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La Brújula
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Había una vez una niña llamada Cunina, que tenía fascinación con el mar y todo lo referente con la navegación, pero le preocupaba que en el mar no hubiera carreteras, ni semáforos, ni señales de tránsito que indicaran las direcciones. Para aclarar sus dudas le preguntó al abuelo:
- Cunina: Abuelo, ¿cómo hace el capitán de un barco para no extraviarse cuando navega en el océano?
- Abuelo: Cunina, se guía por los puntos cardinales.
- Cunina: ¿ Y qué son los puntos cardinales?
- Abuelo: Son puntos de referencia imaginarios derivados del movimiento de rotación terrestre.
- Cunina: Abuelo he quedado más confundida de lo que estaba. Si son imaginarios ¿Cómo puedo guiarme por ellos?
- Abuelo: Ahhh, existe un instrumento llamado brújula que se utiliza para ubicarlos ¿Qué sabes de la brújula?
- Cunina: Brújula. Brújula… ¿Tiene que ver con historias de brujas?
- Abuelo: Nada que ver Cunina. Brújula es el nombre de un antiguo instrumento inventado por los chinos hace más de mil años. Permite a los navegantes seguir el rumbo en el mar de noche y de día, incluso cuando la estrella Polar está oculta por las nubes.
- Cunina: ¿Y qué tiene que ver la estrella Polar en esta historia…?
Ante esa nueva pregunta el abuelo quedó desconcertado; percibió que eran muchos temas a explicar y se le ocurrió una excelente idea: le propuso a Cunina hacer un viaje imaginario en un barco de velas por el Océano. Así fue como Cunina se vio inmersa en una gran aventura, donde participaban La Brújula, La Estrella Polar y el Sol. El primero en expresarse fue el Sol.
- Sol: Niña, por favor, si quieres orientarte mira hacia el cielo. Te puedo ayudar para que sepas donde está el Norte. Siempre saldré por el Este y me ocultaré en las tardes por el Oeste, así podrás orientarte con los puntos cardinales.
Pero celosa del Sol, la Estrella Polar, apenas anocheció, también opinó…
- Estrella Polar: Estimado Sol, sea más modesto y dígale a la Niña que usted puede ayudarla si es de día, pero en las noches, cuando su luz se disipa, yo, le señalaré a Cunina el punto cardinal que indica donde se encuentra el norte en las noches más oscuras.
- Cunina: Señora Estrella Polar ¿Y Cómo sé donde encontrarla en un cielo lleno de estrellas?
- Estrella Polar: Es muy fácil porque soy la última de la cola de la constelación llamada Osa Menor. Si vas a navegar tienes que conocer las Constelaciones y las estrellas. Entonces podrás orientarte como lo hacían los antiguos marinos, claro, antes de que existiera la Brújula.
La Brújula, muy paciente, intervino:
- Brújula: Hace muchos, muchos años, los marinos en el hemisferio norte esperaban a que fuera el medio día, porque a las doce del día en este hemisferio los navegantes sabían, mirando al Sol, que el punto cardinal sur estaba al frente, el Norte a la espalda, el este se encontraba a su izquierda, el Oeste a la derecha, siempre que no estuviera nublado, hasta que me inventaron…
El Sol interrumpió, dirigiendo su atención hacia la Brújula…
- Sol: Señora Brújula, los marinos hace miles de años no la conocían a usted, se guiaban por la luna, o las estrellas, y los navíos surcaban el océano y llegaban a su destino.
La Brújula lo interrumpió de plano….
- Brújula: Pero usted no puede negar, señor Sol, que navegar fue más seguro desde que los chinos me inventaron, y los sabios europeos me perfeccionaron.
Cunina volvió a preguntar:
- Cunina: ¿Y qué la hace tan segura señora Brújula?
- Brújula: La aguja imantada que llevo en mi vientre metálico siempre señala el norte, por ello saben los marinos cómo dirigir su embarcación en la inmensidad del Océano. Y no importa si es de día o de noche, si el cielo está nublado o no, y si las estrellas se ven o no se ven. Solo hay que observar mi aguja imantada y sabrán hacia donde está el norte y los restantes puntos cardinales.
Cunina, más interesada en el tema siguió preguntando:
- Cunina: ¿Y por qué la aguja siempre indica al norte?
- Brújula: Ahhh, la propiedad misteriosa de la aguja apuntando al norte proviene del hecho de que nuestro planeta Tierra es un enorme imán.
Entonces fue que Cunina recordó un experimento que la maestra le había enseñado en la escuela y rápidamente se puso a construir la brújula, para poder orientar el velero de su viaje imaginario.
Cortó una porción de un corcho de una botella de vino, para hacer un pequeño disco. Atravesó el disco con una aguja de cocer, que antes había frotado sobre un imán para imantarla. Depositó el disco de corcho atravesado por la aguja mantada en un vaso con agua, y se hizo la magia!!! La aguja se movió sola indicando al norte.
¡¡¡Ya tenía la brújula !!! La capitana Cunina había resuelto cómo poner a salvo su velero y sabía que un puerto se hallaba justo en un punto del horizonte hacia el norte. Mirando hacia donde indicaba la aguja, de la brújula
#Cuentos infantiles
#la hora del cuento
#Los cuentos de Nuny
#La brújula
#Puntoscardinalea
#Navegacion
- Cunina: Abuelo, ¿cómo hace el capitán de un barco para no extraviarse cuando navega en el océano?
- Abuelo: Cunina, se guía por los puntos cardinales.
- Cunina: ¿ Y qué son los puntos cardinales?
- Abuelo: Son puntos de referencia imaginarios derivados del movimiento de rotación terrestre.
- Cunina: Abuelo he quedado más confundida de lo que estaba. Si son imaginarios ¿Cómo puedo guiarme por ellos?
- Abuelo: Ahhh, existe un instrumento llamado brújula que se utiliza para ubicarlos ¿Qué sabes de la brújula?
- Cunina: Brújula. Brújula… ¿Tiene que ver con historias de brujas?
- Abuelo: Nada que ver Cunina. Brújula es el nombre de un antiguo instrumento inventado por los chinos hace más de mil años. Permite a los navegantes seguir el rumbo en el mar de noche y de día, incluso cuando la estrella Polar está oculta por las nubes.
- Cunina: ¿Y qué tiene que ver la estrella Polar en esta historia…?
Ante esa nueva pregunta el abuelo quedó desconcertado; percibió que eran muchos temas a explicar y se le ocurrió una excelente idea: le propuso a Cunina hacer un viaje imaginario en un barco de velas por el Océano. Así fue como Cunina se vio inmersa en una gran aventura, donde participaban La Brújula, La Estrella Polar y el Sol. El primero en expresarse fue el Sol.
- Sol: Niña, por favor, si quieres orientarte mira hacia el cielo. Te puedo ayudar para que sepas donde está el Norte. Siempre saldré por el Este y me ocultaré en las tardes por el Oeste, así podrás orientarte con los puntos cardinales.
Pero celosa del Sol, la Estrella Polar, apenas anocheció, también opinó…
- Estrella Polar: Estimado Sol, sea más modesto y dígale a la Niña que usted puede ayudarla si es de día, pero en las noches, cuando su luz se disipa, yo, le señalaré a Cunina el punto cardinal que indica donde se encuentra el norte en las noches más oscuras.
- Cunina: Señora Estrella Polar ¿Y Cómo sé donde encontrarla en un cielo lleno de estrellas?
- Estrella Polar: Es muy fácil porque soy la última de la cola de la constelación llamada Osa Menor. Si vas a navegar tienes que conocer las Constelaciones y las estrellas. Entonces podrás orientarte como lo hacían los antiguos marinos, claro, antes de que existiera la Brújula.
La Brújula, muy paciente, intervino:
- Brújula: Hace muchos, muchos años, los marinos en el hemisferio norte esperaban a que fuera el medio día, porque a las doce del día en este hemisferio los navegantes sabían, mirando al Sol, que el punto cardinal sur estaba al frente, el Norte a la espalda, el este se encontraba a su izquierda, el Oeste a la derecha, siempre que no estuviera nublado, hasta que me inventaron…
El Sol interrumpió, dirigiendo su atención hacia la Brújula…
- Sol: Señora Brújula, los marinos hace miles de años no la conocían a usted, se guiaban por la luna, o las estrellas, y los navíos surcaban el océano y llegaban a su destino.
La Brújula lo interrumpió de plano….
- Brújula: Pero usted no puede negar, señor Sol, que navegar fue más seguro desde que los chinos me inventaron, y los sabios europeos me perfeccionaron.
Cunina volvió a preguntar:
- Cunina: ¿Y qué la hace tan segura señora Brújula?
- Brújula: La aguja imantada que llevo en mi vientre metálico siempre señala el norte, por ello saben los marinos cómo dirigir su embarcación en la inmensidad del Océano. Y no importa si es de día o de noche, si el cielo está nublado o no, y si las estrellas se ven o no se ven. Solo hay que observar mi aguja imantada y sabrán hacia donde está el norte y los restantes puntos cardinales.
Cunina, más interesada en el tema siguió preguntando:
- Cunina: ¿Y por qué la aguja siempre indica al norte?
- Brújula: Ahhh, la propiedad misteriosa de la aguja apuntando al norte proviene del hecho de que nuestro planeta Tierra es un enorme imán.
Entonces fue que Cunina recordó un experimento que la maestra le había enseñado en la escuela y rápidamente se puso a construir la brújula, para poder orientar el velero de su viaje imaginario.
Cortó una porción de un corcho de una botella de vino, para hacer un pequeño disco. Atravesó el disco con una aguja de cocer, que antes había frotado sobre un imán para imantarla. Depositó el disco de corcho atravesado por la aguja mantada en un vaso con agua, y se hizo la magia!!! La aguja se movió sola indicando al norte.
¡¡¡Ya tenía la brújula !!! La capitana Cunina había resuelto cómo poner a salvo su velero y sabía que un puerto se hallaba justo en un punto del horizonte hacia el norte. Mirando hacia donde indicaba la aguja, de la brújula
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#Puntoscardinalea
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