Devocional 9 Noviembre - Proverbios 13:3 Audiodevocional

9 Noviembre - Proverbios 13:3
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
-Importancia de las palabras.
Muchos de nosotros no somos conscientes de la trascendencia e importancia que tienen las palabras para las personas. Hay un dicho que dice: No es lo que digas sino como lo digas. Nuestras palabras pueden animar, consolar, dar aliento y ayudar a los que nos rodean y con los que nos relacionamos, pero también pueden hundir, desmotivar, desconsolar y hundir no solo a los demás sino a nosotros mismos. Si somos sinceros, más de una vez hemos tenido que decir, no debería haber dicho esto, o porqué, habré comentado esto otro. Es significativo con lo que nos confronta el versículo, ya que dice: El que guarda su boca ¿Qué es lo realmente protege y guarda? ¿Qué es lo que está guardando? Su alma. Luego, parte del cuidado de nuestra propia alma es cuidar nuestra boca. Es algo a tener muy en cuenta ya que, si hablamos demasiado, como bien dice el versículo, tendremos calamidad. Debemos de cuidarnos de la crítica, la murmuración y cosas semejantes, ya que estas tienen consecuencias funestas. Podemos leerlo en 1ªCorintios 10:10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor.
Por la palabra Dios creo el mundo, tal y como dice Hebreos 11:3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
Luego la palabra es importante. Cuidemos nuestra boca y nuestra alma para Dios. La clave está en nuestro corazón.
Cuidemos de lo que metemos en él, ya que lo que salga dependerá en gran medida de lo que hayamos metido dentro.
Ya lo dijo Jesús en Mateo 12:34-35 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
Hoy es día de actuar y de cuidar nuestra boca y nuestra alma y agradar a Dios con lo que sale de nuestros labios bien sea para alabanza de Él o para ayuda a los demás. Dios te bendiga. Amén.
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