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Mi hijo es gay, ¿qué hago? - @AndresCorson - 25 Septiembre 2019
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Mi hijo es gay, ¿qué hago? Lo mismo que haríamos si se estuviera acostando con la novia o si se fuera a divorciar o si fuera adicto a la pornografía, alcohólico, mentiroso o ateo. Algunos creen que la atracción a personas del mismo sexo es un comportamiento peor que el adulterio, la mentira, el robo o el enojo, pero no es así, para Dios todos los pecados son iguales.
Los que se sienten atraídos por personas del mismo sexo solo oyen dos mensajes:
A) Mensaje de los religiosos: “Eres malo porque elegiste ser homosexual por eso no puedes ser parte de nuestro hogar ni de nuestra iglesia. Dios quiere que sufras porque eres malo”.
B) Mensaje de la comunidad LGTBI: “Dios te hizo gay, así que acéptalo y disfrútalo. Olvídate de tu cuento de hadas de casarte, tener hijos y vivir como familia en una linda casa”.
Pero ¿cuál es el mensaje de Dios?: El mensaje es «Dios te ama y lo que sientes por personas del mismo sexo o lo que has hecho en el pasado, no determinan lo que eres porque, si has recibido a Jesús como tu salvador, eres hijo o hija de Dios, fuiste perdonado y eres justo y santo. La iglesia es la casa del Padre y es tu hogar; aquí no te vamos a condenar, sino que te vamos a ayudar a ser libre y si vuelves a caer te vamos a levantar».
En la Biblia aunque no vemos ejemplos puntuales (personajes) que nos expliquen que hacer en las situaciones de homosexualidad, si vemos las siguientes historias de las cuales podemos aprender:
- Jesús y la mujer adúltera (Juan 8:3-7). Vemos que no la condenó, pero tampoco fue permisivo con el pecado.
- Natán confronta el adulterio de David. 2 Samuel 12:9-14. Vemos que Natán no condenó a David por su pecado, y aunque David se arrepintió, aun así, tuvo que pagar las consecuencias del pecado.
- Eli y sus hijos. 1 Samuel 2-3. Vemos que, aunque Elí confrontó a sus hijos por su adulterio, su permisividad trajo consecuencias.
Entonces, ¿Qué debo hacer si me entero de que mi hijo, mi esposa o mi papá es gay?
1) Lo primero, es que ellos necesitan es saber que Dios los ama y nosotros también. | Juan 3:17
2) Recordar que no estamos solos en este desierto, Dios todo lo sabe y él está con nosotros.
3) Si nuestra primera reacción fue de enojo, tenemos que pedirle a esa persona que nos perdone.
4) Es importante relacionarnos con amor y con la verdad: Así como Jesús amó a la adúltera, nosotros debemos hacer lo mismo.
5) No podemos permitir que esta situación nos lleve a creer algo diferente a lo que dice la Biblia. La Biblia condena la practica de la homosexualidad como lo vemos en Génesis 2:24 y Romanos 1:26-27
7) Debemos saber que tratar de controlar o de cambiar a la otra persona no sirve para nada.
8) Nuestra prioridad debe ser la relación y no el problema. La homosexualidad no se puede convertir en nuestra obsesión ni en el único enfoque de nuestras conversaciones.
9) No le pongamos la etiqueta de “gay”, lesbiana, homosexual ni bisexual. La verdad es que es un HOMBRE o una MUJER con luchas en su identidad sexual.
10) Preguntarle a la persona si estaría dispuesto a recibir ayuda externa y hablar con un consejero cristiano, ya que la homosexualidad no es el verdadero problema, sino que es la manifestación de situaciones dolorosas de su niñez que están arraigadas en su corazón y eso es lo que hay que sanar.
¿Son salvos los que son atraídos a personas del mismo sexo?
Si una persona se va al infierno por ser gay, también iríamos al infierno los mentirosos, los que se quejan, los amargados, los envidiosos... La verdad es que todos merecemos ir al infierno, “no hay un solo justo” (Romanos 3:10), pero la buena noticia es que no somos salvos por nuestras obras sino por creer en Jesús: El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. (1 Juan 5:12)
Pero, entonces la verdadera pregunta debería ser ¿Es posible creer en Jesús y seguir siendo homosexual? Debemos saber:
- Una cosa es sentirnos atraídos a personas del mismo sexo y otra ceder a esa atracción y practicar la homosexualidad.
- Una cosa es sentirnos atraídos a una mujer casada y otra dejarnos llevar por esos sentimientos y tener relaciones sexuales con esa mujer.
A veces caemos en un hueco y pecamos, pero podemos volver a levantarnos y su gracia siempre va a estar ahí, sin embargo, los que permiten que esos pecados sean una práctica permanente, poco a poco se alejan de Dios hasta que dejan de creer, y cuando una persona deja de creer pierde su salvación.
Recuerda usar nuestro hashtag #SuPresencia
Los que se sienten atraídos por personas del mismo sexo solo oyen dos mensajes:
A) Mensaje de los religiosos: “Eres malo porque elegiste ser homosexual por eso no puedes ser parte de nuestro hogar ni de nuestra iglesia. Dios quiere que sufras porque eres malo”.
B) Mensaje de la comunidad LGTBI: “Dios te hizo gay, así que acéptalo y disfrútalo. Olvídate de tu cuento de hadas de casarte, tener hijos y vivir como familia en una linda casa”.
Pero ¿cuál es el mensaje de Dios?: El mensaje es «Dios te ama y lo que sientes por personas del mismo sexo o lo que has hecho en el pasado, no determinan lo que eres porque, si has recibido a Jesús como tu salvador, eres hijo o hija de Dios, fuiste perdonado y eres justo y santo. La iglesia es la casa del Padre y es tu hogar; aquí no te vamos a condenar, sino que te vamos a ayudar a ser libre y si vuelves a caer te vamos a levantar».
En la Biblia aunque no vemos ejemplos puntuales (personajes) que nos expliquen que hacer en las situaciones de homosexualidad, si vemos las siguientes historias de las cuales podemos aprender:
- Jesús y la mujer adúltera (Juan 8:3-7). Vemos que no la condenó, pero tampoco fue permisivo con el pecado.
- Natán confronta el adulterio de David. 2 Samuel 12:9-14. Vemos que Natán no condenó a David por su pecado, y aunque David se arrepintió, aun así, tuvo que pagar las consecuencias del pecado.
- Eli y sus hijos. 1 Samuel 2-3. Vemos que, aunque Elí confrontó a sus hijos por su adulterio, su permisividad trajo consecuencias.
Entonces, ¿Qué debo hacer si me entero de que mi hijo, mi esposa o mi papá es gay?
1) Lo primero, es que ellos necesitan es saber que Dios los ama y nosotros también. | Juan 3:17
2) Recordar que no estamos solos en este desierto, Dios todo lo sabe y él está con nosotros.
3) Si nuestra primera reacción fue de enojo, tenemos que pedirle a esa persona que nos perdone.
4) Es importante relacionarnos con amor y con la verdad: Así como Jesús amó a la adúltera, nosotros debemos hacer lo mismo.
5) No podemos permitir que esta situación nos lleve a creer algo diferente a lo que dice la Biblia. La Biblia condena la practica de la homosexualidad como lo vemos en Génesis 2:24 y Romanos 1:26-27
7) Debemos saber que tratar de controlar o de cambiar a la otra persona no sirve para nada.
8) Nuestra prioridad debe ser la relación y no el problema. La homosexualidad no se puede convertir en nuestra obsesión ni en el único enfoque de nuestras conversaciones.
9) No le pongamos la etiqueta de “gay”, lesbiana, homosexual ni bisexual. La verdad es que es un HOMBRE o una MUJER con luchas en su identidad sexual.
10) Preguntarle a la persona si estaría dispuesto a recibir ayuda externa y hablar con un consejero cristiano, ya que la homosexualidad no es el verdadero problema, sino que es la manifestación de situaciones dolorosas de su niñez que están arraigadas en su corazón y eso es lo que hay que sanar.
¿Son salvos los que son atraídos a personas del mismo sexo?
Si una persona se va al infierno por ser gay, también iríamos al infierno los mentirosos, los que se quejan, los amargados, los envidiosos... La verdad es que todos merecemos ir al infierno, “no hay un solo justo” (Romanos 3:10), pero la buena noticia es que no somos salvos por nuestras obras sino por creer en Jesús: El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. (1 Juan 5:12)
Pero, entonces la verdadera pregunta debería ser ¿Es posible creer en Jesús y seguir siendo homosexual? Debemos saber:
- Una cosa es sentirnos atraídos a personas del mismo sexo y otra ceder a esa atracción y practicar la homosexualidad.
- Una cosa es sentirnos atraídos a una mujer casada y otra dejarnos llevar por esos sentimientos y tener relaciones sexuales con esa mujer.
A veces caemos en un hueco y pecamos, pero podemos volver a levantarnos y su gracia siempre va a estar ahí, sin embargo, los que permiten que esos pecados sean una práctica permanente, poco a poco se alejan de Dios hasta que dejan de creer, y cuando una persona deja de creer pierde su salvación.
Recuerda usar nuestro hashtag #SuPresencia
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