CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS ❤️ Día 26

preview_player
Показать описание
CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS ❤️

Día 26:

Viva Jesús

Del Libro La Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
Del Padre Juan Croiset

MEDIOS PARTICULARES PARA CONSEGUIR ESTE PERFECTO AMOR A JESUCRISTO Y ESTA TIERNA DEVOCIÓN A SU SAGRADO CORAZÓN.

Primer medio: la oración.

La oración es el primer medio para conseguir el ardiente amor de Jesucristo y la tierna devoción a su Sagrado Corazón. No hay cosa que a Jesucristo se halla tantas veces y tan solemnemente obligado como a escuchar nuestras oraciones y ninguna le agrada tanto como aquella en que le pedimos su amor. Hallase estrechamente obligado a conceder este amor a todos los que se lo pidieran y es muy creíble que cuando se viese tan obligado, esta misma petición le obligaría. Jesucristo ha hecho cuánto es imaginable y más todavía de lo que podemos concebir para obligarnos a amarle. Cuán poco estiman los hombres este amor pues les causa tan poca pena el de estar privados de él y es manifiesto que les causa poca pena pues no lo piden más y con insistencia. Si nos admiramos, cristianos, de que no amemos más ardientemente a Jesucristo siendo este amor tan justo y tan conforme a toda razón, más debiéramos admirarnos de que, si en algún modo le amamos, siendo este el mayor de los dones, apenas nos hallamos dignados a pedírselo.

De todos los medios que tenemos para conseguir el amor de Jesucristo ninguno es más eficaz que la oración, y ninguno más fácil, no obstante es la cosa más olvidada. Roguemos, cristianos, roguemos y pidamos muchas veces este amor porque es imposible pedirle con insistencia y no conseguirlo. El medio es fácil y eficaz. Se puede decir que en esta materia el pedirlo de verdad es lo mismo que ya tenerlo conseguido. No temamos molestar a Jesucristo por nuestra indiscreción o inoportunidad, nada hay que temer en esto porque es todo al contrario. La razón porque conseguimos tan poco de Dios es porque no le pedimos lo bastante o porque somos muy escasos en nuestros deseos o poco confiados en nuestras oraciones, y Jesucristo no puso en el Evangelio la parábola de aquel hombre que consiguió lo que pedía por su importunidad sino por enseñarnos que si queremos conseguir lo que pedimos nos hemos de hacer inoportunos. Conseguimos poco porque pedimos poco y no se lo pedimos bastantemente.

No nos contentemos con pedirle menos que su amor pero un amor tierno, ardiente, generoso y perfecto, y es menester pedirle este amor con ansia e importunidad. Él no puede dejar de escucharnos sin faltar a su promesa: "Pidan y se les dará". Nosotros no sabemos muchas veces lo que pedimos pero ofenderíamos a Jesús y desmentiríamos nuestra creencia si pidiéndole su amor dudásemos de si nos escucharía, sobre todo si se lo pidiésemos con sinceridad y con ansia. Yo creería que Jesucristo por castigarnos o para humillarnos y siempre por hacernos merecer más quiere dejarnos a veces con ciertas faltas y ciertas imperfecciones de las que le pedimos que nos libre pero jamás me persuadiré de que después de haberle pedido con ansia y sinceridad su ardiente amor no os lo pueda negar y de que todavía no quiera concedernos más de lo que le pedimos.

"Vos habéis traído, Señor, este hermoso y divino fuego sobre la tierra y ¿qué deseáis, sino, que toda ella se encienda? Concédeme Señor, por vuestra inefable bondad, vuestro amor".

Recitemos la Consagración que hizo Santa Margarita al Sagrado Corazón y pidamos su intercesión, ofreciendo un Padre Nuestro, Ave María y Gloria, para obtener buenos frutos de esta preparación.

Me entrego y consagro al Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, mi persona y vida, acciones, penas y sufrimientos para que utilice mi cuerpo solo para honrar, amar y glorificar al Sagrado Corazón.

Este es mi propósito definitivo, único, ser todo de Él, y hacer todo por amor a Él, y al mismo tiempo renunciar con todo mi corazón cualquier cosa que no le complace, además tomarte, Oh Sagrado Corazón, para que seas el único objeto de mi amor, el guardian de mi vida, mi seguro de salvación, el remedio para mis debilidades e inconstancia, la solución a los errores de mi vida y mi refugio seguro a la hora de la muerte.

Sé pues, Oh Corazón de Bondad, mi intercesor ante Dios Padre, y líbrame de su sabia ira. Oh Corazón de amor, pongo toda mi confianza en ti, temo mis debilidades y fallas, pero tengo esperanza en tu Divinidad y Bondad.

Quita de mí todo lo que está mal y todo lo que provoque que no haga tu santa voluntad, permite a tu amor puro a que se imprima en lo más profundo de mi corazón, para que yo no me olvide ni separe de ti.
Que yo obtenga de tu amada bondad la gracia de tener mi nombre escrito en Tu corazón, para depositar en ti toda mi felicidad y gloria, vivir y morir en bondad tuya. Amén.

Santa Margarita María Alacoque.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío🌹

#SagradoCorazóndeJesús
#AJesúsconMaría
Рекомендации по теме
visit shbcf.ru