaba bien hasta que la cantante, Martha Serra Lima, sostuvo que mantenían un vínculo amoroso
Contó que la canción "Cosas de la vida" , interpretada por ambos, estuvo basada en su "amor secreto" de 8 años. Luego, su romance se quedó en el hogar con María Elena Fresta, que ocupaba el cuidado de Nina, la madre de Sandro.
No obstante, fue entre 1969 y el 82 que Sandro vivió una de las relación más duraderas y conflictivas con Julia Adela Visciani.
En marzo de 1973 surgieron rumores de boda cuando el cantante le envió unos papeles de casamiento desde México, que no tenían validez legal, pero que buscaban funcionar como símbolo de su deseo, pero esa unión nunca llegó. El problema era que ella estaba separada y tenía 2 hijos, situación que para la época no estaba muy bien vista; sobre todo, porque el cantante estaba en todo el apogeo de su carrera.
Sandro era el 'sex symbol' de la época y no podía darse el lujo de romperle el corazón a sus seguidoras. Para ellas, él siempre estaba soltero y dispuesto a darlo todo en cuanto proyecto apareciera y, fue justo en uno de esos proyectos, que una despampanante rubia le haría perder la cabeza.
Esa rubia era Susana Giménez, la 'diva de la televisión argentina' estaba labrándose su propio camino en el cine y ya era famosa en la prensa rosa por su romance con el boxeador, Carlos Monzón, con quien protagonizado "La Mary" en 1973.
Es decir, tanto Sandro como Susana Giménez, tenían pareja cuando empezaron el rodaje de "Tú me enloqueces". Su química era tal que Julia y Carlos se aparecían en las grabaciones, pues no les cocinaba eso de que eran solo compañeros de trabajo.
En 2018 se lanzó la serie "Sandro en América" que comprendía 13 capítulos, en el quinto dedicado exclusivamente a la relación con Julia y Susana en la película. Allí se puede apreciar los problemas que tenían como pareja tras las múltiples portadas y fotografías que circulaban de
Eran fuego por donde los miraran. Era innegable la atracción que sentían, pues fuera de las grabaciones también se veían y los coqueteos eran parte esencial de sus conversaciones.
A Sandro le impactaba la personalidad arrolladora de Susana y a ella, ese lado seductor, galante y caballero, del cantante. Una personalidad demasiado opuesta a la pareja que tenía en ese entonces, Carlos Monzón, boxeador y quien se caracterizaba por su impulsividad para solucionar las cosas.
La conductora, Mirtha Legrand fue testigo varias veces del caracter agresivo de Monzón, es más, alguna vez hasta se enteró que Carlos la agredía a Susana Giménez con lo que encontrara a su paso.
No sabemos si con Sandro se agarró a g0lpes, lo cierto es que Susana sí sufrió vi0lencia con el ex campeón mundial que, años más tarde, terminaría en la cárc3l por acab4r con la vid4 de su esposa, la modelo uruguaya Alicia Muñiz.
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