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¡ASÍ NARRAMOS OTRA NOCHE ÉPICA EN EL BERNABÉU! Romero narra el Real Madrid 5 - 2 Borussia Dortmund
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#ChampionsLeague #RealMadrid #Vinicius
El partido arrancó con el ritmo trepidante que se puede esperar de este tipo de encuentros. El Dortmund llegó primero, con intervención sencilla de Courtois y el Madrid se empleó pronto sobre la meta rival para evitar los fantasmas del Stuttgart o el Lille. Mbappé estrelló un disparo contra la defensa y Vinicius dejó sendas carreras para buscar la presión sobre el guardameta y los centrales bávaros. El Borussia se centró en achicar en defensa, pero sin perderle la cara al partido y llegando con relativa facilidad a la frontal del área de Courtois.
Los de Ancelotti no terminaron de explotar sus ocasiones y, recién cumplida la media hora de juego, el Dortmund explotó. Guirassy se inventó un recorte y pase en una baldosa dentro del área pequeña para habilitar a Malen, que definía con clase delante de Courtois. Apenas cuatro minutos después, Lucas Vázquez volvía a quedar señalado al perder la marca de Gittens, que entraba en carrera al segundo palo y conseguía el segundo a pase del mismo Malen. Los blancos se reactivaron con los dos tantos: un instante después, en la misma jugada, Rodrygo y Bellingham se encontraron con el larguero, incrédulos por la ocasión desperdiciada.
Los blancos tocaron la trompeta de la caballería y se empotraron en la frontal del área germana, pero el Borussia volvió a avisar. Courtois apareció como el salvador habitual e intervino con una mano providencial a la escuadra para evitar que el misil de Brandt ahondara la goleada. Con este resultado y un Bernabéu inexplicablemente silencioso, la primera parte tocó a su fin y los jugadores se retiraron, cabizbajos, al túnel de vestuarios.
Entre pitos, los jugadores del Real Madrid saltaron al campo. El rejonazo del estadio fue suficiente para espolear a los suyos y el partido, como tantas otras veces cuando hablamos del Real Madrid, estaba a punto de cambiar. Sahin cometió el clásico fallo de meter más defensas en el campo mientras ganaba en el Bernabéu y la caja de Pandora se abrió. Rudiger cazó un centro al corazón del área, fletado por Mbappé, para enloquecer el estadio con su gol de cabeza.
Pidió calma Ancelotti: los cambios programados debían esperar. Y tenía toda la razón. Sólo dos minutos después, con el Borussia ya hundido en su propia área, Vinicius cazó un mal rechace de la defensa bávara y remató a gol con la portería vacía. El del empate para el Madrid llegó con incertidumbre, mientras el árbitro esperaba la confirmación del VAR por un posible fuera de juego de Mbappé en el pase. El francés quedaba habilitado por un defensa y el tanto subía al luminoso. El Bernabéu, silencioso hasta el momento, se vino abajo.
El problema para el Borussia es que el show del Madrid sólo acababa de empezar. Lucas Vázquez, después de salir en la foto del segundo gol rival, decidió hacerse protagonista con una gran acción individual en la que un contrario le sirvió para tirar la pared y plantarse ante Kobel. Tres minutos después, Vinicius arrancaba por la izquierda, recorría toda la banda, se internaba sin oposición y la colocaba en la cepa del poste para firmar su doblete y culminar una noche que se recordará en el Bernabéu. En el tiempo de descuento, Vinicius una vez más se inventó un recorte dentro del área para sentar a la defensa y batir a Kobel por alto. Después de caer 0-2 al descanso, el Real Madrid firmaba la remontada con cinco goles en la segunda parte y pintaba de blanco otra épica noche europea.
El partido arrancó con el ritmo trepidante que se puede esperar de este tipo de encuentros. El Dortmund llegó primero, con intervención sencilla de Courtois y el Madrid se empleó pronto sobre la meta rival para evitar los fantasmas del Stuttgart o el Lille. Mbappé estrelló un disparo contra la defensa y Vinicius dejó sendas carreras para buscar la presión sobre el guardameta y los centrales bávaros. El Borussia se centró en achicar en defensa, pero sin perderle la cara al partido y llegando con relativa facilidad a la frontal del área de Courtois.
Los de Ancelotti no terminaron de explotar sus ocasiones y, recién cumplida la media hora de juego, el Dortmund explotó. Guirassy se inventó un recorte y pase en una baldosa dentro del área pequeña para habilitar a Malen, que definía con clase delante de Courtois. Apenas cuatro minutos después, Lucas Vázquez volvía a quedar señalado al perder la marca de Gittens, que entraba en carrera al segundo palo y conseguía el segundo a pase del mismo Malen. Los blancos se reactivaron con los dos tantos: un instante después, en la misma jugada, Rodrygo y Bellingham se encontraron con el larguero, incrédulos por la ocasión desperdiciada.
Los blancos tocaron la trompeta de la caballería y se empotraron en la frontal del área germana, pero el Borussia volvió a avisar. Courtois apareció como el salvador habitual e intervino con una mano providencial a la escuadra para evitar que el misil de Brandt ahondara la goleada. Con este resultado y un Bernabéu inexplicablemente silencioso, la primera parte tocó a su fin y los jugadores se retiraron, cabizbajos, al túnel de vestuarios.
Entre pitos, los jugadores del Real Madrid saltaron al campo. El rejonazo del estadio fue suficiente para espolear a los suyos y el partido, como tantas otras veces cuando hablamos del Real Madrid, estaba a punto de cambiar. Sahin cometió el clásico fallo de meter más defensas en el campo mientras ganaba en el Bernabéu y la caja de Pandora se abrió. Rudiger cazó un centro al corazón del área, fletado por Mbappé, para enloquecer el estadio con su gol de cabeza.
Pidió calma Ancelotti: los cambios programados debían esperar. Y tenía toda la razón. Sólo dos minutos después, con el Borussia ya hundido en su propia área, Vinicius cazó un mal rechace de la defensa bávara y remató a gol con la portería vacía. El del empate para el Madrid llegó con incertidumbre, mientras el árbitro esperaba la confirmación del VAR por un posible fuera de juego de Mbappé en el pase. El francés quedaba habilitado por un defensa y el tanto subía al luminoso. El Bernabéu, silencioso hasta el momento, se vino abajo.
El problema para el Borussia es que el show del Madrid sólo acababa de empezar. Lucas Vázquez, después de salir en la foto del segundo gol rival, decidió hacerse protagonista con una gran acción individual en la que un contrario le sirvió para tirar la pared y plantarse ante Kobel. Tres minutos después, Vinicius arrancaba por la izquierda, recorría toda la banda, se internaba sin oposición y la colocaba en la cepa del poste para firmar su doblete y culminar una noche que se recordará en el Bernabéu. En el tiempo de descuento, Vinicius una vez más se inventó un recorte dentro del área para sentar a la defensa y batir a Kobel por alto. Después de caer 0-2 al descanso, el Real Madrid firmaba la remontada con cinco goles en la segunda parte y pintaba de blanco otra épica noche europea.
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