Paidorama 1979 - Quincena de la infancia y la Juventud Madrid - Exposición juegos y juguetes

Paidorama 79 pretende ser una nueva forma de llegar al niño. Por 75 pesetas los niños pueden tocar, ver, manipular juguetes, asistir a teatros de magia y títeres, jugar a la tómbola, montar en un viejo tranvía, usar un campamento, hacer un circuito deportivo, deslizarse por esquíes por una pista de diecisiete metros de longitud que no tiene nieve, ver por video-cassette todos los espacios infantiles que han aparecido en la Televisión Española, hablar con los personajes más famosos del mundo infantil de la pequeña pantalla, ver y tocar también maquetas de trenes en movimiento, leer en una biblioteca donde hay libros infantiles variados, participar en una gincana, y oir a las Bandas Musicales de las Fuerzas Armadas y del Ayuntamiento.

Decenas de miles de niños han acudido ya a visitar esta exposición en la que las casas comerciales se han comprometido a ofrecer gratuitamente cada una, una atracción para los niños. La muestra que se encuentra situada en el Palacio de Exposiciones de la Cámara de Comercio e industria de Madrid, ha sido muy bien acogida por el público infantil madrileño.
El precio de las entradas era de 75 pesetas para los niños y de 100 pesetas para los adultos. Cada día visitan los stands unas 28.000 personas.

Según los resultados de una encuesta realizada entre los pequeños que han visitado Paidorama, las actividades que han obtenido un mayor éxito han sido las deportivas, como las camas elásticas. Destacan las atracciones de tiro de bolas inastalada por AFEC, la tómbola de Coca-Cola, las camas elásticas de Danone, el teatro de la fantasía de Galerías Preciados, la caseta de tiro al blanco y el tobogán de Industrias Cárnicas Cabo, el guardameta automático al que pueden tirar los goles los niños, de Nutrexpa, al discoteca donde se organizan concursos de baile de Philips y otras actividades semejantes, muchas de las cuales añaden el aliciente de otorgar diversos premios y recompensas. Especial aceptación está teniendo la Unidad de Educación Vial, instalada por la Dirección General de Tráfico, que incluye un aula donde los niños resuelven un sencillo "test" de señales y normas de circulación y disponen de una pista de habilidad ciclista. Si realizan el recorrido cumpliendo las condiciones exigidas reciben un carné de "miniconductor".

La iniciativa del Ayuntamiento madrileño de instalar dos coches de bomberos y uno de la Policía Municipal se ha visto igualmente coronada por el éxito. Diversas editoriales han organizado por su parte concursos de dibujo y de pintura en los stands donde se presenta exposiciones de sus libros. Los niños pueden leer líbremente, participar en juegos didácticos y en partidas de ajedrez que se celebran continuamente. Una pista de minigolf, así como canastas porterías, barras de equilibrio y otras instalaciones para ejercicios deportivos han sido las contribuciones del Consejo Superior de Deportes. Los niños han demostrado una singular preferencia por estas actividades deportivas y, sin embargo, no han acogido con tanto entusiasmo algunas exhibiciones como interpretaciones musicales de agrupaciones corales, bandas y otros grupos.

El stand de Unicef-España presenta una exposición de más de 2000 juegos y juguetes, recibidos de 56 países. Pese al indudable interés de esta muestra, los niños no se detienen excesivamente en su contemplación, ya que no pueden tocarlos.