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Desenmascarando a Jonas Gonzalez Apostata
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Las Características de la Apostasía y de los Apóstatas.
Judas era el hermanastro de Jesús y un líder en la iglesia primitiva. En su carta del Nuevo Testamento, él describe cómo reconocer la apostasía e insta encarecidamente a ésos en el cuerpo de Cristo a contender ardientemente por la fe (vs. 3). La palabra griega traducida "contendáis ardientemente" es un verbo compuesto del cual obtenemos la palabra "agonizar". Significa que la lucha será continua. En otras palabras, Judas nos está diciendo que va a haber una lucha constante contra falsas enseñanzas y que los cristianos deben tomarlo tan en serio que "agonizamos" sobre la lucha en que estamos inmersos. Por otra parte, Judas aclara que todo cristiano está llamado a esta lucha, no sólo los líderes del cuerpo local, así que es fundamental que todos los creyentes afilen sus habilidades de discernimiento para que puedan reconocer y prevenir la apostasía en medio de ellos.
Después de instar a sus lectores a contender ardientemente por la fe, luego Judas destaca la razón: "Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo" (vs. 4). En este versículo, Judas proporciona a los cristianos tres características de la apostasía y de los maestros apóstatas.
En primer lugar, Judas dice que la apostasía puede ser sutil. Judas utiliza la frase "han entrado encubiertamente" (que no aparece en ningún otro libro de la Biblia) para describir la entrada de los apóstatas en la iglesia. En el griego extra-bíblico, el término describe la astucia de un abogado que, a través de una argumentación inteligente, se infiltra en las mentes de los funcionarios del Tribunal y corrompe su pensamiento. La palabra significa literalmente "entrar de lado; entrar furtivamente; difícil de detectar". En otras palabras, Judas dice que es raro que la apostasía comience de una manera abierta y fácilmente detectable.
El apóstol Pablo también habla del comportamiento exterior agradable de los apóstatas y sus enseñanzas: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Corintios 11:13-14). En otras palabras, los apóstatas no parecerán malos en el exterior ni dirán palabras dramáticas de herejía al comienzo de su enseñanza. En lugar de negar la verdad absolutamente, los apóstatas la torcerán.
En segundo lugar, Judas describe a los apóstatas como "impíos" y aquellos que usan la gracia de Dios como una licencia para cometer actos injustos. Comenzando con "impíos", Judas enumera dieciocho rasgos poco favorecedores de los apóstatas para que sus lectores puedan identificarlos más fácilmente. Judas dice que los apóstatas son impíos (vs. 4), moralmente pervertidos (vs. 4), niegan a Cristo (vs. 4), mancillan la carne (vs. 8), son rebeldes (vs. 8), gente que blasfema a los ángeles (vs. 8), son ignorantes de Dios (vs. 8), proclaman visiones falsas (vs. 10), autodestructivos (vs. 10), murmuradores (vs. 16), criticones (vs. 16), andan según sus propios deseos (vs. 16), personas que usan palabras arrogantes y adulaciones falsas (vs. 16), burladores de Dios (vs. 18), los que causan divisiones (vs. 19), sensuales (vs. 19) y finalmente (y no es de extrañar), carentes del Espíritu (vs. 19).
En tercer lugar, Judas dice que los apóstatas "niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo" (Vs. 4) ¿Cómo hacen esto los apóstatas? Pablo nos dice en su carta a Tito: “Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.” (Tito 1:15-16). A través de su comportamiento injusto, los apóstatas muestran a su verdadero ser. A diferencia de un apóstata, un verdadero creyente es alguien que ha sido liberado del pecado a la justicia en Cristo. “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?" (Romanos 6:1-2)
Pero la falsa enseñanza de los apóstatas muestra también su verdadera naturaleza. Pedro dice, "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina." (2 Pedro 2:1). Los verdaderos creyentes han sido liberados de la oscuridad espiritual a la luz (Efesios 5:8) y por lo tanto no negarán las verdades fundamentales de la Escritura. Finalmente, el signo de un apóstata es que eventualmente decae y se aparta de la verdad de la Palabra de Dios y Su justicia.
Judas era el hermanastro de Jesús y un líder en la iglesia primitiva. En su carta del Nuevo Testamento, él describe cómo reconocer la apostasía e insta encarecidamente a ésos en el cuerpo de Cristo a contender ardientemente por la fe (vs. 3). La palabra griega traducida "contendáis ardientemente" es un verbo compuesto del cual obtenemos la palabra "agonizar". Significa que la lucha será continua. En otras palabras, Judas nos está diciendo que va a haber una lucha constante contra falsas enseñanzas y que los cristianos deben tomarlo tan en serio que "agonizamos" sobre la lucha en que estamos inmersos. Por otra parte, Judas aclara que todo cristiano está llamado a esta lucha, no sólo los líderes del cuerpo local, así que es fundamental que todos los creyentes afilen sus habilidades de discernimiento para que puedan reconocer y prevenir la apostasía en medio de ellos.
Después de instar a sus lectores a contender ardientemente por la fe, luego Judas destaca la razón: "Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo" (vs. 4). En este versículo, Judas proporciona a los cristianos tres características de la apostasía y de los maestros apóstatas.
En primer lugar, Judas dice que la apostasía puede ser sutil. Judas utiliza la frase "han entrado encubiertamente" (que no aparece en ningún otro libro de la Biblia) para describir la entrada de los apóstatas en la iglesia. En el griego extra-bíblico, el término describe la astucia de un abogado que, a través de una argumentación inteligente, se infiltra en las mentes de los funcionarios del Tribunal y corrompe su pensamiento. La palabra significa literalmente "entrar de lado; entrar furtivamente; difícil de detectar". En otras palabras, Judas dice que es raro que la apostasía comience de una manera abierta y fácilmente detectable.
El apóstol Pablo también habla del comportamiento exterior agradable de los apóstatas y sus enseñanzas: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Corintios 11:13-14). En otras palabras, los apóstatas no parecerán malos en el exterior ni dirán palabras dramáticas de herejía al comienzo de su enseñanza. En lugar de negar la verdad absolutamente, los apóstatas la torcerán.
En segundo lugar, Judas describe a los apóstatas como "impíos" y aquellos que usan la gracia de Dios como una licencia para cometer actos injustos. Comenzando con "impíos", Judas enumera dieciocho rasgos poco favorecedores de los apóstatas para que sus lectores puedan identificarlos más fácilmente. Judas dice que los apóstatas son impíos (vs. 4), moralmente pervertidos (vs. 4), niegan a Cristo (vs. 4), mancillan la carne (vs. 8), son rebeldes (vs. 8), gente que blasfema a los ángeles (vs. 8), son ignorantes de Dios (vs. 8), proclaman visiones falsas (vs. 10), autodestructivos (vs. 10), murmuradores (vs. 16), criticones (vs. 16), andan según sus propios deseos (vs. 16), personas que usan palabras arrogantes y adulaciones falsas (vs. 16), burladores de Dios (vs. 18), los que causan divisiones (vs. 19), sensuales (vs. 19) y finalmente (y no es de extrañar), carentes del Espíritu (vs. 19).
En tercer lugar, Judas dice que los apóstatas "niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo" (Vs. 4) ¿Cómo hacen esto los apóstatas? Pablo nos dice en su carta a Tito: “Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.” (Tito 1:15-16). A través de su comportamiento injusto, los apóstatas muestran a su verdadero ser. A diferencia de un apóstata, un verdadero creyente es alguien que ha sido liberado del pecado a la justicia en Cristo. “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?" (Romanos 6:1-2)
Pero la falsa enseñanza de los apóstatas muestra también su verdadera naturaleza. Pedro dice, "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina." (2 Pedro 2:1). Los verdaderos creyentes han sido liberados de la oscuridad espiritual a la luz (Efesios 5:8) y por lo tanto no negarán las verdades fundamentales de la Escritura. Finalmente, el signo de un apóstata es que eventualmente decae y se aparta de la verdad de la Palabra de Dios y Su justicia.
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