filmov
tv
ladrones robaron oro. Dibujos animados para niños de 5 a 6 anos. Dibujos de policias en español.

Показать описание
Carro policia para niños. Dibujos animados de policias. Coche de policía. Auto policia infantil
Se muestra un despacho medio a oscuras, un sillín de cuero en el que hay alguien sentado, pero no se ve quién es. Vista desde detrás. Delante de la mesa está Brusco, moviendo las piernas. Se oye la voz de la persona sentada. Es el jefe. Su voz debe inspirar temor: una voz ronca, baja.
Jefe: ¿El oro está en su sitio?
Brusco (visiblemente nervioso): Sí, jefe... Todo según el plan. El oro está en un lugar seguro.
Jefe: Hmmm... Ya sabes qué hay que hacer ahora... Ah, y... (interrumpe a Brusco) en voz alta, amenazante: ¡Y sin sorpresas! ¡¿Está claro?!
Brusco asiente rápidamente con la cabeza: «ajá..., ajá... ajá...»
El jefe, tono elevado, gritando: ¡Pues hazlo! – mientras dice esto, Brusco se da la vuelta y sale rápidamente del despacho.
Fin de la escena.
Vista de la ciudad desde arriba, después la cámara "se desliza" por la ciudad. Se oye un ruido y en el plano aparece una moto en la que va un motorista con casco. No se ve quién es. Mostrar la moto circulando rápidamente por la ciudad desde varias perspectivas: lateral, primer plano, las ruedas, vista trasera donde está el tubo de escape y que se vea el humo saliendo. Después, la cámara se desplaza a casa de Víctor. La moto se acerca a ella y toca el claxon. Sale Víctor y se sorprende, incluso silba:
Víctor (silbando): «¡Hala! // ¡Un motero de verdad!»
El motorista se quita el casco: es Emi, que se ríe (jijijij) al ver que ha sorprendido a Víctor.
Emi (riéndose, de buen humor): «¡Hola! ¿Qué te parece mi belleza de dos ruedas?»
Víctor: «¡No tengo palabras, Emi! ¡Tienes buen gusto!»
Emi: «Si quieres, ¡puedes darte una vuelta con él! ¡Pero sólo una! ¡Que ni yo la he estrenado aún!»
Víctor (insinuante) : «Muchas gracias, pero... (alarga este “pero” abriendo el garaje) en el garaje también hay una moto, una Harley Davidson, por ejemplo/ ¡Tacháán! ¿Qué te parece?».
Emi: «¡Guaaau! ¡¡Genial!! Entonces, ¿y si hacemos una carrera? ¡Vamos a ver cómo se portan nuestras motos en acción!»
Emi grita: «¡Venga, Víctor! ¡Adelante! // ¡Vamos!»
Salen a toda pastilla y van volando por la ciudad. Mostrar de nuevo un poco de la carrera. Uno adelanta al otro, el otro al uno. Salen de la ciudad, prácticamente a la misma altura.
Emi toma el pelo a Víctor cuando ella va por delante: «¡Píllame, Víctor! ¿Por qué vas tan despacio?» Se ríe.
Víctor, un poco ofendido: «Estas chicas... (en voz alta) ¡Ahora verás, Emi! ¡Ahora te enseñaré a hacer carreras!»
Víctor, adelantándola, voz triunfante: «Bueno, qué, ¿has aprendido?»
Emi: «¡No te relajes! ¡Te voy a ganar igual!» Ríe ¡Venga, adelante! Risilla.
Emi, con el casco puesto: «¡Qué guay! ¡Esto sí es velocidad! ¡Oooooh!»
De repente se oye detrás un ruido fortísimo.
Víctor, en marcha, sorprendido: «¿Qué es eso?»
Entre Víctor y Emi pasa volando otro motorista, que avanza rapidísimo dejando tras de sí nubes espesísimas de humo.
Víctor y Emi frenan un poco.
Víctor (desconcertado): «Qué velocidad...»
Emi (animada por la carrera, rápidamente): «¡Vamos tras él! ¡Nuestras motos no tienen nada que envidiarle! // ¡A por él! » en marcha se oye su risa.
Acelera y sigue a toda pastilla.
Víctor (sale detrás de ella): «¡Emi, espera! ¡No vayas tan rápido! // ¡No tan deprisa! // ¡Detente! // ¡Espérame!»
Emi alcanza al motorista, está a muy poca distancia. De repente, junto a la carretera hay un desguace. El motorista se mete en él a toda pastilla. Emi va detrás.
Víctor la alcanza: «¡Emi! ¡Para! ¡Espera! ¡Ese motorista me recuerda a alguien!».
Emi frena un poco. A su lado está Víctor.
Se dirige a Víctor con voz disgustada: «¿A quién te puede recordar? Suspira con fastidio ¡Qué aburrido eres, Víctor! ¡Es una carrera! ¡Y tú '¡para! ¡Para!' (se burla de Víctor) Ya no soy una niña: voy adonde quiero...»
Víctor (tranquilo, con voz dura, pero en voz baja): «Que no eres una niña... Mira, a QUIÉN perseguías...»
Emi, con voz alarmada y nerviosa: «¡No, no, no! No puede ser... No te creo... No puede ser...»
En el plano aparece lo que han visto en el desguace. Delante, bastante lejos de ellos está el ya por todos conocido viejo furgón. A él se acerca la moto, el motorista se quita el casco: es Brusco, y junto al furgón está Torno. Mueven las manos, hablando sobre algo.
Emi (susurra, asustada): «Son mis secuestradores, los que me amordazaron y me encerraron en la cabaña del bosque» con miedo.
Víctor (sobrio, tranquilo, susurra): «Sí, son Brusco y Torno... Tenemos que escondernos y llamar a la policía...»
Se puede mostrar un teléfono en primer plano, sonido de cuando se marca un teléfono.
Habla un policía: «Dígame».
Suena la voz por teléfono de Víctor, pero en la imagen aparecen Brusco y Torno, que siguen hablando. Después empieza a haber movimiento (pueden estar al lado del furgón): abren el maletero y miran adentro, o simplemente se suben al furgón. Víctor dice en este momento:
Se muestra un despacho medio a oscuras, un sillín de cuero en el que hay alguien sentado, pero no se ve quién es. Vista desde detrás. Delante de la mesa está Brusco, moviendo las piernas. Se oye la voz de la persona sentada. Es el jefe. Su voz debe inspirar temor: una voz ronca, baja.
Jefe: ¿El oro está en su sitio?
Brusco (visiblemente nervioso): Sí, jefe... Todo según el plan. El oro está en un lugar seguro.
Jefe: Hmmm... Ya sabes qué hay que hacer ahora... Ah, y... (interrumpe a Brusco) en voz alta, amenazante: ¡Y sin sorpresas! ¡¿Está claro?!
Brusco asiente rápidamente con la cabeza: «ajá..., ajá... ajá...»
El jefe, tono elevado, gritando: ¡Pues hazlo! – mientras dice esto, Brusco se da la vuelta y sale rápidamente del despacho.
Fin de la escena.
Vista de la ciudad desde arriba, después la cámara "se desliza" por la ciudad. Se oye un ruido y en el plano aparece una moto en la que va un motorista con casco. No se ve quién es. Mostrar la moto circulando rápidamente por la ciudad desde varias perspectivas: lateral, primer plano, las ruedas, vista trasera donde está el tubo de escape y que se vea el humo saliendo. Después, la cámara se desplaza a casa de Víctor. La moto se acerca a ella y toca el claxon. Sale Víctor y se sorprende, incluso silba:
Víctor (silbando): «¡Hala! // ¡Un motero de verdad!»
El motorista se quita el casco: es Emi, que se ríe (jijijij) al ver que ha sorprendido a Víctor.
Emi (riéndose, de buen humor): «¡Hola! ¿Qué te parece mi belleza de dos ruedas?»
Víctor: «¡No tengo palabras, Emi! ¡Tienes buen gusto!»
Emi: «Si quieres, ¡puedes darte una vuelta con él! ¡Pero sólo una! ¡Que ni yo la he estrenado aún!»
Víctor (insinuante) : «Muchas gracias, pero... (alarga este “pero” abriendo el garaje) en el garaje también hay una moto, una Harley Davidson, por ejemplo/ ¡Tacháán! ¿Qué te parece?».
Emi: «¡Guaaau! ¡¡Genial!! Entonces, ¿y si hacemos una carrera? ¡Vamos a ver cómo se portan nuestras motos en acción!»
Emi grita: «¡Venga, Víctor! ¡Adelante! // ¡Vamos!»
Salen a toda pastilla y van volando por la ciudad. Mostrar de nuevo un poco de la carrera. Uno adelanta al otro, el otro al uno. Salen de la ciudad, prácticamente a la misma altura.
Emi toma el pelo a Víctor cuando ella va por delante: «¡Píllame, Víctor! ¿Por qué vas tan despacio?» Se ríe.
Víctor, un poco ofendido: «Estas chicas... (en voz alta) ¡Ahora verás, Emi! ¡Ahora te enseñaré a hacer carreras!»
Víctor, adelantándola, voz triunfante: «Bueno, qué, ¿has aprendido?»
Emi: «¡No te relajes! ¡Te voy a ganar igual!» Ríe ¡Venga, adelante! Risilla.
Emi, con el casco puesto: «¡Qué guay! ¡Esto sí es velocidad! ¡Oooooh!»
De repente se oye detrás un ruido fortísimo.
Víctor, en marcha, sorprendido: «¿Qué es eso?»
Entre Víctor y Emi pasa volando otro motorista, que avanza rapidísimo dejando tras de sí nubes espesísimas de humo.
Víctor y Emi frenan un poco.
Víctor (desconcertado): «Qué velocidad...»
Emi (animada por la carrera, rápidamente): «¡Vamos tras él! ¡Nuestras motos no tienen nada que envidiarle! // ¡A por él! » en marcha se oye su risa.
Acelera y sigue a toda pastilla.
Víctor (sale detrás de ella): «¡Emi, espera! ¡No vayas tan rápido! // ¡No tan deprisa! // ¡Detente! // ¡Espérame!»
Emi alcanza al motorista, está a muy poca distancia. De repente, junto a la carretera hay un desguace. El motorista se mete en él a toda pastilla. Emi va detrás.
Víctor la alcanza: «¡Emi! ¡Para! ¡Espera! ¡Ese motorista me recuerda a alguien!».
Emi frena un poco. A su lado está Víctor.
Se dirige a Víctor con voz disgustada: «¿A quién te puede recordar? Suspira con fastidio ¡Qué aburrido eres, Víctor! ¡Es una carrera! ¡Y tú '¡para! ¡Para!' (se burla de Víctor) Ya no soy una niña: voy adonde quiero...»
Víctor (tranquilo, con voz dura, pero en voz baja): «Que no eres una niña... Mira, a QUIÉN perseguías...»
Emi, con voz alarmada y nerviosa: «¡No, no, no! No puede ser... No te creo... No puede ser...»
En el plano aparece lo que han visto en el desguace. Delante, bastante lejos de ellos está el ya por todos conocido viejo furgón. A él se acerca la moto, el motorista se quita el casco: es Brusco, y junto al furgón está Torno. Mueven las manos, hablando sobre algo.
Emi (susurra, asustada): «Son mis secuestradores, los que me amordazaron y me encerraron en la cabaña del bosque» con miedo.
Víctor (sobrio, tranquilo, susurra): «Sí, son Brusco y Torno... Tenemos que escondernos y llamar a la policía...»
Se puede mostrar un teléfono en primer plano, sonido de cuando se marca un teléfono.
Habla un policía: «Dígame».
Suena la voz por teléfono de Víctor, pero en la imagen aparecen Brusco y Torno, que siguen hablando. Después empieza a haber movimiento (pueden estar al lado del furgón): abren el maletero y miran adentro, o simplemente se suben al furgón. Víctor dice en este momento: