'oración de la mañana del sábado 5 de abril de 2025'.

Amado Dios, al comenzar este hermoso sábado, quiero elevar mi voz a Ti en agradecimiento por otro día de vida, por la oportunidad de experimentar Tu amor y Tu misericordia en cada instante.
Señor Jesús, te agradezco por el sacrificio que hiciste por nosotros; tu entrega y amor nos inspiran a ser mejores cada día y a vivir en gratitud hacia todo lo que nos has dado.
Hoy te pido, Señor, que abraces a los desaparecidos, aquéllos que se sienten perdidos y que sus familias no saben de su paradero. Envía Tu luz y Tu paz sobre ellos y sus seres queridos.
Te ruego, Dios mío, que cada alma que añora a un ser querido desaparecido sienta Tu consuelo. Llénalos de esperanza y fortalece su fe en el reencuentro.
Te doy gracias, Señor, por las bendiciones que a menudo damos por sentadas: el aire que respiramos, la belleza de la creación y la calidez de nuestras relaciones más cercanas.
En este día, también quiero poner en Ti a aquellos que sufren en su cuerpo y mente. Que Tu mano sanadora descienda sobre ellos y les ofrezca alivio y fortaleza.
Querido Jesús, sé que muchos enfrentan enfermedades que los agobian. Te pido que les des el valor necesario para enfrentar sus batallas con fe y resiliencia.
Agradezco, Dios, por las personas en mi vida que son un reflejo de Tu amor. Por aquellas que siempre están dispuestas a escuchar y ayudar, te doy gracias de todo corazón.
Quiero pedirte, Señor, que instilles esperanza en los corazones de aquellos que están sufriendo. Que puedan ver un destello de luz en medio de la oscuridad.
Jesús, en este día de oración, te traigo mis dudas y mis temores. Confío en que Tú eres el camino, la verdad y la vida, y en Ti encuentro la fortaleza que necesito.
Te doy gracias por las lecciones que he aprendido a través del dolor y la adversidad. Sé que cada desafío en mi vida tiene un propósito divino.
Pido por aquellos que enfrentan pérdidas irreparables. Que Tu consuelo divine llene el vacío que han dejado en sus corazones y que encuentren paz en Tu promesa de vida eterna.
Gracias, Dios, por la esperanza que siempre nos ofreces, aun en los momentos más difíciles. Sabemos que nunca estamos solos, porque Tu presencia es constante.
En este sábado, te pido que el amor y la compasión se extiendan por todo el mundo. Que podamos ser instrumentos de Tu paz y luz para aquellos que más lo necesitan.