161 PARA QUE FUIMOS LLAMADOS POR EL SEÑOR

REFLEXIÓN DIARIA # 161
27 DE AGOSTO DEL 2020
PARA QUE FUÍMOS LLAMADOS

INTRODUCCION:

Jesús subió al monte a orar, buscar la dirección de Dios, para escoger los doce discípulos que habían de servirle y perpetuar su obra en esta tierra.
Pero notemos algo importante aquí: dice que el Señor los llamó, y los estableció.
El establecer a una persona no es para usarlos de manera transitoria, ni para una emergencia, sino que significa colocarlos de una manera estable y firme para realizar una acción contundente.
Dios te ha llamado a ti como líder, porque quiere realizar una acción contundente y especifica que cause impacto en la comunidad.
Es por eso que quiero mostrarte hoy tres cosas para las cuales el llamo a sus discípulos:
Mar 3:13 Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él.
Mar 3:14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,
Mar 3:15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios

I. PARA QUE ESTUVIESEN CON EL

Lo mas importante, lo sobresaliente, lo prioritario, lo fundamental, es para que estuviesen con el.

Mar 3:14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,


II. PARA PREDICAR EL EVANGELIO

Mar 3:14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,

El compromiso del creyente es el de llevar las buenas nuevas de salvación al perdido, es dar de gracia lo que por gracia hemos recibido.
Id y predicad el evangelio a toda criatura (Mr 16:15)

Mar 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

III. PARA QUE TUVIESEN AUTORIDAD SOBRE EL ENEMIGO
Mar 3:15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios


CONCLUSION

Tres cosas para servir al Señor con unción: Estar con el, predicar su evangelio, y tener autoridad sobre el reino de las tinieblas.
Hemos sido establecidos para estar con el, andar con el vivir con el .No podemos vivir en derrota, sin poder, sin autoridad, sin compromiso.
Este es un llamado urgente para que el liderazgo sea asumido con responsabilidad, con carácter, sabiendo que servimos a un Dios vivo y verdadero, que exige de nosotros una entrega total, un corazón perfecto y voluntario delante de el. (1 Cr 28:9).

DIOS TE BENDIGA!