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10 ERRORES COMUNES que DESTRUYEN tus RIÑONES

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Hoy te hablo de 10 hábitos comunes que pueden dañar los riñones, dos órganos vitales que filtran la sangre, eliminan desechos y regulan la presión arterial. Los riñones son esenciales para la salud general, pero ciertas prácticas cotidianas pueden afectar su función a largo plazo. De modo que es importante conocer estos hábitos y cómo evitarlos para mantener una buena salud renal.
1. Abuso de analgésicos: El uso excesivo de AINEs puede disminuir el flujo sanguíneo renal y causar nefropatía analgésica. Es fundamental no automedicarse y hacerlo bajo prescripción médica.
2. Retener la orina: Aguantar las ganas de orinar debilita la vejiga y aumenta el riesgo de infecciones y cálculos renales.
3. Deshidratación: No beber suficiente agua dificulta la filtración de desechos y daña los riñones a largo plazo.
4. Exceso de sal: El consumo excesivo de sodio sobrecarga los riñones y puede aumentar la presión arterial.
5. Hipertensión: La presión arterial alta daña los vasos sanguíneos renales y puede causar nefropatía hipertensiva.
6. Consumo de ultraprocesados: Estos alimentos contienen exceso de sodio, azúcar y grasas poco saludables que dañan los riñones.
7. Exceso de azúcar: El consumo excesivo puede llevar a diabetes y nefropatía diabética, causas comunes de enfermedad renal crónica.
8. Alcohol: Su consumo deshidrata, sobrecarga y daña directamente las células renales, afectando su función.
9. Carnes procesadas: Estos productos ricos en sodio, fósforo y grasas saturadas, pueden aumentar la presión arterial y el riesgo de enfermedad renal.
10. Fumar: Los químicos del tabaco dañan los vasos sanguíneos renales y aumentan el riesgo de cáncer de riñón.
En definitiva, para proteger la salud renal, es fundamental evitar estos hábitos y adoptar un estilo de vida saludable. Esto incluye una dieta balanceada, hidratación adecuada, ejercicio regular y chequeos médicos.
**El contenido presentado en este canal tiene fines informativos y educativos únicamente. La información proporcionada no debe considerarse como un sustituto del consejo médico profesional, diagnóstico o tratamiento. Por lo que es importante que consultes con tu médico antes de tomar cualquier decisión relacionada con tu salud. Debes tener en cuenta además que la información proporcionada aquí puede no ser aplicable a tu situación médica individual.
1. Abuso de analgésicos: El uso excesivo de AINEs puede disminuir el flujo sanguíneo renal y causar nefropatía analgésica. Es fundamental no automedicarse y hacerlo bajo prescripción médica.
2. Retener la orina: Aguantar las ganas de orinar debilita la vejiga y aumenta el riesgo de infecciones y cálculos renales.
3. Deshidratación: No beber suficiente agua dificulta la filtración de desechos y daña los riñones a largo plazo.
4. Exceso de sal: El consumo excesivo de sodio sobrecarga los riñones y puede aumentar la presión arterial.
5. Hipertensión: La presión arterial alta daña los vasos sanguíneos renales y puede causar nefropatía hipertensiva.
6. Consumo de ultraprocesados: Estos alimentos contienen exceso de sodio, azúcar y grasas poco saludables que dañan los riñones.
7. Exceso de azúcar: El consumo excesivo puede llevar a diabetes y nefropatía diabética, causas comunes de enfermedad renal crónica.
8. Alcohol: Su consumo deshidrata, sobrecarga y daña directamente las células renales, afectando su función.
9. Carnes procesadas: Estos productos ricos en sodio, fósforo y grasas saturadas, pueden aumentar la presión arterial y el riesgo de enfermedad renal.
10. Fumar: Los químicos del tabaco dañan los vasos sanguíneos renales y aumentan el riesgo de cáncer de riñón.
En definitiva, para proteger la salud renal, es fundamental evitar estos hábitos y adoptar un estilo de vida saludable. Esto incluye una dieta balanceada, hidratación adecuada, ejercicio regular y chequeos médicos.
**El contenido presentado en este canal tiene fines informativos y educativos únicamente. La información proporcionada no debe considerarse como un sustituto del consejo médico profesional, diagnóstico o tratamiento. Por lo que es importante que consultes con tu médico antes de tomar cualquier decisión relacionada con tu salud. Debes tener en cuenta además que la información proporcionada aquí puede no ser aplicable a tu situación médica individual.
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