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Así Era Realmente Ser Un Pionero En La Senda De Oregón
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Entre 1840 y 1860, unas 400.000 personas recorrieron los 3.219 kilómetros de la Senda de Oregón, enfrentándose a la enfermedad, la muerte, el agotamiento y otras dificultades. El camino fue largo y arduo, pero para estos decididos pioneros, la vida continuó e incluso se hizo una rutina. Así fue realmente la vida en la Senda de Oregón.
Los pioneros que viajaban por la Senda de Oregón utilizaban carros. Estos debían ser ligeros y resistentes. La mayoría de los colonos utilizaban carros de labranza, mientras que otros utilizaban unos fabricados especialmente para la Senda de Oregón. Una idea errónea es que los colonos utilizaban carros Conestoga. Estos se utilizaban para el transporte de mercancías en otros caminos. Pero eran muy pesados para cruzar las praderas.
Los carros que utilizaban los pioneros eran a menudo carros de granja equipados con cubiertas de lona. Pesaban hasta 635 kilos y arrastraban casi una tonelada y media. Las carretas solían estar hechas de maderas duras como el roble, el nogal americano y el arce. El lecho del carro, de solo 121 cm por 304 cm, estaba repleto de suministros. Si el carro se averiaba en el camino, arreglarlo podía ser un proceso arduo. Las ruedas, los ejes y las conexiones del chasis eran los que más sufrían. Estas partes estaban reforzadas con hierro. Todo el conjunto se cubría con una lona blanca sujeta por aros, lo que llevó a algunos a llamar a los carros pioneros goleta de la pradera.
El viaje en las goletas de la pradera era incómodo. No había resortes ni sistemas de suspensión para amortiguar las sacudidas del desierto rocoso de 3.219 kilómetros. Por la falta de comodidad y porque el carro estaba lleno de cosas, la mayoría de los viajeros iban a pie.
Los carros no eran para montar | 0:00
La seguridad en números | 1:52
Tres juegos de ropa para seis meses | 2:46
El plan de dieta de la Senda de Oregón | 3:40
¿Buey o mula? | 4:57
Una relación compleja | 6:12
Deterioro de las relaciones en la Senda de Oregón | 7:32
El cementerio más largo del país | 8:39
Niños en la senda | 10:00
Un día en la vida... | 11:07
¿Ya hemos llegado? | 12:00
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Los carros que utilizaban los pioneros eran a menudo carros de granja equipados con cubiertas de lona. Pesaban hasta 635 kilos y arrastraban casi una tonelada y media. Las carretas solían estar hechas de maderas duras como el roble, el nogal americano y el arce. El lecho del carro, de solo 121 cm por 304 cm, estaba repleto de suministros. Si el carro se averiaba en el camino, arreglarlo podía ser un proceso arduo. Las ruedas, los ejes y las conexiones del chasis eran los que más sufrían. Estas partes estaban reforzadas con hierro. Todo el conjunto se cubría con una lona blanca sujeta por aros, lo que llevó a algunos a llamar a los carros pioneros goleta de la pradera.
El viaje en las goletas de la pradera era incómodo. No había resortes ni sistemas de suspensión para amortiguar las sacudidas del desierto rocoso de 3.219 kilómetros. Por la falta de comodidad y porque el carro estaba lleno de cosas, la mayoría de los viajeros iban a pie.
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