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Duras palabras del padre Jose Antonio Fortea - al dictador Daniel Ortega - presidente de Nicaragua
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Carta abierta del famoso exorcista español P. Jose Antonio Fortea al dictador presidente de Nicaragua Daniel Ortega.
“Estimado Daniel Ortega, dictador de Nicaragua: Usted ha lanzado a la turba contra los obispos. Una turba bastante exigua, pero que compensaba con violencia la pequeñez de su número”, escribio el sacerdote español.
“Los obispos han intentado hablar a la turba. Inútil intento. Nunca se puede razonar con una turba que vocifera”.
El P. Fortea recordó que “nuestro Maestro nos dijo, hace ya casi dos mil años: Quien a hierro mata a hierro muere”.
“Tenga, Daniel, cuidado. Porque quien lanza turbas contra los obispos, algún día puede encontrarse de cara a cara frente al Pueblo ya totalmente descontrolado. Y le aseguro que no podrá hablar ni razonar con una turba”.
“La Historia nos ha demostrado que si existe una bestia insaciable en su crueldad es una masa humana llena de furia”, señaló.
El P. Fortea dijo a Ortega que “usted es un dictador y lo sabe. Nadie lo sabe mejor que usted. Nadie sabe cómo usted ha acabado con la democracia en su país”.
“¿Quién mejor que usted nos podría explicar cómo logró acaparar todos los poderes, cómo logró derribar todas las barreras constitucionales?”.
El teólogo español pidió al presidente de Nicaragua que se marche “a la casa que tiene fuera de la que llama su patria”.
“Es cierto que si se va, perderá una fortuna. Ya tiene una gran fortuna. ¿Por qué tanta ambición? Si se aferra a su fuente de ganancias personales, algún día puede comprobar que un pueblo oprimido resulta imprevisible. Y en un solo día se puede pasar del despacho presidencial a un calabozo militar”.
“Cierto que usted piensa que puede hacer como Maduro en Venezuela. Pero no dude de que hay designios desconocidos por los que el Señor ha permitido tal aberración en Venezuela”, dijo.
El P. Fortea dijo a Ortega que “no le deseo a usted enfrentarse a la ira divina. Deje a su pueblo libre. Libere a toda una nación”.
“Me despido de usted, deseándole que no se arroje usted mismo a un abismo de poder y represión, cuyas llamas le perseguirán en este mundo y en el otro”, expresó.
“Estimado Daniel Ortega, dictador de Nicaragua: Usted ha lanzado a la turba contra los obispos. Una turba bastante exigua, pero que compensaba con violencia la pequeñez de su número”, escribio el sacerdote español.
“Los obispos han intentado hablar a la turba. Inútil intento. Nunca se puede razonar con una turba que vocifera”.
El P. Fortea recordó que “nuestro Maestro nos dijo, hace ya casi dos mil años: Quien a hierro mata a hierro muere”.
“Tenga, Daniel, cuidado. Porque quien lanza turbas contra los obispos, algún día puede encontrarse de cara a cara frente al Pueblo ya totalmente descontrolado. Y le aseguro que no podrá hablar ni razonar con una turba”.
“La Historia nos ha demostrado que si existe una bestia insaciable en su crueldad es una masa humana llena de furia”, señaló.
El P. Fortea dijo a Ortega que “usted es un dictador y lo sabe. Nadie lo sabe mejor que usted. Nadie sabe cómo usted ha acabado con la democracia en su país”.
“¿Quién mejor que usted nos podría explicar cómo logró acaparar todos los poderes, cómo logró derribar todas las barreras constitucionales?”.
El teólogo español pidió al presidente de Nicaragua que se marche “a la casa que tiene fuera de la que llama su patria”.
“Es cierto que si se va, perderá una fortuna. Ya tiene una gran fortuna. ¿Por qué tanta ambición? Si se aferra a su fuente de ganancias personales, algún día puede comprobar que un pueblo oprimido resulta imprevisible. Y en un solo día se puede pasar del despacho presidencial a un calabozo militar”.
“Cierto que usted piensa que puede hacer como Maduro en Venezuela. Pero no dude de que hay designios desconocidos por los que el Señor ha permitido tal aberración en Venezuela”, dijo.
El P. Fortea dijo a Ortega que “no le deseo a usted enfrentarse a la ira divina. Deje a su pueblo libre. Libere a toda una nación”.
“Me despido de usted, deseándole que no se arroje usted mismo a un abismo de poder y represión, cuyas llamas le perseguirán en este mundo y en el otro”, expresó.
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