CITROËN C5 AIRCROSS HIGHLIGHTS & ACTIONS | By #CdRas

El C5 Aircross es el SUV más grande de la firma del chevron y ahora, tras cuatro años desde su lanzamiento, recibe un lavado de cara, que se centra en el apartado de la tecnología y pequeñas evoluciones en su diseño. Esta actualización consigue aportar un toque vanguardista al frontal del C5 Aircross, que estrena configuración de parrilla y paragolpes.
El C5 Aircross es el típico crossover que llegó para desbancar a los monovolúmenes de tamaño parecido, con 4,50 metros de largo, por 1,84 metros de ancho y 1,65 metros de alto. Su distancia entre ejes, de 2,73 metros, lo hace realmente conveniente para aquellas familias que prioricen el espacio y la amplitud en las plazas traseras. Además, tiene un maletero de 580 litros de capacidad, ampliable a 720 litros si aprovechamos que los asientos traseros, individuales, pueden moverse 15 centímetros longitudinalmente. Un espacio que alcanzará los 1.630 litros de capacidad si abatimos las banquetas traseras para, por ejemplo, poder hacer una mudanza de cajas.
Los restylings suelen ser visibles por los frontales de los coches. En este caso, el nuevo Citroën C5 Aircross estrena firma lumínica en un único grupo óptico, y no separado como era el caso anterior. Además, la fina parrilla tiene unas láminas cromadas muy finas que pueden recordar a unos módulos LED, pero que son elementos decorativos que elevan su elegancia. El paragolpes gana cierto protagonismo, con un diseño más deportivo con splitter y la aparición de unas entradas de aire laterales muy favorecedoras. Se han rediseñado los pilotos traseros con un haz de luz completamente distinto pero situado en el mismo lugar y con la misma forma del faro.
La generación anterior se caracterizaba por su modularidad, pero también por conseguir un habitáculo acogedor, sin llegar a ser premium. Los acabados distan mucho de ser elegantes, pero consiguen un espíritu desenfadado y muy funcional acorde con las necesidades de una familia de hoy en día.
El C5 Aircross sigue las pautas marcadas por el anterior modelo: confort, equipamiento, y motorizaciones lógicas para su utilización. El primero de ellos es un pilar fundamental para Citroën, que se describe como la marca que democratizó el confort en la automoción. En ese sentido, encontramos los asientos Advanced Comfort en los acabados Feel y Shine. Tienen una anchura notable, y un mullido muy concreto, pensado para aguantar horas al volante sin sentir fatiga en la zona lumbar y la espalda.
En lo que a motorizaciones se refiere, Citroën ha decidido reducir su oferta. En esta ocasión probamos el gasolina PureTech de 130 CV. Para los que busquen un diésel será el BlueHDi de 130 CV. El distintivo cero de la DGT lo aportará la variante híbrida enchufable con 224 CV de potencia combinada y hasta 55 kilómetros de autonomía en modo eléctrico.
Un vehículo que no deja indiferentes a las familias, al reunir todos los elementos necesarios para hacer el día a día más práctico y eficiente.

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