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Beni de Cádiz - Rosa venenosa (1968)

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«Beni de Cádiz era un cantaor de gran pureza e inagotables registros vocales, destacando por su brillante dominio del compás, su excelente sentido del ritmo y por la portentosa afinación de su bellísima y poderosa voz. Destacó en los cantes de compás, bulerías y alegrías, y en la seguiriya y la soleá, que fueron los palos en los que mejor desarrollaba el duende, el quejío y la hondura de su talentosa voz, siendo el mejor intérprete de su generación en el flamenco orquestado y escénico.» (Jesús Quintero, periodista)
Tras unos inicios como bailaor junto a Ramón Vélez en la compañía de Lola Flores, Beni de Cádiz (Cádiz, 1929 - Sevilla, 1992) comenzó a despuntar como cantaor con diecisiete años a instancias del propio Manolo Caracol, de cuya escuela fue seguidor.
«Cuando yo salgo a escena hago teatro, como me enseñó Caracol. Esos cantaores que se sientan en su sillita como si fueran zapateros, y “ole, vamos allá, venga jajai, jajai, jajai”, ésos no lo llevan dentro. Yo canto las alegrías de pie, que es lo más difícil del mundo. Soy Doña Concha Piquer en hombre. Esa es mi definición. Y en vago y en golferas.»
Tras unos años junto a Lola Flores, en 1955 estrenó en el Teatro Calderón de Madrid su propio espectáculo, “Pregón de Coplas", con Lola Campos como partenaire alcanzando un gran éxito de crítica y público. En 1958 se incorporó como primer cantaor al ballet de Pilar López, colaboración que se vio interrumpida un año después por cuestiones de salud. A causa de su enfermedad en 1959 recibió un homenaje en el Gran Teatro Falla de Cádiz impulsado por La Niña de Los Peines y Pepe Pinto con la participación de figuras como Antonio Mairena, Fernando Terremoto, La Paquera de Jerez o El Güito.
En 1960 reapareció con gran expectación junto a La Perla de Cádiz con "Cantamos con el corazón" y 1961 participó en el estreno en el Teatro Álvarez Quintero de Sevilla de “Coplas de Rosa Pinzón”, un espectáculo encabezado por la gran Juanita Reina. En aquella década simultaneó largas temporadas en tablaos flamencos como El Corral de la Morería, Villa Rosa, Las Cuevas de Nerja, Torres Bermejas, Villa Romana, La Brujas o El Duende con giras por Europa y América. En 1964 actuó en el pabellón español de la Exposición Universal de Nueva York. Asimismo se consagró como primera figura del cante flamenco participando en numerosos festivales.
En 1964 estrenó en el Teatro Calderón de Madrid “La guapa de Cádiz”, un nuevo espectáculo de Lola Flores cuyo elenco completaban figuras como Margarita Sánchez, Antonio “el Cordobés”, Alicia Fernández, Enrique Heredia o Rafael Ortega. En 1970 abrió en el barrio de El Arenal de Sevilla su propio local, El Colmaíto, por donde pasaron los mejores cantaores sevillanos de la época. Al año siguiente recibió los premios Nacionales de Seguiriya y Alegrías de Cádiz del VI Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, obteniendo por unanimidad el Diploma Especial "Silverio".
«La actuación de cante más brillante y soberbia que conozco en la historia del concurso la hizo Beni de Cádiz aquella tarde en el Salón Liceo. Todos los palos fundamentales de cada grupo puesto a colación los bordó con una resolución increíble, de manera expedita, ágil. Algo que ya parecía imposible después de tanto mairenismo sobado.» (Fernando Quiñones, escritor y periodista)
En 1976 la Cátedra de Flamencología y Estudios Folclóricos de Jerez de la Frontera le distinguió con el Gran Premio Nacional de Cante, máximo galardón en el arte flamenco. En 1984 participó de forma notable en la III Bienal de Arte Flamenco de Sevilla.
«Había tres hombres que andaban mejor que nadie: Joselito El Gallo, Rafael de Paula y el Beni de Cádiz. Beni andando era artista. Beni vendía; el cincuenta o el sesenta por ciento de artista ya lo tenía cuando salía al escenario nada más que con su presencia; y Beni verlo con esa chaqueta de dos pechos, que era una tabla, sin barriga, y esos zapatos perfectos, y ese traje, y ese peinao... y daba gloria verlo, y después cuando ya terminaba cantando, pues entonces ya remataba totalmente.» (Eduardo Blázquez, flamencólogo)
A comienzos de la década de los noventa participó en Cádiz en el ciclo “Cante en el Café” en el Café del Tinte y en el Teatro Andalucía en un homenaje al tocaor Eugenio Salas, El Niño de los Rizos. Una de sus últimas actuaciones la realizó en 1991 en el Carnaval de Cádiz, donde fue nombrado pregonero y cantó por alegrías.
Tras unos inicios como bailaor junto a Ramón Vélez en la compañía de Lola Flores, Beni de Cádiz (Cádiz, 1929 - Sevilla, 1992) comenzó a despuntar como cantaor con diecisiete años a instancias del propio Manolo Caracol, de cuya escuela fue seguidor.
«Cuando yo salgo a escena hago teatro, como me enseñó Caracol. Esos cantaores que se sientan en su sillita como si fueran zapateros, y “ole, vamos allá, venga jajai, jajai, jajai”, ésos no lo llevan dentro. Yo canto las alegrías de pie, que es lo más difícil del mundo. Soy Doña Concha Piquer en hombre. Esa es mi definición. Y en vago y en golferas.»
Tras unos años junto a Lola Flores, en 1955 estrenó en el Teatro Calderón de Madrid su propio espectáculo, “Pregón de Coplas", con Lola Campos como partenaire alcanzando un gran éxito de crítica y público. En 1958 se incorporó como primer cantaor al ballet de Pilar López, colaboración que se vio interrumpida un año después por cuestiones de salud. A causa de su enfermedad en 1959 recibió un homenaje en el Gran Teatro Falla de Cádiz impulsado por La Niña de Los Peines y Pepe Pinto con la participación de figuras como Antonio Mairena, Fernando Terremoto, La Paquera de Jerez o El Güito.
En 1960 reapareció con gran expectación junto a La Perla de Cádiz con "Cantamos con el corazón" y 1961 participó en el estreno en el Teatro Álvarez Quintero de Sevilla de “Coplas de Rosa Pinzón”, un espectáculo encabezado por la gran Juanita Reina. En aquella década simultaneó largas temporadas en tablaos flamencos como El Corral de la Morería, Villa Rosa, Las Cuevas de Nerja, Torres Bermejas, Villa Romana, La Brujas o El Duende con giras por Europa y América. En 1964 actuó en el pabellón español de la Exposición Universal de Nueva York. Asimismo se consagró como primera figura del cante flamenco participando en numerosos festivales.
En 1964 estrenó en el Teatro Calderón de Madrid “La guapa de Cádiz”, un nuevo espectáculo de Lola Flores cuyo elenco completaban figuras como Margarita Sánchez, Antonio “el Cordobés”, Alicia Fernández, Enrique Heredia o Rafael Ortega. En 1970 abrió en el barrio de El Arenal de Sevilla su propio local, El Colmaíto, por donde pasaron los mejores cantaores sevillanos de la época. Al año siguiente recibió los premios Nacionales de Seguiriya y Alegrías de Cádiz del VI Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, obteniendo por unanimidad el Diploma Especial "Silverio".
«La actuación de cante más brillante y soberbia que conozco en la historia del concurso la hizo Beni de Cádiz aquella tarde en el Salón Liceo. Todos los palos fundamentales de cada grupo puesto a colación los bordó con una resolución increíble, de manera expedita, ágil. Algo que ya parecía imposible después de tanto mairenismo sobado.» (Fernando Quiñones, escritor y periodista)
En 1976 la Cátedra de Flamencología y Estudios Folclóricos de Jerez de la Frontera le distinguió con el Gran Premio Nacional de Cante, máximo galardón en el arte flamenco. En 1984 participó de forma notable en la III Bienal de Arte Flamenco de Sevilla.
«Había tres hombres que andaban mejor que nadie: Joselito El Gallo, Rafael de Paula y el Beni de Cádiz. Beni andando era artista. Beni vendía; el cincuenta o el sesenta por ciento de artista ya lo tenía cuando salía al escenario nada más que con su presencia; y Beni verlo con esa chaqueta de dos pechos, que era una tabla, sin barriga, y esos zapatos perfectos, y ese traje, y ese peinao... y daba gloria verlo, y después cuando ya terminaba cantando, pues entonces ya remataba totalmente.» (Eduardo Blázquez, flamencólogo)
A comienzos de la década de los noventa participó en Cádiz en el ciclo “Cante en el Café” en el Café del Tinte y en el Teatro Andalucía en un homenaje al tocaor Eugenio Salas, El Niño de los Rizos. Una de sus últimas actuaciones la realizó en 1991 en el Carnaval de Cádiz, donde fue nombrado pregonero y cantó por alegrías.
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