¿Revolución Científica?

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Contenido de calidad y con posibilidad a buscar fuentes y libros. Poco más que añadir, de 10 como de costumbre. Saludos desde España.

ganstabreakincity
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Yo pensaría que una revolución científica vendría a ser un cambio en el paradigma social de cómo enfrentarse a la vida en general (problemas, preguntas, placeres, etc.) porque, en mi opinión, los científicos no están desligados del pensamiento de la sociedad en que se desenvuelven y estarían muy estrechos hacia la forma de pensar de la comunidad.
Si la gente cree que la mejor manera de resolver los problemas es procurando que sea lo más rápido posible entonces los científicos, filósofos, historiadores, etc., buscarían encontrar las respuestas a sus dilemas lo más rápido posible con la posibilidad de que sus respuestan tengan más efectos adversos de los esperados, que, hipotéticamente, una cura que si bien elimina la enfermedad el paciente tienen una mayor probabilidad de desarrollar un tipo especial de cáncer, o tal vez úlceras. En esta sociedad la balanza de costo y beneficio se vería más equivalente en respecto a las soluciones en vez de cargarse notoriamente en el lado de los beneficios a la hora de encontrar soluciones.

matiasfermandois
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Hola Andrés. Te mueres cuánto he aprendido con tus videos. Tienes un saber casi enciclopédico de la filosofía y las ciencias raro en alguien tan joven, edad donde se ve más bien un inicio en la hiperespecialización filosófica más que un proceso casi omniabarcante; esto último lo digo por la variedad temática de tus videos. Con todo, tengo un reparo. Un día escuché de ti que teníamos que hablar de las cosas mismas, si hablábamos de Dios, hablar de Dios y no de lo que tal o cual filósofo dijo o escribió sobre Él. Algo así como el ¡a las cosas mismas! de Husserl, quien pese a su original intención jamás pudo ir a las cosas mismas por estar atado a los límites de la filosofía trascendental de Kant (o quizá sí fue a las “cosas” mismas pero sin salirse de su carácter objetual, es decir, sin preocuparse jamás del carácter extra-objetual del objeto, a saber, la cosa o el ente (res, ens) que tiene ser (esse). Más allá de eso, en tu modo de abordar los temas, modo que veo también en la actual academia, me parece ver una extraña herencia hegeliana, me explico. Hablar de filosofía parece reducirse a lo que los filósofos han dicho sobre tal o cual tema, como si el horizonte último de la filosofía fuera su propio devenir histórico, su acaecer fáctico. Hablar de las cosas se hizo, desde Kant, ingenuo, infantil, a-crítico…en fin, un camino infructuoso y lleno de aporías. Me llama la atención el enfoque marcadamente no académico de don Antonio, donde si bien se lee con casi exclusión de todo otro filósofo, al Aquinate, pero jamás con el interés de un apropiarse de la filosofía tomista en términos de su acaecer y su destino, que vendría siendo la discusión bibliográfica posterior y que llega hasta nuestros días en una ramificación casi infinita de sub temas que debe dominar quien quiere estar al tanto del llamado “estado de la cuestión” de tal o cual tema y sobre el que se desea escribir un paper; sino más bien parecía darse en el aula que la lectura del Aquinate era tal solo, per accidens, en cuanto conducente a una reflexión en tirno a las cosas mismas en su ser real y actual fuera del entendimiento). Ese camino de hiperespecialización enciclopédica y academicista es difícil y requiere una capacidad intelectual que ciertamente no tengo y envidio de los que sí poseen (como tú). Con todo, me pregunto si en tal camino no acaba por confundirse la filosofía y lo que en definitiva es su objeto -la sabiduría increada- con su mero devenir, de modo que quien pretenda hacer filosofía con seriedad, no puede sino hacerlo desde aquel hilo conductor que es, repito, su propio acaecer histórico. En ese sentido, la filosofía tiene solo por objeto a nada más que a ella misma, y sus inmanentes e intrahistóricos productos que es el mismo filosofar históricamente acaecido. Así, nunca iremos a las cosas mismas …

inigoalbertogarciaelton