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Fui sentenciado a cadena perpetua cuando tenía 1 año de edad

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¿Dónde dobló a la izquierda?" Le pregunté a mi mamá mientras conducía. Sacó el mapa y comenzó a escanearlo con los ojos. Estaba oscureciendo un poco y estaba cansado, así que solo quería llegar al nuevo lugar.
"Gira a la izquierda después de ese gran edificio de allí, calabaza", dijo. "¿Estás emocionado?" Ella me preguntó. Asentí. Realmente estaba emocionado, porque no había visto a uno de mis mejores amigos en años. Verás, desde que era muy joven, mi madre y yo nos mudamos a diferentes ciudades y pueblos cada mes más o menos. Es todo lo que he conocido y tengo amigos esparcidos por todos lados.
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Saqué nuestras maletas del maletero del auto mientras mi mamá abría la puerta de nuestra pequeña casa temporal y las llevaba adentro. Después de darle las buenas noches a mi mamá, me quedé dormido tan pronto como mi cabeza golpeó la almohada. Me desperté a la mañana siguiente con el olor a huevos y tocino chisporroteando. Después de devorar mi desayuno, le di a mi mamá un beso en la frente y salí para encontrarme con mi amigo mientras ella desempacaba algunos elementos esenciales. Conocí a mi amigo Jackson en la cancha de baloncesto donde solíamos jugar cuando éramos más jóvenes. Nos abrazamos y luego, por supuesto, me desafió a ver quién lograba tirar más canastas.
"Entonces, ¿cómo está el hombre de la escuela?" Le pregunté horas después, cuando estábamos sentados relajándonos.
“La escuela es aburrida como siempre, tienes suerte de que te eduquen en casa”, respondió. Se puso de pie de repente y me preguntó si quería ir a una fiesta. No había ido a muchas fiestas, así que, por supuesto, quería.
Jackson y yo llegamos a una casa que estaba absolutamente destrozada. Había tazas y recipientes de comida por todo el jardín delantero y la música resonaba por las ventanas. En el interior, apenas se podía saber qué brazo pertenecía a quién, porque todos estaban enredados bailando. La mayoría de las veces solo vibramos en la parte de atrás, pero fuimos al frente cuando vimos que los puños comenzaban a volar. Se desató una pelea y todos los que estaban alrededor estaban mirando. Unos minutos después, la puerta se abrió y entraron tres policías, diciendo que los vecinos hicieron una queja por ruido, pero luego vieron la pelea y se pusieron un poco más agresivos. Dos de los policías agarraron a los peleadores y uno de ellos se quedó atrás. Me miró y me dio escalofríos. Se veía sospechoso y algo en él me hizo no confiar en él. Me sentí tan incómodo con él mirándome que me alejé, pero antes de que pudiera llegar a Jackson, me agarró del brazo y dijo: "Vas a venir conmigo, chico". Quería resistir, no había hecho nada malo, pero vi a Jackson y me dijo "No te resistas". El policía me puso en la parte trasera de su patrulla y me tomó una foto, el flash me cegó. Después de un rato, me di cuenta de que ya no seguía al otro coche de policía. Detuvo el coche en la carretera y salió.
“Este es el final”, pensé. “No debería haber ido a esa maldita fiesta, quién sabe lo que me va a hacer este idiota”. Abrió la puerta trasera y me tapó los ojos con una venda.
"¡Oye, qué diablos estás haciendo!" Le habría dado un puñetazo, pero estaba esposado.
"Silencio", dijo.
Sentí que el coche se movía de nuevo y me detuve después de unos minutos. Escuché que mi puerta se abría y alguien me sacó bruscamente. Me llevaron un par de escalones y luego me empujaron a una silla, donde me ataron a una silla. Me di cuenta de que había una luz brillante sobre mi cabeza, y luego alguien me arrancó la venda de los ojos. Me tomé un segundo para adaptarme y luego vi a un hombre, de unos 50 años, mirándome.
"¡¿Que quieres de mi?! ¡No tengo dinero! " Le grité, pero él se rió entre dientes.
"Niño, yo tengo mucho dinero, ¿te parezco pobre?" Preguntó, pero me quedé en silencio. Se acercó a mí y me tiró de la oreja cuando estuvimos cara a cara.
“Lo que quiero es que te pudras en la cárcel por lo que le hiciste a mi esposa. Quiero que te sientas tan solo como yo todos los días gracias a ti ".
"¡Tienes al tipo equivocado, nunca he lastimado a nadie!" Traté de defenderme, pero él no me escuchó.
"Eres un asesino", escupió. Su teléfono empezó a sonar, así que salió para atender la llamada. Mientras él estaba fuera, comencé a luchar para escapar. La fricción de las cuerdas sobre mi piel me quemaba, pero seguí tratando de moverme hasta que liberé una mano, luego la otra y luego desaté mis pies. Salí de puntillas de allí lo más rápido que pude, y cuando salía corriendo del edificio escuché al hombre gritar "¡A por él!"
"Gira a la izquierda después de ese gran edificio de allí, calabaza", dijo. "¿Estás emocionado?" Ella me preguntó. Asentí. Realmente estaba emocionado, porque no había visto a uno de mis mejores amigos en años. Verás, desde que era muy joven, mi madre y yo nos mudamos a diferentes ciudades y pueblos cada mes más o menos. Es todo lo que he conocido y tengo amigos esparcidos por todos lados.
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Saqué nuestras maletas del maletero del auto mientras mi mamá abría la puerta de nuestra pequeña casa temporal y las llevaba adentro. Después de darle las buenas noches a mi mamá, me quedé dormido tan pronto como mi cabeza golpeó la almohada. Me desperté a la mañana siguiente con el olor a huevos y tocino chisporroteando. Después de devorar mi desayuno, le di a mi mamá un beso en la frente y salí para encontrarme con mi amigo mientras ella desempacaba algunos elementos esenciales. Conocí a mi amigo Jackson en la cancha de baloncesto donde solíamos jugar cuando éramos más jóvenes. Nos abrazamos y luego, por supuesto, me desafió a ver quién lograba tirar más canastas.
"Entonces, ¿cómo está el hombre de la escuela?" Le pregunté horas después, cuando estábamos sentados relajándonos.
“La escuela es aburrida como siempre, tienes suerte de que te eduquen en casa”, respondió. Se puso de pie de repente y me preguntó si quería ir a una fiesta. No había ido a muchas fiestas, así que, por supuesto, quería.
Jackson y yo llegamos a una casa que estaba absolutamente destrozada. Había tazas y recipientes de comida por todo el jardín delantero y la música resonaba por las ventanas. En el interior, apenas se podía saber qué brazo pertenecía a quién, porque todos estaban enredados bailando. La mayoría de las veces solo vibramos en la parte de atrás, pero fuimos al frente cuando vimos que los puños comenzaban a volar. Se desató una pelea y todos los que estaban alrededor estaban mirando. Unos minutos después, la puerta se abrió y entraron tres policías, diciendo que los vecinos hicieron una queja por ruido, pero luego vieron la pelea y se pusieron un poco más agresivos. Dos de los policías agarraron a los peleadores y uno de ellos se quedó atrás. Me miró y me dio escalofríos. Se veía sospechoso y algo en él me hizo no confiar en él. Me sentí tan incómodo con él mirándome que me alejé, pero antes de que pudiera llegar a Jackson, me agarró del brazo y dijo: "Vas a venir conmigo, chico". Quería resistir, no había hecho nada malo, pero vi a Jackson y me dijo "No te resistas". El policía me puso en la parte trasera de su patrulla y me tomó una foto, el flash me cegó. Después de un rato, me di cuenta de que ya no seguía al otro coche de policía. Detuvo el coche en la carretera y salió.
“Este es el final”, pensé. “No debería haber ido a esa maldita fiesta, quién sabe lo que me va a hacer este idiota”. Abrió la puerta trasera y me tapó los ojos con una venda.
"¡Oye, qué diablos estás haciendo!" Le habría dado un puñetazo, pero estaba esposado.
"Silencio", dijo.
Sentí que el coche se movía de nuevo y me detuve después de unos minutos. Escuché que mi puerta se abría y alguien me sacó bruscamente. Me llevaron un par de escalones y luego me empujaron a una silla, donde me ataron a una silla. Me di cuenta de que había una luz brillante sobre mi cabeza, y luego alguien me arrancó la venda de los ojos. Me tomé un segundo para adaptarme y luego vi a un hombre, de unos 50 años, mirándome.
"¡¿Que quieres de mi?! ¡No tengo dinero! " Le grité, pero él se rió entre dientes.
"Niño, yo tengo mucho dinero, ¿te parezco pobre?" Preguntó, pero me quedé en silencio. Se acercó a mí y me tiró de la oreja cuando estuvimos cara a cara.
“Lo que quiero es que te pudras en la cárcel por lo que le hiciste a mi esposa. Quiero que te sientas tan solo como yo todos los días gracias a ti ".
"¡Tienes al tipo equivocado, nunca he lastimado a nadie!" Traté de defenderme, pero él no me escuchó.
"Eres un asesino", escupió. Su teléfono empezó a sonar, así que salió para atender la llamada. Mientras él estaba fuera, comencé a luchar para escapar. La fricción de las cuerdas sobre mi piel me quemaba, pero seguí tratando de moverme hasta que liberé una mano, luego la otra y luego desaté mis pies. Salí de puntillas de allí lo más rápido que pude, y cuando salía corriendo del edificio escuché al hombre gritar "¡A por él!"
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