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Cuando prescribe la deuda con una entidad financiera
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El plazo de prescripción de las deudas en España depende del tipo de deuda y de las circunstancias específicas de cada caso. A continuación, te proporciono información general sobre los plazos de prescripción de las deudas más comunes:
Deudas hipotecarias: el plazo de prescripción es de 20 años a contar desde que se produce el impago de la primera cuota.
Deudas bancarias: el plazo de prescripción es de 15 años a contar desde la fecha de vencimiento de la obligación impagada.
Deudas tributarias: el plazo de prescripción varía según el tipo de deuda y el momento en que se produjo el impago. Por ejemplo, las deudas por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) prescriben a los 4 años, mientras que las deudas por el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) prescriben a los 5 años.
Deudas laborales: el plazo de prescripción es de 1 año a contar desde la fecha en que se produce el impago.
Es importante tener en cuenta que estos plazos de prescripción pueden ser interrumpidos por diversas causas, como una reclamación extrajudicial de la deuda, una demanda judicial o el reconocimiento expreso de la deuda por parte del deudor. Además, los plazos de prescripción pueden variar en función de la legislación aplicable en cada Comunidad Autónoma. Por lo tanto, es recomendable buscar asesoramiento legal específico para cada caso.
Deudas hipotecarias: el plazo de prescripción es de 20 años a contar desde que se produce el impago de la primera cuota.
Deudas bancarias: el plazo de prescripción es de 15 años a contar desde la fecha de vencimiento de la obligación impagada.
Deudas tributarias: el plazo de prescripción varía según el tipo de deuda y el momento en que se produjo el impago. Por ejemplo, las deudas por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) prescriben a los 4 años, mientras que las deudas por el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) prescriben a los 5 años.
Deudas laborales: el plazo de prescripción es de 1 año a contar desde la fecha en que se produce el impago.
Es importante tener en cuenta que estos plazos de prescripción pueden ser interrumpidos por diversas causas, como una reclamación extrajudicial de la deuda, una demanda judicial o el reconocimiento expreso de la deuda por parte del deudor. Además, los plazos de prescripción pueden variar en función de la legislación aplicable en cada Comunidad Autónoma. Por lo tanto, es recomendable buscar asesoramiento legal específico para cada caso.