Cómo quieres que finja

Cómo quieres que finja que no estás
detrás de cada sentimiento que me perturba
si sólo hay que mirarme a los ojos para entender
que estoy llena de ti y de tu facilidad para hacerme reír.

Desde que es verano
todas mis noches huelen a ti
y mi único deseo se ha convertido
en sentirte tan adentro de mi cuerpo
que no sepa diferenciar
si me estás masturbando el alma o el cuerpo.

Me das hambre mi amor,
sí, me das hambre
cuando me rozas,
cuando me tocas,
cuando me desnudas
y cuando tus labios terminan
a dos centímetros de mi boca.

No soy capaz de encontrar
palabras para describir la belleza
de tus ojos cuando me miran.

Pero te juro que no miento cuando digo
que posees la mirada de quien corre el riesgo
de enamorarse sin márgenes y medidas
y de saborear la vida con luz y valentía.

Una vez alguien me dijo que
nadie nos ofrece tanto como quien
nos descubre algo diferente
y tú mí amor me estás enseñando a sentir
como si el amor jamás tuviera la tentación de morir.

Estoy empezando a confiar en mis alas
porque gracias a tu valentía he aprendido
que la gente que se acerca al cielo
es la gente que es libre como el viento
y que nunca se cansa de luchar por sus sueños.

Cuando te miro me pregunto
porque tenemos tanto miedo a enamorarnos
si sólo hay que mirarte a los ojos para llenarse de luz
y para darse cuenta de que el amor
es la fuerza más bonita y más tierna de la vida.

Me pregunto quién demonios inventó el tiempo,
porque cuando estoy contigo realmente siento
que todos los relojes me dejan sin aliento.

Me encanta hacerte sonreír
porque cuando sonríes te prometo que
el mundo se detiene y el tiempo desaparece.

Pero explícame una cosa mi amor,
cuéntame que son estas ganas
de saborear cada rincón de tu cuerpo
y de llevarte al cielo y llenarte de sexo.

Dime que son estas ganas
de que mis hijos lleven tu alma
y tengan la luz de tu mirada.

Dime de dónde vienen estas ganas
de salir corriendo contigo hacia el infinito.

Dime de dónde vienen
porque yo no lo entiendo.

Pero por eso escribo;
porque escribir es mi única manera
de besarte, rozarte, tocarte
y de tenerte conmigo hasta que decidas
venir a enloquecer de amor conmigo.

Escribir es mi única manera
de decirte que te has convertido
en mi camino, en mi destino
y en mi nuevo precipicio.

Y por eso me refugio en la poesía;
porque realmente
no sé qué hacer con tanto amor
y con tanta vida.