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Enfermedad Celíaca y trastornos asociados al consumo de trigo
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Por cada persona con diagnóstico de Enfermedad Celíaca hay 8 personas que aún no lo saben. La importancia de la consulta, el diagnóstico y del seguimiento de la dieta son fundamentales.
La Enfermedad Celiaca es una patología sistémica, autoinmune, provocada por la ingesta de GLUTEN presente en TRIGO, AVENA, CEBADA y CENTENO (TACC). Ocurre en individuos genéticamente predispuestos; se caracteriza por la presencia de signos y síntomas dependientes del consumo de alimentos con gluten, anticuerpos específicos y daño de la mucosa intestinal.
La prevalencia estimada en nuestro país es de 1-2% de la población general, siendo más frecuente en las mujeres con una proporción 2:1, en niños es 1:79. Sin embargo, por cada persona con diagnóstico de Enfermedad Celíaca hay 8 que aún no lo saben.
El promedio de tiempo en alcanzar el diagnóstico en Argentina es de 8 años, es decir una persona puede estar un promedio de 8 años con síntomas hasta que llega al diagnóstico.
El único tratamiento eficaz es la Dieta Libre de TACC de forma permanente y estricta, refiriendo como dieta a lo que significa la palabra “dieta” que es “hábito de vida”. Al momento del diagnóstico surgen muchísimos interrogantes, enormes inseguridades y fundamentalmente, se pierde la espontaneidad. El abordaje del Tratamiento debe ser interdisciplinario, teniendo como pilares fundamentales la Nutrición y la Psicología.
La Dieta Libre de TACC tiene efecto terapéutico al aliviar los síntomas, normalizar los anticuerpos y reestablecer las vellosidades intestinales; y tiene efecto preventivo al prevenir complicaciones, siempre y cuando esté correctamente guiada por un profesional de la Nutrición.
Los síntomas pueden variar desde diarrea, constipación, reflujo, náuseas, vómitos, anemia, infertilidad, osteopenia, osteoporosis, abortos recurrentes, menopausia precoz, y menarca tardía. En Pediatría se observan niños con cambios en el estado de humor, estancamiento en el crecimiento tanto de peso como de talla. Existe una fuerte asociación con otras patologías como Diabetes T1, Tiroiditis de Hashimoto, Dermatitis Herpetiforme, entre otras.
Dentro del espectro de los Trastornos Relacionados al Trigo tenemos:
Enfermedad Celíaca
Alergia al Trigo
Intolerancia al Trigo
Sensibilidad al Trigo no Celíaca
La Sensibilidad al Trigo no Celíaca es una condición NO autoinmune, NO alérgica, que se caracteriza por la aparición de síntomas tanto digestivos (diarrea, constipación, acidez, entre otros) como no digestivos (cefalea, visión borrosa, entre otros) ante el consumo de trigo.
A grandes rasgos, las diferencias más grandes entre la Enfermedad Celíaca y la Sensibilidad al Trigo son el Diagnóstico y el Tratamiento. La Enfermedad Celíaca tiene métodos diagnósticos concretos como análisis de sangre y toma de biopsias intestinales, como así también predisposición genética específica. El tratamiento debe ser estricto y de por vida, cuidando específicamente evitar la contaminación cruzada de alimentos con gluten. En cambio, para la Sensibilidad al Trigo no Celíaca no existe un método diagnóstico específico, es más bien un diagnóstico al que se llega por descarte. La Dieta libre de TACC que se realiza en esta condición no es tan estricta, y en muchos casos, no es de por vida. Para llegar a un diagnóstico concreto es necesario que un Gastroenterólogo junto con un Alergista evalúen cada caso en particular.
La Alergia al Trigo es una reacción mediada por el Sistema Inmunológico en la que se desencadenan síntomas como rinitis, urticaria, síntomas digestivos y en casos muy severos una reacción multi sistémica que es la anafilaxia.
La Intolerancia al Trigo es una condición mecánica donde falta la enzima que digiere el carbohidrato específico, en este caso al trigo. Se caracteriza por generar sólo síntomas digestivos.
Recomendación muy importante:
Si el paciente comienza una dieta en la que retira el gluten o cualquier otro alimento, antes de haber consultado con su médico y realizar los estudios necesarios, se dificulta o imposibilita un correcto diagnostico. Es muy importante consultar con tu médico/médica de confianza antes de retirar cualquier tipo de alimento de tu alimentación. Ante cualquier duda, consulta con un gastroenterólogo y ante un diagnóstico confirmado consulta con un Nutricionista Especializado.
La Enfermedad Celiaca es una patología sistémica, autoinmune, provocada por la ingesta de GLUTEN presente en TRIGO, AVENA, CEBADA y CENTENO (TACC). Ocurre en individuos genéticamente predispuestos; se caracteriza por la presencia de signos y síntomas dependientes del consumo de alimentos con gluten, anticuerpos específicos y daño de la mucosa intestinal.
La prevalencia estimada en nuestro país es de 1-2% de la población general, siendo más frecuente en las mujeres con una proporción 2:1, en niños es 1:79. Sin embargo, por cada persona con diagnóstico de Enfermedad Celíaca hay 8 que aún no lo saben.
El promedio de tiempo en alcanzar el diagnóstico en Argentina es de 8 años, es decir una persona puede estar un promedio de 8 años con síntomas hasta que llega al diagnóstico.
El único tratamiento eficaz es la Dieta Libre de TACC de forma permanente y estricta, refiriendo como dieta a lo que significa la palabra “dieta” que es “hábito de vida”. Al momento del diagnóstico surgen muchísimos interrogantes, enormes inseguridades y fundamentalmente, se pierde la espontaneidad. El abordaje del Tratamiento debe ser interdisciplinario, teniendo como pilares fundamentales la Nutrición y la Psicología.
La Dieta Libre de TACC tiene efecto terapéutico al aliviar los síntomas, normalizar los anticuerpos y reestablecer las vellosidades intestinales; y tiene efecto preventivo al prevenir complicaciones, siempre y cuando esté correctamente guiada por un profesional de la Nutrición.
Los síntomas pueden variar desde diarrea, constipación, reflujo, náuseas, vómitos, anemia, infertilidad, osteopenia, osteoporosis, abortos recurrentes, menopausia precoz, y menarca tardía. En Pediatría se observan niños con cambios en el estado de humor, estancamiento en el crecimiento tanto de peso como de talla. Existe una fuerte asociación con otras patologías como Diabetes T1, Tiroiditis de Hashimoto, Dermatitis Herpetiforme, entre otras.
Dentro del espectro de los Trastornos Relacionados al Trigo tenemos:
Enfermedad Celíaca
Alergia al Trigo
Intolerancia al Trigo
Sensibilidad al Trigo no Celíaca
La Sensibilidad al Trigo no Celíaca es una condición NO autoinmune, NO alérgica, que se caracteriza por la aparición de síntomas tanto digestivos (diarrea, constipación, acidez, entre otros) como no digestivos (cefalea, visión borrosa, entre otros) ante el consumo de trigo.
A grandes rasgos, las diferencias más grandes entre la Enfermedad Celíaca y la Sensibilidad al Trigo son el Diagnóstico y el Tratamiento. La Enfermedad Celíaca tiene métodos diagnósticos concretos como análisis de sangre y toma de biopsias intestinales, como así también predisposición genética específica. El tratamiento debe ser estricto y de por vida, cuidando específicamente evitar la contaminación cruzada de alimentos con gluten. En cambio, para la Sensibilidad al Trigo no Celíaca no existe un método diagnóstico específico, es más bien un diagnóstico al que se llega por descarte. La Dieta libre de TACC que se realiza en esta condición no es tan estricta, y en muchos casos, no es de por vida. Para llegar a un diagnóstico concreto es necesario que un Gastroenterólogo junto con un Alergista evalúen cada caso en particular.
La Alergia al Trigo es una reacción mediada por el Sistema Inmunológico en la que se desencadenan síntomas como rinitis, urticaria, síntomas digestivos y en casos muy severos una reacción multi sistémica que es la anafilaxia.
La Intolerancia al Trigo es una condición mecánica donde falta la enzima que digiere el carbohidrato específico, en este caso al trigo. Se caracteriza por generar sólo síntomas digestivos.
Recomendación muy importante:
Si el paciente comienza una dieta en la que retira el gluten o cualquier otro alimento, antes de haber consultado con su médico y realizar los estudios necesarios, se dificulta o imposibilita un correcto diagnostico. Es muy importante consultar con tu médico/médica de confianza antes de retirar cualquier tipo de alimento de tu alimentación. Ante cualquier duda, consulta con un gastroenterólogo y ante un diagnóstico confirmado consulta con un Nutricionista Especializado.
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