Gans N´ Roses Intro + It´s So Easy (Sevilla 7-Junio- 2022)

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Tras la formación de la banda en 1985, Guns N’ Roses inyectó una actitud desenfrenada, inigualable e imparable a la floreciente escena de rock de Los Ángeles. El espíritu cautivó al mundo entero en 1987 con el lanzamiento de su álbum debut Appetite for Destruction, el debut estadounidense más vendido de la historia con 30 millones de copias. En 1991, el siete veces platino Use Your Illusion I y Use Your Illusion II ocupó los dos primeros puestos de Billboard Top 200 tras su lanzamiento. En el transcurso de la última década, Guns N’ Roses ha realizado conciertos con todas las entradas agotadas y han sido cabezas de cartel en festivales de todo el mundo tras el lanzamiento en 2008 del álbum aclamado por la crítica y con certificado de platino RIAA Chinese Democracy. Seis álbumes de estudio después, Guns N’ Roses son una de las bandas más importantes e influyentes de la historia de la música, y siguen siendo un punto de referencia para las actuaciones en directo conectando a millones de fans en todo el mundo. Desde su reunión en 2016, Guns N’ Roses ha vendido más de 5 millones de entradas en todo el mundo con la gira Not In This Lifetime.

Guns N’ Roses está formado por Axl Rose (voces y piano), Duff McKagan (bajo), Slash (guitarra solista), Dizzy Reed (teclado), Richard Fortus (guitarra rítmica), Frank Ferrer (batería) y Melissa Reese (teclado)
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Yo vi todo el ambiente con muchas energias positivas y buen rollo, estaba tan cerca y lejos en el hospital .En finnn no lo vi pero me alegre por quines los disfruto .

mariajesusgonzalez
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Guns N’ Roses está formado por Axl Rose (voces y piano), Duff McKagan (bajo), Slash (guitarra solista), Dizzy Reed (teclado), Richard Fortus (guitarra rítmica), Frank Ferrer (batería) y Melissa Reese (teclado).
Anoche se reunieron 43.000 espectadores en el estadio Benito Villamarín para presenciar un concierto de rock espectacular. Pero inofensivo. Guns N’Roses ofrecieron fuegos artificiales y hermosísimas flores de un color rojo intensísimo; pero sus pistolas no nos volaron la cabeza ni sus rosas tenían espinas con las que pincharnos la carne y muchísimo menos el alma. ¿Quiere eso decir que fue un mal concierto? De ninguna manera. El concierto fue deslumbrante, atronador, imponente, de la misma forma en que lo son también los fuegos artificiales que cierran la feria; como con ellos, merece la pena pasar todas las incomodidades y apreturas que se presenten para estar allí y quedarse con la boca abierta ante algo tan impresionante y soberbio, aunque sepamos que todo es también artificioso.

Si lo de anoche hubiese sido rock crudo y verdadero, las hordas que llenaron el estadio hubiesen hecho temblar sus cimientos, hubiesen respondido en una forma similar a como lo hicieron en aquel concierto que dieron los gunners hace treinta años allí mismo; pero anoche la masa de público solamente hizo amagos de rebosar vida cuando sus impulsos le llevaban a responder sobre lo más conocido que venía del escenario; así cuando reconocieron los primeros acordes de Welcome to the Jungle, la quinta de las canciones, se arremolinaron, alzaron los brazos, gritaron, pero todo eso duró unos pocos segundos; ni siquiera el primer gran solo de Slash en lo que llevábamos de concierto, consiguió mantener el ánimo arriba. Un par de canciones más tarde, cuando la noche comenzaba a cerrarse, las voces del público atronaron junto a Axl Rose cuando comenzó a cantar el Back in Black de AC/DC y las luces de los teléfonos móviles comenzaron a relucir, para apagarse al minuto siguiente; el mar de puntos blancos resucitó junto al clamor de las gargantas que reconocieron Live and Let Die para sucumbir de nuevo enseguida y apenas se mantuvieron los saltos en la parte más rápida de la canción. El entusiasmo duró más con el mito, Sweet Child o’Mine, desatando incluso las voces de todos al terminar, oe oe oeeee, con el escenario totalmente negro para mostrar al volverse a iluminar cómo habían colocado en su parte frontal un piano de cola para que Axl se luciese cantando November Rain mientras lo tocaba. Y solo quedaba ya el último momento clamoroso de la noche, que a Slash le costó arrancárselo a la gente, porque las notas que desgranó con su guitarra de doble mástil de la canción Only Women Bleed de Alice Cooper pasaron desapercibidas, hasta que empezaron a ser reconocibles las de Knockin’ on Heaven´s Door. El segundo solo que Slash hizo en ella, intensísimo, consiguió mantener el rebufo para terminar el set con Nightrain sin perder potencia. Ya solo quedaban los bises.

juanmarolling