Clarice Lispector: Del exilio a la renovación de la lengua portuguesa

La escritora brasileña de origen judío Clarice Lispector es una de las escritoras en lengua portuguesa más importantes del S.XX. Con un legado de más de una decena de novelas publicadas y traducidas a numerosos idiomas, el estilo de Lispector fue y sigue siendo de difícil clasificación. Su lenguaje poético y sumamente innovador también fue llevado a la literatura infantil a través de diferentes cuentos y otras obras dirigidas a los más pequeños.

Antonio Maura, escritor, traductor, crítico literario y actual director del Instituto Cervantes en Rio de Janeiro, nos analiza en esta conferencia el legado literario de la escritora, y realiza un repaso por los grandes hitos de su obra. Además también nos habla sobre cómo su carácter y personalidad impregnó sus escritos.

Esta actividad se enmarca en el “Mes de la mujer”, un programa de actividades que Centro Sefarad-Israel organiza en torno al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

#MesdelaMujer

[jasse.zambrano]

Qué entrevista tan interesante. Me la disfruté mucho, se ve que Antonio tiene un gran conocimiento sobre la obra de Clarice. Muchas Gracias!

[luzalgarin]

Me duelen las crueldades y los crímenes cometidos contra mis padres y madres, mis hijos e hijas, mis hermanos y hermanos presindiendo de su etnicidad, nacionalidad, religiosidad... No tienen sentido esos actos infrahumanos porque todo ser humano integra la única raza, la humana. Todos son de carne y huesos; descienden de Adán y Eva.

En Isaías 2:4, Jehová Dios, el Creador y Fuente de vida, padre de nuestro señor Jesucristo, promete:

"Él será juez entre las naciones y resolverá los asuntos con relación a muchos pueblos. Convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en podaderas. Las naciones no alzarán la espada unas contra otras ni aprenderán más a hacer la guerra."

Unos de mis vecinos son judíos y yo, testigo de Jehová. Sus corazones valen mucho más que todo el oro puro y tidas las piedras preciosas en el Sistema Solar.

Él es tan generoso hasta el punto de encargarse todos los miércoles de mis dos recipientes de basura sin que yo se lo pida.

Son seres encantadores. Mejores vecinos no los puedo mandar a hacer..., pues no existen.