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CANOVAS, RODRIGO, ADOLFO y GUZMÁN – Señora Azul (1974)

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A mediados de los 70 el panorama musical español estaba dominado en las listas de éxitos por grupos prefabricados y cantantes melódicos. Algún escalón por debajo nos podíamos encontrar con grupos en una onda más psicodélica y jazz-rock, bandas progresivas, cantautores de temática política y comprometida, y artistas que llevaron al flamenco a una nueva etapa. Con este panorama CANOVAS, RODRIGO, ADOLFO y GUZMÁN (CRAG), cuatro excelentes músicos que se unieron en 1974 y que provenían de otras bandas que ya habían tenido éxito: Cánovas había sido el batería de los grupos Módulos y Franklin; Rodrigo provenía de Los Pekenikes; Adolfo había sido vocalista y guitarrista de Los Ibero; y Guzmán, junto con Rodrigo y los hermanos José y Manuel Martín, habían pertenecido a la banda Solera, que el año anterior había grabado su único disco, llamado como el grupo. Estos cuatro chicos lanzaron al mercado “Señora Azul” con el sello Hispavox en 1974, que fue a la postre un fracaso comercial a pesar de la inmensa calidad que destilaban las composiciones de los miembros del cuarteto, además los arreglos orquestales de la mano de su productor, Rafael Trabucchelli. Pero el sello no apostó por ellos y la promoción fue casi nula; eran malos tiempos para un grupo pop, lo que llevó a que el álbum se vendiera muy poquito.
A pesar de las escasas ventas que obtuvo, nos encontramos ante una obra maestra sin igual donde C.R.A.G. sabe combinar a la perfección unas composiciones con letras brillantes y audaces, grandes armonías vocales y todo ello aderezado con unos arreglos que convierten los temas en pluscuamperfectos. Sobre todas las canciones incluidas en el álbum como el tema escrito por Rodrigo Barcía “Señora Azul” que dio nombre al disco y que mucha gente entendió que era una crítica a la dictadura y la censura imperante en aquellos años del franquismo, lo que provocó que les cayeran palos desde diferentes sectores, aunque los integrantes del grupo desmintieron este punto y señalaron que el tema estaba dedicado a los críticos musicales. La revista especializada ‘Rockdelux’ en 2004 lo clasifico en el puesto 11 entre ‘Los mejores 100 discos españoles del siglo’.
Lo dicho, el disco aunque apenas tuvo éxito en su época, su influencia no ha hecho sino crecer con los años. “Señora Azul” es una obra única edificada a partir del talento de cuatro músicos con solera hermanados en unas canciones de pop-folk acancionado con arreglos brillantes y letras depuradas.
“Señora azul” ha pasado a la historia como un disco de culto inmortal, emblemático de un rock poético que la mediocridad de la industria musical no supo imponer a los blandos cantantes solistas y que aún mantiene casi silenciado (solo una pobre reedición en CD de EMI en 2000). El grupo volvió a intentarlo con Polydor en los ochenta con “Queridos compañeros” (1984) y “C.R.A.G. 1985” (1985) e incluso de puntillas en 1994 con “Rodrigo, Adolfo y Guzmán” (J.J. Records), pero sin llegar a su momento de gloria.
A pesar de las escasas ventas que obtuvo, nos encontramos ante una obra maestra sin igual donde C.R.A.G. sabe combinar a la perfección unas composiciones con letras brillantes y audaces, grandes armonías vocales y todo ello aderezado con unos arreglos que convierten los temas en pluscuamperfectos. Sobre todas las canciones incluidas en el álbum como el tema escrito por Rodrigo Barcía “Señora Azul” que dio nombre al disco y que mucha gente entendió que era una crítica a la dictadura y la censura imperante en aquellos años del franquismo, lo que provocó que les cayeran palos desde diferentes sectores, aunque los integrantes del grupo desmintieron este punto y señalaron que el tema estaba dedicado a los críticos musicales. La revista especializada ‘Rockdelux’ en 2004 lo clasifico en el puesto 11 entre ‘Los mejores 100 discos españoles del siglo’.
Lo dicho, el disco aunque apenas tuvo éxito en su época, su influencia no ha hecho sino crecer con los años. “Señora Azul” es una obra única edificada a partir del talento de cuatro músicos con solera hermanados en unas canciones de pop-folk acancionado con arreglos brillantes y letras depuradas.
“Señora azul” ha pasado a la historia como un disco de culto inmortal, emblemático de un rock poético que la mediocridad de la industria musical no supo imponer a los blandos cantantes solistas y que aún mantiene casi silenciado (solo una pobre reedición en CD de EMI en 2000). El grupo volvió a intentarlo con Polydor en los ochenta con “Queridos compañeros” (1984) y “C.R.A.G. 1985” (1985) e incluso de puntillas en 1994 con “Rodrigo, Adolfo y Guzmán” (J.J. Records), pero sin llegar a su momento de gloria.
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