6. ¿Qué significa y qué entendemos por libros “apócrifos”?

6. ¿Qué significa y qué entendemos por libros “apócrifos”?

En este video hablaremos acerca de qué significa y qué entendemos por libros #apócrifos.
 
Apócrifo significa “mantener oculto o alejado”. En la actualidad podemos definirlos como textos sin autoridad reconocida por la Iglesia, que no forman parte del canon y por ello no son textos que estén incluidos en la Biblia.

La palabra “apócrifo” se utiliza en dos sentidos. Para los protestantes, son apócrifos los siete libros del Antiguo Testamento considerados deuterocanónicos por la Iglesia católica.

En la Iglesia católica y a nivel general, entendemos como “apócrifos” los libros judíos y cristianos que ni los protestantes ni los católicos reconocen como sagrada Escritura.

La #Iglesia católica tiene algunos criterios para reconocer ciertos libros como apócrifos o no. En el concilio de Trento, una de las normas principales para incluir o excluir un texto, era que fuera conocido por muchos desde el primer o segundo siglo, y que su citación y lectura fuera recurrente en el tiempo.

Por citar algunos de ellos, consideramos “apócrifos” el libro judío de Enoc, el libro de los Jubileos y el libro IV de Esdras, que no fueron aceptados como escritos canónicos, es decir, incluidos en la Biblia. Esto no significa que no tenga valor porque, algunos de ellos, fueron aceptados por la Iglesia de Etiopía.

Se consideran de igual manera apócrifos algunos libros cristianos, pero, por motivos precisos, no fueron incluidos en el canon. 

Por ejemplo, el #protoevangelio de Santiago que aporta información respecto a la infancia de Jesús, si bien son relatos muy creativos, no concuerdan con el estilo de los demás evangelios ni han sido fuente de reflexión teológica. 

Uno de los textos más famosos es un fragmento del evangelio de Pedro, que presenta un relato imaginativo de la pasión. Posiblemente el más famoso de estos apócrifos sea el evangelio de Tomás. 

Otros textos o libros apócrifos, a pesar de ser muy antiguos, han sido descubiertos recientemente. 

Este es el caso de la colección de escritos gnósticos de Nag Hammadi o Chenoboskion, descubiertos en Egipto en 1940, los cuales fueron llamados de forma inexacta evangelios gnosticos.

Considero que tenemos que evitar entrar en el sensacionalismo. Son muy pocas las personas que han leído estos textos y, lamentablemente, saben de ellos por películas o reportajes poco precisos y muy fantasiosos. 

En una ocasión, un profesor dijo que todos aquellos que quisieran saber el motivo por el cual estos textos eran considerados apócrifos, que fueran a leerlos y, al terminar la lectura, entenderían los motivos.

A nivel general estos libros apócrifos presentan relatos del II siglo en adelante, en los cuales los cristianos recreaban y completaban los episodios faltantes en los evangelios acerca de la vida de #Jesús. Unos textos son razonables, pero no fueron utilizados por los primeros teólogos o padres de la Iglesia. Otros rayan en lo herético por la teología contenida.

Los libros o textos apócrifos tienen valor en sí mismos y no debemos tener miedo de leerlos. Veamos que estos textos son la forma en que grupos cristianos del II y IV siglo intentaron transmitir de forma creativa e imaginativa la vida y predicación de Jesús.

Te invito a dos cosas: a olvidar todo lo que te han dicho las películas o los reportajes sensacionalistas acerca de los libros apócrifos y, si de verdad deseas conocerlos, a leerlos para conocer de primera mano su contenido. Al terminar la lectura verás que no hay nada de conspirativo, sombrío o macabro en ellos. Leerlos no te hará ningún daño.

Si te gustó este contenido, te dejo el texto en la descripción para que lo utilices. Si tienes aportes, no dudes en dejarlos en los comentarios para enriquecer entre todos y todas, nuestro Estudio Bíblico.

--

Francisco Díaz SJ

[luzmilausuga]

Muchas gracias por que me sacaron una duda. Dios los bendiga

[ClaudiaLima-lekz]

Muchas gracias lo compartiremos en el Plan Pastoral

[JuanCarlosLdeGAcuna]

Padre tengo entendido que otro criterio para determinar la canonicidad de las cartas o libros fue la procedencia apostólica además de que su composición fuera del primer siglo; un ejemplo es la Didajé que siendo del primer siglo y aunque enriquece y da orientaciones no es considerada Palabra de Dios dado que no tiene procedencia apostólica.
¿Estoy en lo correcto Padre?

[anitafelisapereaguzman]

Creo que todo cristiano debe concentrar su pasión en Jesús de Nazaret y no en cualquier literatura agregada al Canon bíblico.
A caso no dice el Señor en el libro de apocalipsis que a los tibios los vomitará de su boca?
Debemos ser Cristocentricos y amar la lectura inspirada por el Espíritu Santo en los 66 libros de la Biblia que forman el canon bíblico.