El socialista Sánchez reivindica un acuerdo para garantizar la posibilidad de cambio en España

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El líder de los socialistas españoles, Pedro Sánchez, defendió hoy su candidatura a la Presidencia del gobierno apelando al "diálogo y el acuerdo" entre las fuerzas del cambio de derecha e izquierda del Parlamento, consciente de que no conseguirá los votos suficientes para ganar las votaciones previstas para mañana y el viernes.
"Es tiempo de cambio, diálogo y ojalá de acuerdo", aseguró en el arranque de su discurso, en medio de una gran expectativa mediática, pese a que el guión está escrito y no parece que vayan a producirse cambios de último momento.
"No debemos olvidar que salir sin acuerdo significará que hemos hecho mal nuestro trabajo. Que no hemos sido capaces de cumplir con lo que nos han pedido los ciudadanos, ser capaces de ser la solución", remarcó el líder socialista.
Sánchez es el primer candidato en la historia democrática que se somete al proceso de elección parlamentaria sabiendo que, al menos en la primera etapa, no será elegido.
Es también inédito que lo haga el representante de la fuerza política que no ganó las elecciones, ya que su Partido Socialista (PSOE) obtuvo en diciembre pasado 90 diputados, convirtiéndose en la segunda fuerza, detrás del oficialista Popular (PP) de Mariano Rajoy, con 123 bancas.
Pese a estos resultados, Sánchez aceptó intentar formar gobierno ante la oportunidad que existía de forjar una coalición con las nuevas fuerzas políticas, Ciudadanos (liberales) y Podemos (izquierda), después de que Rajoy declinara la oferta del rey Felipe VI de intentar la reelección ante la seguridad de que no contaría con los votos necesarios y terminaría acudiendo a una investidura fallida.
Un mes después de aceptar el encargo del monarca, el candidato del PSOE también llegó a la Cámara Baja sin garantías de ser elegido, pero con el logro de haber alcanzado un acuerdo de investidura y gobierno con Ciudadanos, la cuarta fuerza política con 40 diputados.
Este acuerdo, no obstante, sigue siendo insuficiente porque se queda por debajo de la mayoría absoluta de 176 diputados que necesita en la primera votación que tendrá lugar mañana para convertirse en Presidente el gobierno.
Su objetivo era sumar también a la izquierda, pero Podemos y sus aliados, que habían propuesto un gobierno de coalición, lo rechazaron por incompatibles con sus propuestas, sobretodo en materia económica.
Sánchez es consciente de que fracasará mañana, pero 48 horas después, el viernes por la noche (21 hora local -17 de Argentina), se volverá a votar y necesitará mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra.
Al día de hoy tampoco tiene posibilidades de superar esa votación, salvo que el PP de Rajoy o la fuerza de izquierdas liderada por Pablo Iglesias den un giro de 180 grados y cambien su voto negativo a Sánchez.
Pese a las dificultades, Sánchez apostó en su intervención de hoy por intentar mover la posición de Podemos hacia la abstención.
Y, frente al probable fracaso, buscó también quedar bien posicionado para seguir negociando en los dos meses que quedan por delante, antes de que se convoquen nuevas elecciones para el 26 de junio próximo.
“Cuando nadie tiene la mayoría tenemos que buscar el camino del entendimiento. No habrá más victoria que el acuerdo", subrayó Sánchez, quien, dirigiéndose al bloque de izquierdas, reiteró que es necesario pactar con la derecha -en refenrencia a Ciudadanos- porque la izquierda no es mayoría.
Las fuerzas del cambio, en cambio, sí son mayoría, destacó el líder socialista.
"No nos vale la imposición, el chantaje o el abandono, hay que ceder para sumar. Encastillarnos (encerrarnos) en nuestras posiciones equivale a que no pase nada. Bloquear los acuerdos significa seguir donde estamos. Nuestro mandato es el cambio", manifestó, apuntando a Iglesias, que se levantó de la mesa de negociaciones tras su acuerdo con el liberal Albert Rivera.
En esa misma línea, Sánchez hizo hincapié en que "no hay suma posible de partidos de igual ideología, tenemos que hacer mestizaje ideológico".
"El diálogo abre la mente; mientras que la obcecación, la cierra. El acuerdo, gratifica, mientras que la imposición, empequeñece", defendió Sánchez, quien alabó el "coraje y la valentía" de Rivera por haber pactado con él.
El dirigente socialista desgranó prácticamente todo el programa acordado con los liberales, que incluyen medidas sociales y reformas para la regeneración democrática. También propone renegociar con Bruselas la flexibilización de los objetivos de déficit para que no sean a costa de un ajuste.

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