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La Historia del Emprendedor Que Fue Rechazado en Shark Tank y Ahora es Millonario 😱📝
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La historia de Michael Elliot, fundador de Hammer & Nails. En el año 2013, un guionista de cine independiente que estaba próximo a cumplir sus 50 años de edad, se cuestionó acerca de lo que sería su vida en el futuro, entonces se dio cuenta de que nunca había construido algo propio y decidió tomar las riendas de su destino. Lleno de determinación, desarrolló un concepto de negocio a partir de un problema propio y fue invitado al programa Shark Tank para presentarlo, pero los inversionistas lo rechazaron y le dijeron que su idea no iba a funcionar. Pese al rechazo, siguió adelante y consiguió la financiación que necesitaba para poner en marcha el proyecto. Hoy en día, su compañía cuenta con más de 40 establecimientos y factura más de $25 millones de dólares anuales… ¿Cómo lo logró?
El protagonista de esta historia es Michael Elliot, un afroamericano que tuvo una infancia muy complicada. Él se crio huérfano en un colegio pupilo administrado por el estado. En su adolescencia, abandonó la escuela secundaria, quedándose sin hogar, sin apoyo familiar y sin dinero. Su futuro se veía poco prometedor; sin embargo, decidió usar todo su dolor como catalizador para el cambio y se propuso a construir su propio destino; así inició en 1988 una próspera carrera como editor, escritor y productor en medios especializados en la cultura del hip hop.
Tras vender con éxito su primer guion, Elliot participó como guionista y escritor en las producciones: “Carmen: A Hip Hopera”, “Like Mike” y “Wifey”; no obstante, tuvieron que transcurrir ocho años más para ver en pantalla la película que consolidaría su carrera como guionista. Esta película fue “Just Wright”, protagonizada por Queen Latifah y Common. Gracias a ella, Elliot ganó un premio a mejor guion por la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), y consiguió hacerse un nombre en la industria del cine.
Un día, cuando Elliot se acercaba a cumplir los 50 años de edad, comenzó a cuestionarse sobre cuál sería su futuro. A pesar de estar orgulloso de su trabajo como guionista independiente, sentía que no era dueño de nada, y no tenía ganas de solamente dedicarse a vender ideas para películas por el resto de su vida.
Luego, en marzo del 2013, como muchos hombres, necesitaba hacerse una pedicura. Ante las limitadas ofertas que había en el mercado, terminó yendo a un salón de belleza para mujeres. Elliot recuerda haberse sentido muy incómodo.
A partir de ese sentimiento, inició una investigación leyendo artículos en línea relacionados al tema y habló con hombres y mujeres para conocer sus opiniones. Después, ideó un lugar donde cualquier hombre se sintiera cómodo. Llamó a su negocio “Hammer & Nails”. Cuando comenzó a contarle a sus amigos sobre este concepto, ellos sólo se rieron dándole a entender que se trataba de una idea absurda. Las críticas y burlas no lo detuvieron, y ese mismo año estableció el primer local de Hammer & Nails.
En los primeros meses de operación, la empresa facturó un total de $150 mil dólares, cifra que llamó la atención de los productores del popular programa Shark Tank, quienes invitaron a Elliot a exponer su negocio ante los “tiburones”.
Entusiasmado, aceptó la invitación y se presentó en el escenario de Shark Tank buscando obtener una inversión de $200 mil dólares a cambio de una participación del 20%, esto valorando su empresa en $1 millón de dólares. El capital lo utilizaría para desarrollar un modelo de franquicias que le permitiera expandir el negocio por todo Estados Unidos.
Desafortunadamente, las cosas no salieron como esperaba, pues los tiburones lo rechazaron de forma contundente.
Aunque no logró el objetivo, tras su presentación en Shark Tank recibió más de 800 solicitudes de información sobre oportunidades de franquicia de su negocio. Esto fue una verdadera sorpresa para él, porque hasta ese momento la única persona que había creído en su idea era su esposa.
En el 2015, la compañía vendió sus primeras franquicias, iniciando así su proceso de expansión por Estados Unidos.
En el 2016, la facturación total de la empresa superó los $2 millones de dólares, cifra que aumentaría de forma exponencial en los siguientes años.
Gracias a los increíbles resultados alcanzados, Hammer & Nails pudo ampliar sus catálogos, creando sus propios artículos de tocador y productos Premium para el cuidado de la piel.
Actualmente, Hammer & Nails factura más de $25 millones de dólares anuales, cuenta con más de 40 establecimientos, ha vendido alrededor de 232 licencias y planea abrir un nuevo local cada mes.
En cuanto a Elliot, él no abandonó por completo su pasión por el cine, sino que continuó paralelamente con ella, pero ahora desde una perspectiva más relajada.
Créditos de los vídeos utilizados:
• Big Stock Photo
• Pexels, Pixabay
• Canal de YouTube: Shark Tank
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#Emprendedores #Éxito #Negocios
El protagonista de esta historia es Michael Elliot, un afroamericano que tuvo una infancia muy complicada. Él se crio huérfano en un colegio pupilo administrado por el estado. En su adolescencia, abandonó la escuela secundaria, quedándose sin hogar, sin apoyo familiar y sin dinero. Su futuro se veía poco prometedor; sin embargo, decidió usar todo su dolor como catalizador para el cambio y se propuso a construir su propio destino; así inició en 1988 una próspera carrera como editor, escritor y productor en medios especializados en la cultura del hip hop.
Tras vender con éxito su primer guion, Elliot participó como guionista y escritor en las producciones: “Carmen: A Hip Hopera”, “Like Mike” y “Wifey”; no obstante, tuvieron que transcurrir ocho años más para ver en pantalla la película que consolidaría su carrera como guionista. Esta película fue “Just Wright”, protagonizada por Queen Latifah y Common. Gracias a ella, Elliot ganó un premio a mejor guion por la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), y consiguió hacerse un nombre en la industria del cine.
Un día, cuando Elliot se acercaba a cumplir los 50 años de edad, comenzó a cuestionarse sobre cuál sería su futuro. A pesar de estar orgulloso de su trabajo como guionista independiente, sentía que no era dueño de nada, y no tenía ganas de solamente dedicarse a vender ideas para películas por el resto de su vida.
Luego, en marzo del 2013, como muchos hombres, necesitaba hacerse una pedicura. Ante las limitadas ofertas que había en el mercado, terminó yendo a un salón de belleza para mujeres. Elliot recuerda haberse sentido muy incómodo.
A partir de ese sentimiento, inició una investigación leyendo artículos en línea relacionados al tema y habló con hombres y mujeres para conocer sus opiniones. Después, ideó un lugar donde cualquier hombre se sintiera cómodo. Llamó a su negocio “Hammer & Nails”. Cuando comenzó a contarle a sus amigos sobre este concepto, ellos sólo se rieron dándole a entender que se trataba de una idea absurda. Las críticas y burlas no lo detuvieron, y ese mismo año estableció el primer local de Hammer & Nails.
En los primeros meses de operación, la empresa facturó un total de $150 mil dólares, cifra que llamó la atención de los productores del popular programa Shark Tank, quienes invitaron a Elliot a exponer su negocio ante los “tiburones”.
Entusiasmado, aceptó la invitación y se presentó en el escenario de Shark Tank buscando obtener una inversión de $200 mil dólares a cambio de una participación del 20%, esto valorando su empresa en $1 millón de dólares. El capital lo utilizaría para desarrollar un modelo de franquicias que le permitiera expandir el negocio por todo Estados Unidos.
Desafortunadamente, las cosas no salieron como esperaba, pues los tiburones lo rechazaron de forma contundente.
Aunque no logró el objetivo, tras su presentación en Shark Tank recibió más de 800 solicitudes de información sobre oportunidades de franquicia de su negocio. Esto fue una verdadera sorpresa para él, porque hasta ese momento la única persona que había creído en su idea era su esposa.
En el 2015, la compañía vendió sus primeras franquicias, iniciando así su proceso de expansión por Estados Unidos.
En el 2016, la facturación total de la empresa superó los $2 millones de dólares, cifra que aumentaría de forma exponencial en los siguientes años.
Gracias a los increíbles resultados alcanzados, Hammer & Nails pudo ampliar sus catálogos, creando sus propios artículos de tocador y productos Premium para el cuidado de la piel.
Actualmente, Hammer & Nails factura más de $25 millones de dólares anuales, cuenta con más de 40 establecimientos, ha vendido alrededor de 232 licencias y planea abrir un nuevo local cada mes.
En cuanto a Elliot, él no abandonó por completo su pasión por el cine, sino que continuó paralelamente con ella, pero ahora desde una perspectiva más relajada.
Créditos de los vídeos utilizados:
• Big Stock Photo
• Pexels, Pixabay
• Canal de YouTube: Shark Tank
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