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Meditación con la Llama Violeta para centrarse, limpiarse y resolver una situación
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LLAMA VIOLETA:
Es la manifestación del poder del séptimo rayo de la divinidad cuando se expresa en la vida del hombre. Dios en nuestro universo se expresa a sí mismo a través de siete rayos que conforman las energías creadoras del mundo. Estos rayos personifican el divino propósito, las leyes que rigen el universo y aportan al mismo el anhelo a evolucionar. Su naturaleza es conciencia son las siete características predominantes de la vida en manifestación o la suma total de la divina conciencia o mente de dios.
En el principio de los tiempos, por el poder de la palabra creadora, el universo vino a la existencia en forma ordenada y fue el poder del séptimo rayo de magia ceremonial el que produjo la organización del divino organismo. Uno a uno, fueron siendo emanados los siete rayos de manifestación del punto central del universo, cada uno, dando de sí mismo su propia naturaleza, aportando a la creación su vida, su cualidad y su apariencia.
Cuando surge el séptimo rayo, además de colorear el universo con su propia naturaleza, ordena las cualidades de los rayos precedentes, creando el ritual de la naturaleza, el orden ceremonial de Dios que permite la manifestación del mundo de las formas, este mundo concreto en el que vivimos.
El séptimo rayo es el gran ordenador del universo, por eso se le conoce como el rayo del orden ceremonial o magia. Si observas la naturaleza te das cuenta que ella se expresa a través del ritual u orden ceremonial. Una salida de sol, la apertura de una flor, las cuatro estaciones del año, el fuego consumidor, todo, habla de ritual. Tu propia encarnación física: naces, creces, maduras, te reproduces, envejeces y mueres. Es el ritual de la vida.
La llama violeta trae a tu vida en primera instancia el orden divino que existe en la naturaleza. Cuando necesites poner en orden una situación invoca el poder de la llama violeta y envuelve la situación con ella, puedes hacerlo de tres formas, a través de un decreto, por medio de las palabras; a través del pensamiento y la imaginación; y a través del sentimiento. Si involucras estos tres aspectos, el poder de la invocación se hace mayor.
Por ejemplo, ante una situación de conflicto decreta: Yo soy la llama violeta, manifestándose aquí y ahora, envolviendo esta situación hasta manifestar el orden divino. Luego, piensas y visualizas el fuego violeta que envuelve la situación y te sientes feliz de verla resuelta. Es la fórmula infalible, cada vez que invocas la llama violeta estas invocando el poder del séptimo rayo y puedes hacerlo porque tú eres consciencia.
Observa que cuando tienes un dolor es porque has permitido que el resentimiento hiera tu corazón y no has perdonado. El perdón te abre las puertas al amor que es la realidad de tu propia naturaleza. Vivimos en un sistema solar cuya cualidad básica es el amor, sabiduría y la gran ley regente del mismo es la ley de atracción.
Cuando amas permites que la energía de cosmos fluya en ti y a través de ti. Cuando odias es como si pusieras un campo interferente en esa corriente divina y creas congestión y su consiguiente resultado es el dolor y sufrimiento. El perdón es el gran solvente que diluye los campos interferentes y permite que la corriente divina de amor y sabiduría que llena los espacios cósmicos fluya en ti y a través de ti y en todo lo que te rodea. La llama violeta es perdón.
El perdón te conduce a la libertad, tu patrimonio divino. La libertad es la condición natural de la conciencia en el universo… a mayor evolución mayor libertad. Esta condición natural se pierde debido al mal manejo de la energía vital, cuando odias en vez de amar, cuando peleas en vez de estar en paz, cuando pides en vez de dar.
La llama violeta es libertad porque a través del orden divino y el perdón puedes ser dueño de ti mismo y decidir el camino a seguir, las cadenas del karma se transmutan cuando las personas que las poseen pueden generar de sí el fuego violeta que es justicia divina, justicia y orden.
Donde se manifiesta la llama violeta no puede haber caos ni resentimiento ni falta de libertad. La llama violeta es el solvente cósmico capaz de eliminar la efluvia negativa que rodea nuestro planeta, nos corresponde a todos esta labor de disolución de esta efluvia, y por ello los maestros de la jerarquía espiritual nos han entregado este conocimiento de la llama violeta transmutadora.
Envuélvete todos los días en llama violeta y no solo te estarás beneficiando sino que le estarás dando un servicio al planeta mucho más grande de lo que puedes imaginar, vive decretando constantemente: Yo soy un pilar de llama violeta (crédito: Carmen Santiago).
La música es del Canal de Youtube “Camino al despertar”: Música Zen ~ Zen Music.
Es la manifestación del poder del séptimo rayo de la divinidad cuando se expresa en la vida del hombre. Dios en nuestro universo se expresa a sí mismo a través de siete rayos que conforman las energías creadoras del mundo. Estos rayos personifican el divino propósito, las leyes que rigen el universo y aportan al mismo el anhelo a evolucionar. Su naturaleza es conciencia son las siete características predominantes de la vida en manifestación o la suma total de la divina conciencia o mente de dios.
En el principio de los tiempos, por el poder de la palabra creadora, el universo vino a la existencia en forma ordenada y fue el poder del séptimo rayo de magia ceremonial el que produjo la organización del divino organismo. Uno a uno, fueron siendo emanados los siete rayos de manifestación del punto central del universo, cada uno, dando de sí mismo su propia naturaleza, aportando a la creación su vida, su cualidad y su apariencia.
Cuando surge el séptimo rayo, además de colorear el universo con su propia naturaleza, ordena las cualidades de los rayos precedentes, creando el ritual de la naturaleza, el orden ceremonial de Dios que permite la manifestación del mundo de las formas, este mundo concreto en el que vivimos.
El séptimo rayo es el gran ordenador del universo, por eso se le conoce como el rayo del orden ceremonial o magia. Si observas la naturaleza te das cuenta que ella se expresa a través del ritual u orden ceremonial. Una salida de sol, la apertura de una flor, las cuatro estaciones del año, el fuego consumidor, todo, habla de ritual. Tu propia encarnación física: naces, creces, maduras, te reproduces, envejeces y mueres. Es el ritual de la vida.
La llama violeta trae a tu vida en primera instancia el orden divino que existe en la naturaleza. Cuando necesites poner en orden una situación invoca el poder de la llama violeta y envuelve la situación con ella, puedes hacerlo de tres formas, a través de un decreto, por medio de las palabras; a través del pensamiento y la imaginación; y a través del sentimiento. Si involucras estos tres aspectos, el poder de la invocación se hace mayor.
Por ejemplo, ante una situación de conflicto decreta: Yo soy la llama violeta, manifestándose aquí y ahora, envolviendo esta situación hasta manifestar el orden divino. Luego, piensas y visualizas el fuego violeta que envuelve la situación y te sientes feliz de verla resuelta. Es la fórmula infalible, cada vez que invocas la llama violeta estas invocando el poder del séptimo rayo y puedes hacerlo porque tú eres consciencia.
Observa que cuando tienes un dolor es porque has permitido que el resentimiento hiera tu corazón y no has perdonado. El perdón te abre las puertas al amor que es la realidad de tu propia naturaleza. Vivimos en un sistema solar cuya cualidad básica es el amor, sabiduría y la gran ley regente del mismo es la ley de atracción.
Cuando amas permites que la energía de cosmos fluya en ti y a través de ti. Cuando odias es como si pusieras un campo interferente en esa corriente divina y creas congestión y su consiguiente resultado es el dolor y sufrimiento. El perdón es el gran solvente que diluye los campos interferentes y permite que la corriente divina de amor y sabiduría que llena los espacios cósmicos fluya en ti y a través de ti y en todo lo que te rodea. La llama violeta es perdón.
El perdón te conduce a la libertad, tu patrimonio divino. La libertad es la condición natural de la conciencia en el universo… a mayor evolución mayor libertad. Esta condición natural se pierde debido al mal manejo de la energía vital, cuando odias en vez de amar, cuando peleas en vez de estar en paz, cuando pides en vez de dar.
La llama violeta es libertad porque a través del orden divino y el perdón puedes ser dueño de ti mismo y decidir el camino a seguir, las cadenas del karma se transmutan cuando las personas que las poseen pueden generar de sí el fuego violeta que es justicia divina, justicia y orden.
Donde se manifiesta la llama violeta no puede haber caos ni resentimiento ni falta de libertad. La llama violeta es el solvente cósmico capaz de eliminar la efluvia negativa que rodea nuestro planeta, nos corresponde a todos esta labor de disolución de esta efluvia, y por ello los maestros de la jerarquía espiritual nos han entregado este conocimiento de la llama violeta transmutadora.
Envuélvete todos los días en llama violeta y no solo te estarás beneficiando sino que le estarás dando un servicio al planeta mucho más grande de lo que puedes imaginar, vive decretando constantemente: Yo soy un pilar de llama violeta (crédito: Carmen Santiago).
La música es del Canal de Youtube “Camino al despertar”: Música Zen ~ Zen Music.
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